Madrid, SP, 30 de julio de 2014.- Las Palabras de Ana Bella, de la Asociación Ana Bella contra el maltrato a las mujeres víctimas de violencia de género, pronunciadas en primera persona ayer en presencia de Víctimas del terrorismo, como Mari Mar Blanco, y organizaciones que agrupan a familiares de afectados por accidentes en distintos modos de transporte, son la irrefutable prueba de que a la hora de transmitir por parte de los medios lo suficiente, el verdadero sentido de sus palabras, muchas veces de forma obligadamente telegráfica, es imposible comunicar la fuerza o la verdad de lo declarado.
Estatuto de las Víctimas en España y falta de deontología de los abogados
Al acto asistían tres ministros del Gobierno, Sanidad, Interior y Justicia, éste último ejerciendo de anfitrión. Alguien dijo tras este acto de presentación del Estatuto de las Víctimas a voz en grito: !un canutazo!. Todos los medios corrieron hacia la noticia, algo que siempre sorprende, pues da la impresión que el hecho del canutazo por sí solo indica que algo noticiable va a hacerse público en ese momento. Al Ministro sólo se le hicieron dos preguntas, y eran las relacionadas con el ex-honorable Pujol. Nada que ver con el acto recién clausurado. Nada que ver con el porqué de los 30 días, frente a los 45 de protección de las víctimas y familiares tras producirse el hecho, para Procuradores y Abogados en España. La impresión siempre es que en uno de esos canutazos se anunciaría la llegada por primera vez a la Luna de una tripulación española o que la lacra del paro ha sido controlada en España. La sensación también es este caso lo incomprensible de la inmediatez del olvido de las palabras recién pronunciadas por Ana Bella, Pilar Vera o María del Mar Blanco. Incluso, y fuera de norma casi, las del Ministro Gallardón con su cita del olvido del "sufrir" y el "haber sufrido". Esto último es lo que permanece en la memoria de los afectados y sus familiares.
Pero desde la posición de un medio de comunicación, la cuestión es "haber visto sufrir de cerca", y el trabajo consiste en transmitir ese sufrimiento y los que lo han sufrido a la Opinión Pública, de la manera más veraz posible. No de la manera más expresionista o explícita posible como simplificadamente suelen hacer los medios. Aunque es realmente difícil no sucumbir al golpe en el alma humana del propio comunicador, cuando se trata de comunicar el sufrimiento humano, de los involuntarios en todos los casos, protagonistas de estas historias reales. Resulta imposible casi, hacer una descripción desde la asepsia periodística, esto también hay que reconocerlo.
Quizás por todo lo anterior la foto que encabeza debería ser suficiente para informar de lo que ayer en el Palacio de Parcen del Ministerio de Justicia sucedió. Pero nuestra experiencia nos ha enseñado que no. Estamos inmersos en la indolencia social generalizada e incapaz de trascender de las palabras a la empatía directamente. En la foto se ven dos personas afectadas por sendas tragedias. Vera por la colectiva del accidente de Spanair, Bella por la de su intrahistoria de continuados maltratos durante 11 años. La mirada directa de Bella a Vera de la foto es ya de por sí una mirada elocuente de dos personas que quieren creer que la Justicia es mejorable en España, tras la desprotección de décadas en el caso de A.Bella o de lustros de la presidenta de la AVJK5022.
Allí se presentó un Estatuto que deberá procesalmente proteger a las víctimas del acoso tras una tragedia del tipo que sea. Un inaceptable acoso de comisionistas de despachos americanos de Abogados, que en EEUU está rigurosamente prohibido, tras la tragedia del JK5022 ha sido una obsesión recurrente de la AVJK5022 que multiplicó los daños y el sufrimiento desde el minuto 1 tras el accidente a todos los afectados por él. Haber sufrido ese acoso quizás haya grabado más aún su huella de sufrimiento. Haber visto como han sufrido ese auténtico cerco de a abogados como si se tratara de una batida de caza, siguiendo directrices de despachos extranjeros, sin que tuvieran la mínima protección que debería surgir de la propia deontología de abogados, y sus despachos en España, y en su defecto de los propios Colegios de abogados correspondientes. Se reprodujo esta situación recientemente en Santiago con el tren Alvia. Algunos de estos acosadores han reaparecido impunemente cinco años después. Estos, los Colegios de abogados, no han actuado que sepamos contra las malas praxis hacia las víctimas, y éstas las víctimas, en un claro gesto de autodefensa han tenido durante 3 años y medio que luchar para conseguir la protección de esos 30 días que en su artículo 8 recogerá el Estatuto que el próximo viernes aprobara el Consejo de Ministros.
Igual que la foto no es suficiente para describir todo su significado, tampoco la autorregulación del oficio de abogado o procurador hasta ahora ha sido en España suficiente como para parar estas prácticas inhumanas de crueldad hacia el vulnerable en esos momentos. Los letrados o procuradores, que se opusieron a esta medida en principio, finalmente han visto como lo informado por el propio Consejo de Estado daba luz verde a un Estatuto que realmente es de mínimos realmente. A partir de entonces será considerada una falta muy grave, pretendían que fuera "grave" simplemente, y podría acarrear el apartamiento de la carrera profesional. Habrá que estar atentos a la implementación, pues tratándose de letrados, quizás éstos encuentren algún resquicio por el que saltarse esta norma de protección lógica.
En la foto se percibe al Ministro que según reconoció Vera, quiso saltar la valla para ayudar el 20 de agosto de 2008 tras producirse la tragedia aérea de Spanair, con el gesto desencajado por la situación, en un desesperado intento de ayudar. Casi 6 años después por fin la ha saltado esa valla, y no ya como Alcalde de Madrid, sino como Ministro de Justicia, ha podido ayudar a nada menos que evitar algo de sufrimiento humano ante futuras tragedias humanas también.
En la foto dos banderas con dorados de fondo sujetan el lienzo humano de este Ministro que cumplió su palabra, del que sólo se percibe el hombro, y dos representantes de tragedias que saben que la verdadera protección en ambos casos, será verdadera cuando la opinión pública y publicada con simplemente echar una mirada a la foto lo comprenda todo, y entienda sin una sóla letra lo que es vivir esa tragedia. Entonces y sólo entonces habrán ellas y lo que representan ganado la lucha por la dignidad, la justicia y la verdad. ¿Es pedir mucho?