Aviación Digital, Sp. – La cuestión de pasar de tener dos pilotos en cabina a solo uno lleva años dando de qué hablar, especialmente desde la llegada de la inteligencia artificial al ámbito de la aviación. Para hablar en nombre de la seguridad y el sentido común, la presidenta de la SNPL (France ALPA) Karine Gély ha compartido las siguientes palabras en Linkedin:
«Como Presidenta de la SNPL y capitana, me comprometo a defender la seguridad de nuestros vuelos comerciales.
¿Por qué?
En primer lugar, mi experiencia como piloto es fundamental porque, cada día, me confirma que la IA (o cualquier otra tecnología, por potente que sea) es incapaz de gestionar lo imprevisible en vuelo.
Me explico: vuelo muy a menudo a África y atravesamos el desierto argelino con varias pistas de aterrizaje, incluso militares. Aparte de 2 ó 3 pistas, muchas de ellas no se mencionan en absoluto en nuestra documentación ni en el sistema de a bordo del avión.
Durante algunos vuelos, prevemos un incendio incontrolable y buscamos aeropuertos en los que podamos aterrizar sin peligro. Sin embargo, el avión no reconoce estas pistas. Sólo los pilotos pueden identificarlas.
Hoy en día, toda la seguridad de nuestros aviones se basa en la redundancia: cada uno de los sistemas del avión está duplicado, incluso triplicado o cuadruplicado. Basándonos en la probabilidad de que falle un sistema, siempre tenemos un sistema de reserva idéntico: los motores, por ejemplo.
Hemos pasado de 4 motores a 3 motores y finalmente a 2 motores. Nunca bajaremos de 2 motores porque siempre prevemos que un motor se averiará.
Por lo tanto, ¡es completamente irracional querer pasar de 2 pilotos a un solo piloto a los mandos! Estaríamos acabando con la pericia y el principio de redundancia. ¡Esto va en contra de la seguridad de los vuelos y de los pasajeros!
El proyecto de algunos fabricantes de reducir el número de pilotos a los mandos es un proyecto puramente comercial.
Por último, debo confesar que, por mi experiencia como capitana, la idea de encontrarme solo a los mandos en determinadas situaciones me inquieta.
Al menor fallo, avería o mal funcionamiento, sé que me encontraré rápidamente desbordada de trabajo y que será difícil arreglármelas sola.
Luego me pongo en la piel de un piloto joven con menos experiencia y creo que el resultado podría ser catastrófico.
Por último, nuestro compromiso con la seguridad de nuestros vuelos y pasajeros es ampliamente compartido por la opinión pública y por todos los pilotos a escala internacional. Tanto los pilotos estadounidenses como los europeos han expresado ampliamente su oposición a cualquier tecnología diseñada para sustituir a un piloto».