Aviación Digital, Sp. – Los bomberos de Aena de diferentes comunidades llevan tiempo denunciando la enorme carga de trabajo a la que se someten debido a la falta de personal. Esta vez, es un bombero de Cataluña (Tomàs Fernández Uribe) quien pone de relieve la situación mediante una entrevista con RAC1.
La tragedia de Spanair ha hecho que reflexionemos mucho en cuanto a procedimientos de seguridad se refiere. Sin embargo, las reflexiones deberían materializarse en actos, cosa que en algunos casos no ocurre. En Aviación Digital ya entrevistamos a Francisco Martínez Alvarado, bombero aeroportuario de la red de Aena, quien comentó la falta de personal en Barajas como algo determinante a la hora de asistir un incendio.
Ahora es Fernández Uribe quien habla del tema, y va por la misma línea. En su entrevista con RAC1, confiesa que el personal actual en el aeropuerto del Prat no sería suficiente para acatar un accidente de las magnitudes del de Spanair. De hecho, son solo 14 los bomberos que hay actualmente en plantilla, sumados a los dos jefes de las dotaciones. «Necesitaríamos esfuerzo externo para poder hacerle frente», asegura Fernández, refiriéndose a un accidente de gran envergadura.
El problema de tener pocos bomberos trabajando es la inmediatez con la que se puede responder a los problemas. Se encuentran a una distancia de tres minutos caminando de cualquier suceso o incidente que pueda ocurrir dentro del aeropuerto, pero esta proximidad no aplica fuera de las instalaciones. En esta situación, el lapso de tiempo que se necesita para que lleguen los servicios de emergencia se incrementaría significativamente, justo en un momento crucial en el que «el tiempo es esencial».
En la entrevista, Fernández pone el ejemplo de Frankfurt, aeropuerto alemán que tiene un tráfico similar al de Barcelona pero que cuenta con mucho más personal: unos 100 bomberos disponibles al día; mientras que «aquí se tiene que «delegar» el salvamento a otras unidades», sin contar la «falta de sistemas de emergencia especializados en el medio acuático».