42 minutos dedica la NTSB a explicar a la opinión pública norteamericana y mundial, todos los avances relacionados con la investigación del último "incidente" de un B787, tras detectarse humo en la cabina. Una incidencia gravísima en aviación.
Deborah Hersman, la directora de la agencia de seguridad del transporte de los EE.UU., que depende en exclusiva del Congreso de los EE.UU., invierte más de 42 minutos en explicarle a la opinión pública la situación y cómo se está investigando este grave incidente.
La conclusión a la vista de cómo se enfoca una crisis en EE.UU. cuando afecta al modo aéreo de transporte, es que en ese país no consideran que la investigación de los incidentes o accidentes debe ser opaca, pues muy al contrario, lo que crearía alarmismo entre los ciudadanos sería detectar que hay algo que se les está ocultando al respecto. En el video de la rueda de prensa ante los medios, vemos como se exponen los hechos factuales y los avances de la investigación, así como los medios humanos y materiales que se están utilizando para esclarecer el suceso.
La envidia es enorme, cuando contemplamos como Hersman se enfrenta sin red alguna a los medios de comunicación, y podemos ver cómo cuando se informa o comunican adecuadamente este tipo de sucesos, el efecto que se consigue es justo el contrario al tan temido alarmismo que atenaza en España a los organismos como la CIAIAC, equivalente a la NTSB, o la AESA por ejemplo, que sí crean alarmismo con la opacidad de las informaciones que transmiten, llegando al punto de no disponer ni de un gabinete de comunicación propio.
Pero de la comparecencia de la directora de la NTSB lo que hace es garantizar a los ciudadanos que la seguridad con la que volverán a volar los B787 está "garantizada" por la propia autoridad. 100.000 horas de vuelo tenía dicha flota de nueva generación en el momento en el que la FAA, tras recomendárselo la NTSB paralizó las operaciones.
Si comparamos odiosamente la investigación que se está llevando a cabo, en profundidad, sobre las baterías que se incendiaron a bordo del B787, y lo comparamos con el análisis que se hizo sobre el RELE2.5 del siniestrado MD82 de Spanair, cuyo peritaje encargado por parte de la AVJK5022, terminó inconcluso por la falta de colaboración de Boeing con las autoridades judiciales españolas-no se aportaron los datos solicitados- tenemos un agravio comparativo difícil de olvidar en nuestro país.