Debería hacerse un manual ciudadano de "cómo acabar con una compañía en 1 lección". El sistema es sencillo, y sin llegar al extremo de Suzy McLeod, una turista que visitó Alicante, y a la que Ryanair, aparte de insultarla, le había cobrado 300EUR por emitir 5 tarjetas de embarque a su regreso a Bristol. Mientras supuestamente los organismos oficiales ven qué pueden hacer, está claro que lo más eficaz es que el pasajero, si así lo cree conveniente, utilice las redes sociales, como hoja de reclamación, y diga lo que considera que es un trato denigrante por la compañía, y hacérselo saber a otros. Claro que tambien puede haber el peligro de la arbitrariedad, y para eso se ha de tener criterio propio.
Según informa ABC.es : De esta forma, y en tan solo siete días, la británica ha recibido el apoyo de casi 400.000 personas, y más de 19.000 comentarios. La mayoría mostraban su disgusto, aunque muchos otros usuarios también le han recordado a Mcleod que la compañía especifica sus requerimientos en las bases.
Suzy McLeod explicó la situación al «Daily Telegraph»: «Nosotros nos fuimos por 15 días, así que no pude imprimir las tarjetas de embarque de vuelta porque solo puedes hacerlo dos semanas antes del vuelo».
Los apoyos (a base de «Me gustas») que ha recibido McLeod en Facebook son más del doble que los que tiene la página oficial de Ryanair, que concretamente gusta a 172.084 usuarios de la popular red social creada por Mark Zuckerberg.
La sanción por no tener impresa la tarjeta de embarque había sido elevada por la aerolínea en diciembre del año pasado, pasando desde los 40 de entonces a los 60 euros abonados por Mcleod.