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julio, sábado 27, 2024

La Patrulla Águila lo tiene claro: el C-101 es su avión preferido

La presentación de la Patrulla Águila en el espacio Iberia, reunió al top de la aviación acrobática, cuya misión es representar a España y al Ejército del Aire, mostrando con orgullo los colores de su bandera.

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Aviaciondigital, Sp.- Siempre llaman la atención, pero el sábado su vuelo fue sobre la tienda Espacio Iberia de Madrid, donde los pilotos de los 7 cazas que forman con ráfagas de humo la bandera nacional, permitieron conocer más de cerca a la Patrulla Águila, su trabajo y a parte de sus integrantes.

El espacio Iberia ha sido protagonista de una presentación muy especial, la de los integrantes de la asombrosa Patrulla Águila, un equipo de vuelo acrobático del Ejército del Aire Español, cuyos orígenes se remontan a 1954, con base en  San Javier,  Murcia, y que a bordo de 7 C-101 de fabricación española, consiguen realizar maniobras espectaculares bajo el lema de todos “juntos pero no revueltos”.

De la mano de Iberia y dirigido por la piloto de A-330 y A350, Vanesa de Velasco, los integrantes de la Patrulla Águila, todos profesores de vuelo de la Academia General del Aire, compartieron no solo su pasión por volar, sino muchos de los valores que les caracterizan, como la fuerza de superación y el trabajo en equipo, y que les lleva cada día, a dar lo mejor de ellos mismos.

Fotos cedidas al Ejercito del Aire por Chen Peng de la participación de la Patrulla Águila en SIAF -Slovak International Air Fest- 2016 (Eslovaquia) y en Airpower 2016 (Zeltweg, Austria)

El Líder, el Perro, el Solo, o los Pares son algunos de los apodos con los que se conoce a cada uno de los pilotos militares integrantes de la patrulla, en función del lugar que ocupan, y en su misión de representar al Ejército del Aire, a las Fuerzas Armadas y a su patria, España, siendo además un ejemplo indiscutible de disciplina en vuelo.

Una profesión muy exigente, en la que cada uno de ellos tiene que encajar perfectamente dentro del equipo. Lo habitual es que los nuevos integrantes hagan un primer año de reserva antes de volar en las exhibiciones, y cojan algo de experiencia fuera del equipo titular, hasta que se genere un hueco, siendo el reserva el que pase a ocuparlo.  

Miembros de la Patrulla Águila con la piloto de Iberia Vanesa de Velasco

Previamente, pasará una instrucción de 12 vuelos antes de la suelta, cada uno de ellos de aproximadamente de 1 hora y media, y después, tras otros 12 vuelos más, le darán opción a formar parte de este equipo de élite, mientras hace su rodaje siendo uno de los 7.

En cuanto a la formación, la Patrulla Águila entrena hasta el último detalle. Aunque disponen de simuladores, éstos no les valen para el vuelo en formación, pero si para ensayar emergencias y dar instrucción a los nuevos alumnos.

A través de la elaboración de documentación donde se describen las maniobras y los parámetros a seguir, cada vez que la patrulla hace una exhibición, todo está perfectamente calculado hasta el último detalle. “Hacemos un calentamiento previo con los 7 aviones; los cuatro primeros, el 1, 2, 3 y 4 son los llamados el Rombo, luego está el Solo, el 5, que es un avión que se separa y que hace maniobras más exigentes, y luego el Par, el 6 y 7 que son los que vuelan en los extremos de la formación y hacen cruces, y acrobacias como el espejo, el corazón, y otras muchas más, en las que estos tres grupos van entrando y saliendo. Estamos cerca, pero siempre guardamos un margen de seguridad que, aunque no lo parezca, puede deberse a un efecto óptico, y cuyo truco no vamos a contar” confesó el comandante Martín.

Los integrantes de la Patrulla Águila, cuando hay un festival entrenan hasta tres veces a la semana: “A pesar de que este año hemos estado más centrados en la labor de instructores en San Javier, lo habitual es que entrenemos dos vuelos a la semana, salvo que haya exhibición”.

Cada exhibición es única y diferente, y cuenta con una sección de fotografía y video que les graba desde tierra durante los entrenamientos. “Después nos juntamos para ver ese video en un briefing donde analizamos los fallos que hemos tenido, y cómo podemos mejorar”. No obstante, las exhibiciones dependen de las circunstancias climatológicas que se den en ese momento: “Tenemos la tabla alta, que normalmente hacemos cuando las nubes están muy altas o está bien la meteo. Incluye maniobras verticales y es la que más espacio aéreo ocupa. Cuando las nubes están muy bajas, hacemos la tabla plana, en la que no hay maniobras con looping, no hay hojas de trébol, ni maniobras verticales, pero hacemos otras que también quedan muy vistosas”, asegura el Comandante Martin.

En cuanto a la maniobra considerada más difícil, no hay una en concreto, cada puesto tiene su dificultad, y a cada piloto se le da bien una de ellas, aseguran. El capitán Javier Linares es el más experto en hacer el Trébol, una maniobra que consiste en una especie de looping en el que la parte alta se gira 90 grados y se sale con un eje de 90 grados de diferencia con el eje de entrada. Algo que parece fácil en palabras, pero que a la hora volar, supone un verdadero desafío de las leyes de la física.

Otra de ellas, no menos espectacular, es el Arriba España, medio looping en invertido acompañado de G negativos que “no son precisamente agradables ya que la sangre en vez de ir hacia las piernas, va hacia la cabeza, y en las que se siente como un pinchazo, pero al final te acostumbras” relató el Capitán G. Marín. “Nos gusta hacer el vuelo en general pues somos todos unos apasionados de la aviación y siempre estamos volando”.

Además, los más pequeños que estaban entre el público, pudieron satisfacer su curiosidad al conocer el truco usado para lanzar los colores de la bandera de España: «Cuando sale el humo del avión es porque hemos activado un sistema de la parte trasera, que pulveriza gasoil normal como el utilizado en los coches, y es el que forma el humo blanco. Luego otro botón activa lo que sería el colorante. Pues dependiendo de la posición se lleva uno rojo o uno amarillo. Y el momento de coordinación se realiza por radio a la orden de “¡humos ya!” Indicó el capitán Márquez.

Otra de las cosas mas claras que tiene la Patrulla Águila es la pasión por el C-101. “Es un avión de fabricación española, que tiene casi 40 años, pero que ha salido buenísimo, con bajo mantenimiento, bajo consumo y unas capacidades que son muy buenas para lo que hacemos. Estamos muy contentos con él, a pesar de que está al final de su vida operativa” aseguró el comandante Martín. No obstante, se ha extendido 10 años más, en los que la patrulla va a tener la oportunidad de volar este avión.

Destacaron también, que la Patrulla Águila son un equipo de personas, no solo de pilotos, pues también lo integran mecánicos, personal de mantenimiento, de secretaría, de la sección de fotografía  y video, y los que hacen una labor de comunicación social, “Si alguna de esas  partes no está, la patrulla águila no funcionaría”, aseguraron.

El público se preguntó por si alguna vez sienten miedo, especialmente al realizar las maniobras más peligrosas: “No es miedo, es más una sensación de nerviosismo”, una sensación que la patrulla Águila ha aprendido a dominar “Sabemos lo que tenemos que hacer en cada momento. No se deja nada a la improvisación. Todo está perfectamente marcado y en cada una de las maniobras todo esta detallado y milimétricamente ensayado. Si hay algo que no se puede hacer, no se hace, y ante todo está siempre la seguridad” manifestó el Capitán Verjano.

En lo que sí coincidieron la mayoría, es en que desde pequeños siempre han sentido la pasión de volar, algunos de ellos identificados con el “Maverick” de la película Top Gun, que les puso en la línea, o como en el caso de otro de los integrantes por algún suceso más circunstancial “Yo veraneaba en Santiago de la Ribera, que es donde tenemos la base y de pequeño estaba viendo aviones y le decía a mi padre -un día yo me montaré en uno de esos, y al final con mucho esfuerzo lo he conseguido”  a alguno de ellos, incluso sus padres les habían avisado “ni se te ocurra meterte en estos de la patrulla Águila. Y a la semana siguiente, estaba allí”.

Para finalizar, nuestros héroes recomendaron a todos los niños que sueñen con ser pilotos que “persigan su sueño, que si les gusta la aviación, que vayan a por ella y que disfruten la profesión como la hemos disfrutado todos nosotros, aunque hay que estudiar mucho, y se requiere mucho esfuerzo día a día.”

La Patrulla Águila, son mucho más que 7 grandes pilotos, son un equipo coordinado a la perfección, cuyas exclusivas maniobras en el aire como el Plus Ultra o el Sacacorchos, han sido incluso copiadas por otras patrullas a nivel mundial, pues son únicos y de los mejores. Gracias a todo el esfuerzo y lo mucho que sacrifican por desarrollar una profesión tan exigente, en la que han de olvidar la vorágine del día a día y dejar todos los problemas en tierra, pues una vez a los mandos de su querido C-101, lo que prima es la seguridad y demostrar que están en el top de la aviación.

Este Viernes ofreceremos en el programa #DiezMás1 una entrevista en exclusiva a la Patrulla Aguila.

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