La mayor parte de los estadounidenses está a favor de los controles de seguridad. Desde ayer, hasta pasadas las fiestas de fin año, se estima viajarán en avión 24 millones de personas y muchos de ellos pillarán enormes cabreos cuando pasen por los escaners o sean registrados.
En cualquier caso y resignados, porque no les queda otro remedio, cientos de internautas norteamericanos están inundando la Red con montajes, ideas y chistes de todo tipo.
Hay quien ha retocado con Photoshop la Estatua de la Libertad de Nueva York, para mosotrar como se la vería por dentro uno de los nuevos escáneres. El contorno de sus pechos, sus bragas, sus rodillas y un collar nos la muestran casi desnuda.
También quien alerta sobre el peligro que entrañaría que un listo se pusiera a realizar sencillos retoques en Photoshop y convirtiera las imágenes en negativo de los escáneres en fotografías casi reales de cuerpos desnudos.
Las pegatinas de la seguridad aeroportuaria reflejan mensajes del tipo: "No podrás ver Londres ni París hasta que no veamos por donde haces pis" o "si hiciéramos aún mejor nuestro trabajo, antes tendríamos que invitarte a cenar" o "sólo nosotros sabemos si Lady Gaga es realmente una señorita" o "tú ERAS virgen" o "movemos más paquetes que USPS".
LA POLÉMICA Y LAS BOLAS
La polémica saltaba el sábado pasado cuando John Tyner, un californiano de 31 años, plantó cara a la seguridad del aeropuerto de San Diego y se negó a someterse a un escáner corporal que retrata a los pasajeros desnudos.
Cuando el agente de seguridad le ofreció realizar el cacheo en una habitación privada (cacheo que comporta el tacto directo de pechos, genitales y trasero incluso por dentro de la ropa), Tyner respondió desafiante:
"Podemos hacerlo aquí mismo, pero si me tocas mis partes voy a hacer que te detengan".
Todo ello lo grabó el propio protagonista desde la cámara de su teléfono.
Por supuesto, fue arrestado, perdió el avión y se enfrenta al pago de una multa de más de 8.000 euros. Según las reglas de la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA), una vez que el pasajero ha sido seleccionado para los nuevos cacheos ya no tiene derecho a dar marcha atrás, incluso si decide renunciar al vuelo y abandonar el aeropuerto, como pretendió Tyner.
El vídeo que colgó en Internet solo aporta el audio de la conversación, ya que la cámara quedaba a su espalda, pero ha servido como testimonio de la "humillación" a la que se somete a los pasajeros en los aeropuertos de Estados Unidos.
Otra víctima de estos controvertidos controles de seguridad fue una estudiante de 21 años de Amarillo (Texas) cuyos pechos quedaron expuestos a la vista de todos durante el cacheo y encima tuvo que aguantar las risotadas de los agentes de seguridad.
Cuando volvió a pasar por el control con lágrimas en las mejillas uno de ellos lamentó "haberse perdido el show". "Tendré que ver el vídeo", exclamó.
Por ahora, el Gobierno se resiste a renunciar al nuevo sistema que introdujo el Secretario de Seguridad Nacional Michael Chertoff, que tiene como cliente de su empresa privada de seguridad a uno de los fabricantes.
Y aunque su sucesora Janet Napolitano defienda lo inocuo del sistema, la revuelta ha llegado también al Congreso, donde una comisión interrogaba al jefe de la TSA, John Pistole.
El diputado Ted Poe advirtió en el hemiciclo de que la nueva tecnología viola la cuarta enmienda constitucional que protege contra registros abusivos.
Desde luego, la polémica ha llegado hasta la más alta esfera norteamericana, ya que tanto el mismísimo Obama como Hillary Clinton se muestran comprensivos con las quejas de los ciudadanos y hasta rechazan el sistema.
Filtración de imágenes
Supuestamente, las fotografías que toman los escáneres de los pasajeros al desnudo no quedan almacenadas en ninguna parte, según la TSA.
Sin embargo, el portal Gizmodo publicó 35.000 imágenes, tomadas en el aeropuerto de San Diego, California. Esto sucedió a pesar de que la Agencia de Seguridad en Transporte aseguró desde el principio que era imposible que los escáners guardaran las imágenes.
Estos escáners son capaces de ver a través de la ropa, para poder detectar a fondo si los pasajeros traen consigo material explosivo o algún tipo de arma.
Quienes reciben la imagen, en una habitación separada, son capaces de ver, con todo detalle, la anatomía de las personas.
Radiaciones nocivas
Un estudio realizado por la Universidad de Arizona viene a echar más leña al fuego ya que asegura que pueden producir más muertes, debido a la radiación, que un ataque terrorista. Los científicos de la Universidad de Arizona han asegurado que la probabilidad de morir por la radiación de un escáner de cuerpo entero y por un ataque terrorista son iguales: una de cada 30 millones.
Los expertos aseguran que el haz que emite el escáner es de bajo nivel y ofrece una pequeña dosis de radiación en el cuerpo pero debido a que el haz se concentra en la piel, uno de los órganos más sensibles a la radiación del cuerpo humano, la dosis puede ser hasta 20 veces más alta de lo que se había estimado inicialmente.
Incluso es más preocupante la radiación de las máquinas cuando están averiadas que cuando están en funcionamiento, ya que "una avería en el aparato podría aumentar la dosis de radiación", asegura uno de los científicos que participan en el estudio, Pedro Rez.