Luxemburgo, LUX, 14 de febrero de 2014.- La Comisión Europea ha remitido a ATC Petition un documento en el que plantea el inminente cierre de la investigación iniciada CHAP(2012)2902, tras las denuncias presentadas ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, remitida a la de Salud, Seguridad e Higiene en el Trabajo, con M.T.Moitinho como Jefa de la Unidad, y el eurodiputado socialista Andor como Comisario Europeo, en las que se describían los efectos nocivos que para la salud laboral de los controladores y la seguridad aérea de todos nosotros como ciudadanos, tuvieron los sucesivos decretazos que el gobierno español promulgó a lo largo de 2010. No obstante, concede la Comisión unas semanas para que se aporten nuevas pruebas que permitan mantener vivo el expediente y avanzar en una solución que les restituya la dignidad robada hasta hoy, y de paso, dé un tirón de orejas a nuestros temerarios gobernantes.
El anunciado cierre se fundamenta en los argumentos que las autoridades españolas han enviado a la Comisión, en los que se asegura que tras el empacho normativo sufrido por estos profesionales las condiciones laborales han mejorado, así como que les ha sentado de fábula, entre otros, el aumento de hasta un 50% en la jornada laboral, para concluir que la autoridad aeronáutica española no tenía obligación de realizar análisis de riesgos antes de cambiar sus condiciones laborales porque se limitó a cumplir la ley, olvidando que la ley, las leyes, en realidad fueron redactadas por la autoridad aeronáutica española. En definitiva, que los controladores denunciaron una cosa y la Comisión Europea responde sobre otra distinta con calcados argumentos a los defendidos en su momento por los inefables Blanco, Lema y Librero. Para ese viaje no hacían falta alforjas.
Mucho nos tememos por el tono empleado en el documento y por los falaces argumentos que expone en el mismo, que ni siquiera el demoledor estudio del profesor Iñaki Piñuel sobre los efectos que en la salud laboral de los controladores aéreos tuvo y aún tiene la aplicación de aquella orgía regulatoria, podría cambiar una decisión ya adoptada por quienes una vez más demuestran no ser dignos de ocupar nuestras instituciones europeas.
La batalla que durante este tiempo ha mantenido ATC Petition con el apoyo de los controladores aéreos españoles y sus organizaciones profesionales USCA, SPICA, APROCTA y APCAE, puede estar a punto de irse al traste gracias a las perversas argumentaciones de un gobierno que mantiene en sus filas, no lo olvidemos, a destacados responsables de aquellos deleznables hechos, que ahora aprovechan sus altas responsabilidades para enviar a Europa los mismos argumentos que emplearon con tanto éxito en la España de 2010 y que tan buenos resultados parece estar dándoles en la Europa de 2014, a pesar de aquellas 47 cuasicolisiones que se materializaron en 2010 y que nadie ha puesto en cuestión hasta el día de hoy.
Quizás los profesionales del control aéreo español debieran aprender con esta experiencia, que nuestras autoridades aeronáuticas no merecen el esfuerzo que realizan a diario para conseguir que funcione un sistema de control que, dirigido con mucha impericia y excesiva torpeza, funciona gracias a su inestimable y necesaria colaboración, y que más les valdría limitarse exclusivamente a hacer su trabajo en las salas y torres de control y dejar que todo este tinglado muera de inanición a manos de quienes nunca debieron ser investidos de más autoridad y capacidad de decisión de las estrictamente necesarias para pasear a un caniche.
Puede que entonces la Comisión Europea se diera cuenta de su error y tomara cartas en el asunto, aunque quizás fuera ya demasiado tarde.