Washington, USA.- El fabricante estadounidense de aviones Boeing continúa hoy analizando nuevos fallos potenciales en las aeronaves 737 MAX, que permanecen sin volar desde marzo pasado, reportó el diario The New York Times en un artículo que firman Natalie Kitroeff y David Gelles.
Dos accidentes de este modelo, de Ethiopian Airlines, en dicho mes, y de Lion Air, Indonesia, en octubre de 2018, con saldo total de 346 muertos, llevaron a su permanencia en tierra, hasta hoy. Todo un mazazo para Boeing.
Según la publicación, como parte de los esfuerzos para hacer regresar los 737 MAX al servicio, la compañía y los reguladores examinaron cada aspecto de los aviones, y descubrieron nuevos defectos potenciales de diseño.
La FAA realizó una petición a Boeing de una auditoría interna en diciembre, para determinar si había evaluado con precisión los peligros de los sistemas clave, y cuánto tiempo tardarían los pilotos responder a las emergencias.
Entre los problemas más apremiantes descubiertos se encontraron las preocupaciones no reportadas anteriormente con los cables que ayudan a controlar el timón de cola de los 737 MAX, expuso el periódico.
Agregó que Boeing está analizando si dos paquetes de cables están demasiado juntos, y podrían causar un cortocircuito, lo que en parte podría provocar un accidente si los pilotos no responden de forma correcta.
La compañía está tratando de determinar si ese escenario podría ocurrir realmente en un vuelo y, de ser así, si necesitaría separar los cables en los aproximadamente 800 aviones 737 MAX construidos.
También informó a la FAA de esta vulnerabilidad potencial, y su nuevo director ejecutivo, Gregory Smith, discutió los posibles cambios en el sistema de cables.
Un comunicado de Boeing en diciembre pasado apuntó que la compañía trabajaría junto a los reguladores para cumplir con sus requisitos y plazos en aras de regresar a dichas aeronaves a los cielos en 2020.
‘Sabemos que cometimos errores, nos equivocamos. Somos culpables de eso’, manifestó el entonces director ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, sobre los mortales accidentes ante el Comité de Comercio del Senado, donde declaró el último 29 de octubre junto al jefe de ingenieros de la empresa, John Hamilton.
En mi nombre y en el de Boeing, lo sentimos mucho, de verdad y de manera profunda, agregó en la audiencia, a la cual acudieron familiares de los fallecidos.
Informaciones periodísticas apuntaron entonces que era la primera vez que la compañía aceptaba en el Congreso su responsabilidad en tales hechos, a partir de los problemas de los pilotos para controlar los aviones en pleno vuelo.