16 de junio de 2011.-El vuelo de Ryanair Sevilla-Pisa previsto para la mañana de este jueves ha despegado finalmente a las 17,35 horas del aeropuerto de San Pablo tras casi cinco horas de retraso, según han informado a Europa Press fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).
El vuelo que tenía previsto despegar a las 12,50 horas desde la capital hispalense con destino a Pisa se vio retrasado, en un primer momento, porque la compañía "tardó 45 minutos" en solicitar una máquina necesaria, que debía alquilar a una empresa externa, que asiste a las compañías en tierra y que "no es responsabilidad del aeropuerto", para cruzar la plataforma de estacionamiento, para luego dirigirse a la calle de rodadura, que, a su vez, conecta con la pista de despegue.
A este tiempo de 45 minutos hay que sumar el tiempo que ha tardado la máquina en llegar, más el tiempo de aproximación hasta la pista de despegue. Si bien, finalmente los viajeros han sido desembarcados del avión y se han acercado a la terminal para reclamar.
En el transcurso de este tiempo, varios de los afectados por este retraso han señalado a Europa Press que han pasado "cerca de dos horas dentro del avión sin agua" y a una temperatura que "rondaba los 50 grados".
En declaraciones a Europa Press, el padre de uno de los bebes, una niña de 14 meses, que estaba en el avión ha explicado que los cerca de 200 viajeros que pretendían viajar han pasado todo el tiempo "sin aire acondicionado" y no ha sido hasta el final cuando han repartido "dos o tres botellas de agua" con la que han dado de beber a su hija, que se encuentra en buen estado.
"No nos dejaban salir del avión ni nos proporcionaban agua. La gente estaba muy nerviosa, hasta el punto de que un hombre desesperado finalmente ha abierto la puerta de adelante y el avión ha quedado inmovilizado", ha explicado.
Otra de las afectadas, Elisa Macías ha relatado a Europa Press que una vez estaban sentados dentro del avión, el capitán explicó la situación "únicamente en inglés" y tras escuchar las quejas habló en italiano, para que luego otra persona comunicará en un español, que "no se le entendía la mitad", que "fallaba el compresor y no se podía arrancar el aire acondicionado ni los motores".
Tras esto, según ha explicado, han abierto "después de insistir y reclamar" las puertas del avión "un rato" porque la temperatura estaba llegando a los 50 grados, si bien "los pasajeros no nos podíamos poner en las puertas porque si rozábamos la escalerilla nos expulsaban del vuelo, se consideraba que rechazábamos el vuelo".
Esta afectada ha trasladado que "ya al final" han repartido "tres o cuatro botellas de agua", pero que las azafatas les explicaban que no había agua para todos, por lo que se repartieron entre los dos bebés y los niños que había entre el pasaje.
Finalmente el avión estaba siendo remolcado de vuelta hasta el aeropuerto y para esto "han cerrado las puertas y hemos estado otros 30 minutos dentro sin aire acondicionado" hasta que "un hombre se ha levantado histérico por la claustrofobia y la calor y se ha ido hacia la puerta delantera y la ha abierto". En ese momento, según ha indicado, se ha abierto la rampa de emergencia porque "ya no había escaleras y el avión ha quedado inmovilizado".
Tras salir del avión, los viajeros se han dirigido al edificio de la terminal de San Pablo y han comenzado a reclamar y ha informarse. Así, una persona de Ryanair les ha comunicado que la compañía está "intentando reparar el avión", y donde, además, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) ha repartido botellas de agua, aunque "no es su responsabilidad", según ha informado AENA a Europa Press.