Guadalajara, SP, 19 de mayo de 2014.- La pregunta que no formuló la prensa el pasado sábado en la presentación de la Red de Víctimas Españolas de Catástrofes, REVES, más evidente quizás, sería la de qué tienen en común los familiares del cámara de Telecinco José Couso, asesinado en Bagdad el 8 de abril de 2003 o los de los fallecidos en el accidente del Yak42 subcontratadísimo por el EA, los del Metro de Valencia, Alvia, JK5022, o los del helicóptero de Bosnia, etc, etc… El denominador común evidente es la sensación de inmenso dolor, pero el menos evidente, y quizás aún más doloroso, es la sensación de desamparo, de desprotección y de injusticia que les embarga, les bloquea, y en definitiva les hace sufrir más aún a todos, si eso es posible. Y eso sí es objetivamente evitable. Miguel Sencianes, presidente de la Asociación e Víctimas del Yak-42 sentenciaba en su intervención a qué nos referimos. «El próximo 26 de mayo se cumplirán 11 años que un vuelo DECLARADO ILEGAL POR DOS VECES, en un Juzgado de Zaragoza, POR GRAVES NEGLIGENCIAS DEL APARATO, DE LA TRIPULACION Y DE LA COMPAÑÍA, y Trillo dijo que el avión era un buen avión y que nuestros familiares estaban bien identificados…» «11 largos años duros, de instrucciones judiciales han desvelado todo lo contrario». El resultado fue el fallecimiento de 62 militares españoles.
Las familias estuvieron dos años para recuperar el cadáver de sus familiares, y finalmente en algunos de los casos no pudieron hacerlo ni tan siquiera con sus cenizas, señalaba el Sr.Sencianes. Acusan al Sr. Trillo, ministro de Defensa entonces, y hoy plácido embajador de España en el Reino Unido, de haber ocultado el Acta de Defunción, lo que les obligó a viajar a Turquía.