Madrid, SP.- La regularización de los pilotos de la aerolínea de bajo coste irlandesa Ryanair con base en España a la legislación española supondría un coste de 1,3 millones de euros para la compañía, según un sindicato español mayoritario de pilotos de líneas aéreas, una cifra considerada «insignificante» para el sindicato teniendo en cuenta su beneficio récord de 1.316 millones de euros en su último ejercicio, un 6% más. La compañía evidentemente hace las cuentas de esta regularización en los países en los que tiene bases. En cualquier caso, efectivamente es pecatta minuta, salvo por las cuestiones de los Derechos Laborales que subyacen a las distintas legislaciones nacionales, que es lo que realmente preocupa a la compañía.
El sindicato, con un grado de representación que ronda ya el 70% entre los algo más de 700 comandantes y copilotos de la compañía basados en España, presentó la pasada semana una demanda ante la Audiencia Nacional. Reclaman por esta vía contratos bajo legislación laboral española y la negociación de un convenio, frente a las convocatorias de paros del colectivo surgidas ya en Europa.
Los pilotos se basan en sentencias del Tribunal Supremo español y del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) para argumentar que los pilotos deben estar contratados bajo regulación laboral española. Teniendo en cuenta la rapidez de la institución, los pilotos confían en que a finales de septiembre comienzos de octubre se señale la celebración de un juicio.
Según explicaron fuentes del sindicato de pilotos, esta demanda, aunque compleja en su argumentación jurídica, tiene un objetivo simple: que los trabajadores de la aerolínea Ryanair que trabajen en España tengan en sus contratos el reconocimiento de la legislación laboral española así como la negociación de un convenio colectivo.
El problema es que la compañía tiene a los pilotos contratados bajo diferentes modalidades y condiciones laborales: contratos directos firmados con Ryanair, contratos realizados a través de brókers (intermediarios), o mediante sociedades fuera de España a modo de autoempleo (self employed), sin vinculación laboral con la empresa. Todo ello hace la negociación aún más compleja.
La presión sobre la compañía y la escasez de pilotos ha mejorado el ratio de comandantes en plantilla y subcontratados por Ryanair en España: que ahora es del 70% en plantilla-30% falsos autónomos, tras llegar a un pacto con la compañía que evitó una nueva denuncia del sindicato.
«INSEGURIDAD JURÍDICA» Y PÉRDIDA DE DERECHOS.
Los pilotos lamentan su actual «inseguridad jurídica» y la pérdida de derechos laborales que supone que situaciones como fallecimiento de familiar, nacimiento de un hijo, baja por enfermedades o traslados no se reconozcan adecuadamente con el consiguiente perjuicio para los trabajadores.
Adaptar los contratos a la legislación laboral española supondría unos costes de unos 1,3 millones de euros para la compañía liderada por Michael O’Leary, que justifica su oposición a su estructura empresarial y a su sede en Irlanda, que le ha generado ser la mayor ‘low cost’ de Europa.
Una justificación rechazada por los sindicatos pues otras aerolíneas de bajo coste como easyJet o Norwegian si recogen los derechos laborales españoles en los contratos de sus trabajadores y además les pagan «mejores sueldos» lo que ha provocado la fuga de muchos pilotos.
«Las otras compañías, que son viables y exitosas, tienen perfectamente regularizados a sus trabajadores y Ryanair está jugando al límite de la legalidad ejerciendo una competencia desleal respecto a sus competidores. Todo ello además con amenazas de despidos y traslados de base de sus trabajadores«, denuncian desde el sindicato español.
El sindicato asegura que «la compañía se está provocando la huelga a sí misma con su actitud de no cumplir con los derechos laborales que le corresponden».
OPTAR POR LA VÍA LEGAL.
Mientras Ryanair aguanta el pulso y decidió la semana pasada cancelar 400 vuelos con partida o llegada a España por la huelga convocada por los tripulantes de cabina (TCP).
Y es que la reivindicación de reconocimiento de la normativa legal española es idéntica a la de los 1.800 auxiliares de vuelo de la aerolínea irlandesa en España. USO y Sitcpla han optado por presionar a través de la huelga, y tras un acercamiento con la compañía, reanudarán las negociaciones en septiembre.
Los pilotos españoles han elegido la vía judicial, a través del prestigioso abogado laboralista Luis Enrique de la Villa, del bufete Roca Junyet, confiando en que finalmente los tribunales les den la razón.
En otros países los pilotos han optado por vías diversas. Así los pilotos de Bélgica y de Suecia de la aerolínea irlandesa irán a la huelga el próximo 10 de agosto, mientras que los pilotos de Alemania y Holanda también han aprobado paros, pero no han anunciado cuándo.
«EXCELENTE» EN LA OPERATIVA, NEFASTA EN EL TRATO AL PERSONAL.
Los pilotos españoles aseguran que Ryanair es una compañía «excelente» en muchos sentidos (en temas de operativa, de instrucción de pilotos, del mantenimiento de las naves), pero denuncian que se han olvidado de la relación laboral con sus trabajadores.
El sindicato recuerda que la compañía ha intentado resolver los problemas por la vía económica ofreciendo subidas del 20% en los salarios de los pilotos, pero alertan que detrás de estas subidas de sueldos se enmascaraban la renuncia a la representación sindical libre.
Los pilotos confían que la aerolínea cambie de actitud e insisten en que lo único que solicitan es que se regularice los contratos de los pilotos en España y los ajuste a la legislación laboral y fiscal española.
«No pedimos subidas salariales ni trabajar menos, sino un trato humano y que entiendan que las personas también son activo muy importante dentro de una compañía que queremos que se mantenga fuerte y como una de las aerolíneas más importantes de Europa y del mundo«, concluyen desde el sindicato de pilotos a la espera de la respuesta de los tribunales a la vuelta del verano.