Madrid, SP, 25 de enero de 2016.- El sindicato SEPLA señala en nota de prensa que la compañía franquiciada de Iberia, Air Nostrum, «está tratando de intimidar a sus pilotos enviándoles e-mails para apercibirles de supuesta falta de puntualidad e instarles a mejorarla». Esta presión denunciada a las tripulaciones se encuentra en flagrante contradicción con la cultura de la seguridad, sin que sea necesario recordar cómo en trágicas circunstancias, este factor, la presión, pudo estar detrás de algún trágico accidente en la aviación española e internacional. Algo que los pasajeros tambien deberían tener siempre en cuenta si sufren un retraso en su vuelo. La presión que podría inducir a desviar el estricto criterio en las decisiones facultativas de los profesionales, evidentemente supone una amenaza que debería ser evidentemente mitigada por la Autoridad Aeronáutica, tras un análisis al respecto, en el caso de confirmarse que podría tener una incidencia en la safety con la que se opera. Imagínense un cirujano al que la gerencia del hospital le recuerda que tiene una abultada lista de espera, y que tratándose de un cargo de confianza se debe al hospital que le paga, en lugar de al paciente en cuyas manos está su vida. ¿Sería tolerable no?
NP SEPLA/Comandantes de Air Nostrum en el punto de mira de la compañía
La compañía Air Nostrum está tratando de intimidar a sus pilotos enviándoles e-mails para apercibirles de supuesta falta de puntualidad e instarles a mejorarla. En sus misivas, la compañía compara los datos de puntualidad del aludido con los del resto de compañeros, presionándoles para que la puntualidad «mejore en los próximos meses de forma significativa».
Además, recuerda que «como cargo de confianza –comandante-, tiene la obligación de salvaguardar los intereses de la compañía», exhortándole a continuación a mejorar sus datos.
Air Nostrum parece olvidar aquí que los comandantes de la compañía han alcanzado dicho cargo por acumulación de experiencia y según lo establecido en el convenio colectivo, y no por un mero arbitrio de la empresa que les haya puesto ahí en una demostración de confianza. «En todo caso –recuerdan desde la sección sindical de SEPLA en Air Nostrum- la principal prioridad de un comandante es la de salvaguardar la seguridad de la operación, algo que aquí no parece importarles lo más mínimo».
En sus e-mails, la compañía deposita la total responsabilidad de los retrasos a la acción de los pilotos, olvidando el resto de factores que inciden en la puntualidad, como son el handling, la coordinación, el suministro de combustible, control del tráfico aéreo o cualquier departamento involucrado en poner el avión a punto para volar. No aclara tampoco cuáles son los criterios que ha utilizado para medir la puntualidad personal de cada piloto, o qué medidas podrían tomarse para mejorarla. Muestra palpable de la verdadera intención de la compañía: ocultar su deficiente gestión de la operación y, de paso, amedrentar a sus pilotos.
Los pilotos de Air Nostrum quieren recordar que las programaciones que hace la compañía son imposibles de cumplir, y así ha sido denunciado por sección sindical en numerosas ocasiones, al no respetar siquiera los tiempos mínimos de puesta a punto del avión durante su aparcamiento en el aeropuerto. A fecha de hoy, siguen emitiéndose programaciones en las que las horas de aterrizaje y despegue de los sucesivos vuelos vienen solapadas, así como muchos otros casos en los que se programan escalas con tiempos inferiores a los reseñados para cada aeropuerto en el Manual de Operaciones.
«La compañía parece empeñada en presentarnos como malos empleados que no cumplen con su trabajo» lamentan desde la sección sindical de SEPLA en Air Nostrum, que han pedido en reiteradas ocasiones los criterios para evaluar la puntualidad de la compañía sean consensuados entre la representación sindical de los pilotos y la dirección de operaciones, en la única medida que afecten a los pilotos.