El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y su familia enfrentaron un inesperado contratiempo mientras se dirigían a su destino vacacional de Semana Santa. A bordo del Falcon 900 del Ejército del Aire, el cual había despegado de Madrid con destino al palacete de Las Marismillas en Doñana, el vuelo se vio interrumpido por una avería que desencadenó un descenso de emergencia.
Mientras sobrevolaba Ciudad Real, la aeronave, que se encontraba a más de 9.000 metros de altura, descendió abruptamente 6.000 metros en apenas unos minutos, sugiriendo una despresurización en cabina según expertos consultados por OKDIARIO.
Tras el incidente, el Falcon retornó a la base aérea de Torrejón de Ardoz con prioridad para aterrizar. Aunque se gestionó rápidamente un nuevo avión para que Sánchez y su familia pudieran continuar su viaje hacia Doñana, el percance resalta las preocupaciones sobre la seguridad de la flota de aviones oficiales del Grupo 45 del Ejército del Aire, los cuales han experimentado problemas similares en el pasado, según indicaron fuentes del Ministerio de Defensa consultadas por OKDIARIO.