El tribunal de apelaciones de Bruselas declaró ayer que la desaparecida aerolínea Swissair fue responsable de la quiebra de la belga Sabena en 2001, aunque impuso indemnizaciones muy inferiores a las demandadas.
La corte consideró que Swissair incumplió sus obligaciones contractuales al no participar en la recapitalización de la compañía aérea belga, a lo que estaba obligada según un acuerdo de 2001.
En aquel momento, Swissair tenía el 49,5 % del capital de Sabena (en la que fue accionista minoritario desde 1995 hasta 2001), mientras que el 50,5 % restante estaba en manos del Estado belga.
Sabena se encontraba en graves dificultades financieras en 2001, pero Swissair, que a su vez atravesaba serios problemas económicos, no acudió a la recapitalización, de forma que la aerolínea belga se declaró en quiebra en noviembre de 2001.
En una época muy dura para el sector del transporte aéreo tras los atentados terroristas del 11 de septiembre en EEUU, la aerolínea suiza sobrevivió sólo unos meses y desapareció durante 2002.
El tribunal rechazó la petición del Estado belga, que reclamaba una indemnización de mil millones de euros por el coste del plan social de los 12.000 trabajadores que tenía entonces la empresa, según la agencia Belga.
La sentencia condenó también a los administradores judiciales de la antigua Swissair a indemnizar con 18,3 millones de euros a los administradores judiciales de la antigua Sabena, frente a los 2.000 millones de euros que demandaban éstos.