Bruselas, BEL.- El lobby de compañías aéreas europeas, A4E, en rueda de prensa protagonizada por Willie Walsh (IAG) y Michael O´Leary (Ryanair) aseguraba ayer mañana en Bruselas que el 71% de los retrasos durante el primer semestre del año tienen como causa lo que denominan «problemas estructurales» de la Gestión del Tráfico Aéreo, ATM, debidos a la falta de personal, y, señalan constantes huelgas de los controladores aéreos… 25 millones de pasajeros se vieron afectados por esta situación.
Walsh se quejaba de que las medidas llevadas a cabo por gobiernos europeos y ACCs «son escasas y llegan tarde», reclamando la modernización del espacio aéreo europeo, mediante una solución a largo plazo, lo que evitaría emisiones innecesarias de CO2 a la atmósfera. Señala a los políticos como lastre durante 18 años sin resultado alguno.
La consecuencia son los «cuellos de botella» en Alemania y Francia. Tras el anuncio de ecotasa verde en Francia para la aviación, señalaron la relación existente entre emisiones y retrasos.
O´Leary en su línea critico el que se penalice a la industria con impuestos, «y por extensión a sus clientes», lo que ya indica quién acabará pagando cualquier tasa.
También el representante de Ryanair señaló las medidas que las aerolíneas están poniendo en marcha para mitigar el incremento de retrasos en verano, como repostar combustible durante el embarque, inversión en más personal y flota para cubrir las incidencias.
Pero el mantra de las huelgas en el sector aéreo señalaron que es una complicación añadida a los auténticos problemas que son los estructurales. Y detallaron la huelga de controladores aéreos en Bélgica que supuso cancelar más de 500 vuelos de las compañías de A4E. «Las continuas huelgas de ATC afectan a futuras inversiones y mejoras en la gestión del tráfico aéreo en Europa» señaló la CEO de Brussels Airlines, C.Foerster
«La Comisión Europea y los Estados miembros deben implementar el Cielo único Europeo y poner en marcha recomendaciones del Informe sobre Arquitectura del Espacio Aéreo» para mejorar la eficiencia y costes además de una reducción del 10% en emisiones C02, indicó Thomas Reynaert director general de este lobby de aerolíneas europeas.