La Asociación Profesional de Controladores de Tránsito Aéreo, APROCTA, denuncia que AENA, con el consentimiento de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, AESA, no cumple con la formación estipulada por la Directiva de Licencia de Controlador Aéreo en lo que a la competencia lingüística se refiere.
Fomento reconocía ante la Comisión Europea que "la formación en idiomas será responsabilidad de los operadores aéreos en el caso de los pilotos, y en el de los controladores de tránsito aéreo recaerá en AENA, como proveedor de servicios de navegación aérea en España".
Jesús Gómez Lera, secretario general de APROCTA, explica que "AESA, en lugar de
llamar al orden a AENA, proveedor de servicios, y hacerle cumplir con los requisitos
comunes fijados para ellos en los reglamentos de cielo único, amenaza a los
controladores, que siguen esperando recibir su primera hora de formación sobre
emergencias, situaciones anómalas, cursos de refresco y, sí, también de formación
lingüística". Además el Secretario de la asociación profesional añade que "AENA no ha
hecho los deberes y ahora, rápido y mal, quiere enmendar su descuido. Un descuido que arrastra desde 2006, cuando se publicó la Directiva Europea que aborda esta cuestión y que debe resolver antes del 5 de marzo, que es cuando se acaba el plazo".
La Asociación Profesional opina que con el examen escogido por AENA, podría darse la
circunstancia de que controladores con un nivel más que suficiente del idioma no
superen la prueba por la complejidad que entraña el desarrollo de la misma y la pregunta que plantea a AENA es ¿qué van a hacer con aquellos que no pasen ese examen? "La empresa aún no ha garantizado nada y eso no lo podemos consentir. Ha sido la falta de previsión, tanto de AENA como de AESA, en el cumplimiento de una serie de pactos nacionales e internacionales, lo que ha generado el problema" asegura el Secretario General de APROCTA.
David Guillamón, portavoz de la asociación profesional, explica que "los controladores
están recibiendo notificaciones de la AESA que incluyen la amenaza expresa de recibir
una multa de hasta 225.000 euros y/o la pérdida de la licencia por no presentarse a unas pruebas lingüísticas que la propia AENA define como voluntarias". Pero es más, según Guillamón "no entendemos porqué AESA nos obliga a realizar esta prueba voluntaria con un examinador determinado, que no es otro que SENASA, puesto a dedo por ellos, ya que según la Directiva nos podemos examinar con cualquiera siempre que esté certificado".
Para APROCTA la formación es una cuestión esencial en el trabajo de un controlador
aéreo y por eso ha sido uno de los puntos que se acordó en el acuerdo de mínimos
firmado entre AENA y USCA el pasado 13 de agosto.