Madrid, SP, 15 de septiembre de 2014.- Una vez más, y desgraciadamente son ya demasiadas, tenemos que volvernos a hacer eco del fallecimiento de un piloto en labores de extinción de incendios. Aún no habiendo sido una campaña especialmente complicada en lo que número de incendios se refiere tenemos que lamentar ya la muerte de dos pilotos en estas labores.
Ante tales datos no existe una solución mágica que, de un plumazo, corrija todos los males del sector. Por el contrario se deben de aportar muchas conjuntas, trabajar en todos los frentes y todos los implicados a una: colegios profesionales, sindicatos y empresas por que, señores, esto no puede seguir así. Son ya demasiadas viudas sin marido, hijos sin padre y familias destrozadas para que todo el mundo siga mirando hacia otro lado.
Demasiados años esperando un Real Decreto que regule esta actividad profesional, demasiadas muertes por el camino y seguimos a la espera de ver la reglamentación oficial definitiva publicada en el BOE, la cual esperamos, hemos de decir, que no sin ciertas (muchas) reticencias al respecto de confirmarse ciertos algunos borradores del RD filtrados.
A la vista está que las empresas de motu propio no van a mejorar por si solas mientras no exista una reglamentación contundente que les obligue a ello, muchas son las barreras en las que hay que trabajar para evitar los accidentes pero… poderoso caballero es don dinero y en la aviación todo cuesta, y mucho, dinero.
Ya se presentó por parte de este sindicato un estudio de siniestralidad que avisaba de unas cifras de mortalidad totalmente fuera de tabla pero sin embargo se nos acusó de demagógicos y de manipular las estadísticas.
Lamentablemente la trágica y tozuda realidad vuelve a poner el problema encima de la mesa y desgraciadamente para otro compañero ya es tarde.
No hay que ser un gran matemático ni hay que tener una mente privilegiada para sacar una simple cuenta, dos muertos llevamos esta campaña sobre un colectivo en activo de 350, 400 ó a lo sumo 500 pilotos.
Para no caer otra vez en la crítica fácil de demagogia y manipulación hagan ustedes un procedimiento sencillo: primero pongan el dato global de pilotos en activo que prefieran (realmente va a dar «igual» ya que el resultado final seguirá siendo totalmente inaceptable y desmedido).
Seguidamente vayan a la página del ministerio de empleo y seguridad social, cojan la fórmula oficial para calcular los índice de mortalidad (fórmula bastante sencilla) y comparen el dato obtenido con el resto de datos oficiales de otras profesiones.
Luego, señores, con sus propias cifras vuelvan a acusar a este sindicato de demagogia, quizá más bien lo que pasa es como bien dice el dicho popular: la ignorancia, que es muy atrevida.
Ahora, con todos estos datos y hechos en la mano díganos ustedes, señores que legislan: ¿Cuantos más deben de morir?