Tras el cierre de la aerolínea el pasado 22 de diciembre, con la propuesta de Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de los cerca de 650 empleados de la compañía y permiso otorgado por el Juzgado de lo Mercantil de Madrid, para acogerse al artículo 5.3 de la Ley Concursal, antes de formalizar su presentación de concurso de acreedores voluntario, que le permite negociar sus deudas durante tres meses, no han cesado las reuniones entre sindicatos y empresa, sin llegar a ningún punto de encuentro durante este tiempo, algo más de tres meses, y lo único claro hasta este momento, es la nula efectividad ejercida por los representantes de los trabajadores y patente manifestación de total desunión entre las distintas plataformas sindicales SEPLA, UGT, STAVLA, USO y CGT.
Las buenas intenciones de crear un comité de seguimiento, para analizar durante este tiempo de prórroga, antes de la declaración del Concurso de Acreedores, posibles ventas de activos de la aerolínea, ha sido una vez más "boicoteado" por los representantes de la empresa el bufete de Uría Menéndez, de igual modo, la certificación de solvencia de la empresa por parte de FOGASA, para poder hacerse cargo de las indemnizaciones correspondientes. Además, de desconocer la inmensa mayoría de los trabajadores, el contenido y el continente de esas reuniones periódicas que vienen manteniendo, aunque en vano, la empresa y los representantes de los trabajadores. Al frente de las centrales sindicales ha habido, personas más o menos eficientes en su gestión y poco o mucho dadas a la notoriedad, pero todas han sido presa de un alejamiento paulatino, de la realidad laboral, de la defensa de los derechos e intereses del trabajador y más bien, se ha convertido en una forma de ganarse la vida a través de las instituciones con fondos públicos, en lugar de ser el refugio del trabajador cuando se atenta contra sus derechos laborales, asistenciales o económicos. Es muy fácil ser sindicalista, cuando el engranaje empresarial y laboral está engrasado y funciona aceptablemente, pero sin embargo, cuando este engranaje chirría y hace falta meter mano, nadie quiere ensuciarse, a pesar de lo que cuesta mantener una afiliación en estos sindicatos, bien se preocupan ellos de mantener las afiliaciones y nuevas altas, administrando unos fondos a su conveniencia, en lugar de pensar más, en la del trabajador; Ésta mala praxis, ha ocasionado lo que ahora padecemos; gran parte de la clase empresarial se ha aprovechado de esta inoperancia y mediocridad de los llamados defensores de los trabajadores, que han permitido unos niveles de enriquecimiento sin precedentes en la Historia de España, ¿cómo es posible permitir que un empresario, tenga a sus empleados sin cobrar durante cinco y seis meses?, ¿cómo es posible que la Administración lo conociera, por denuncias de los trabajadores, y no actuara con los mecanismos disponibles?, y lo que es peor, ¿cómo es posible que ese empresario, sea el interlocutor entre los sindicatos y resto de los empresarios?, si se da por válido, será que el empresariado español acepta esas prácticas como buenas y colaborar con los empresarios en las escandalosas indemnizaciones a altos directivos., produce sonrojo. Para tener un mínimo de cobertura en defensa laboral, no tienes otra opción que contratar los servicios de un gabinete jurídico independiente y destinar presupuesto extraordinario para este cometido, cuando debía de ser en ese momento, el de mayor actividad ofensiva de los representantes sindicales y estar lo suficientemente preparados para repeler estos ataques al trabajador, con todas las herramientas disponibles en el ámbito de derecho laboral y mercantil español y destapar y desvelar desde sus cimientos el castillo de naipes y la maraña de la sociedad patrimonial Teinver y sus filiales entre las que se encuentra Air COMET y Astra, con la matriz Holdisan y Parihol, ejecutando una Auditoría externa con aportación de toda la información relevante que conduzca al menos a satisfacer la liquidación de la deuda adquirida con todos y cada uno de los trabajadores de Air COMET, sin tener que esperar la resolución del contencioso de la expropiación de Aerolíneas Argentinas y que podría eternizarse. Por desgracia, la pretensión del empresario, de dividir a los trabajadores, no liquidar la deuda contraída con los mismos al cierre de Air COMET, no exigir responsabilidades incluso penales, al entonces Consejero Delegado Ignacio Pascual de Riva, y seguir como si nada hubiera ocurrido, manteniendo su cargo de Presidente de la CEOE, la actividad pública con total normalidad y recibiendo subvenciones para el resto de sus empresas, como un balón de oxigeno dado por el Gobierno para que siga con el respaldo de su socio Gonzalo Pascual enrocado, como presidente de la patronal e interlocutor con los sindicatos, para emprender la reforma laboral del futuro de los españoles, son un mal presagio para esta historia que parece ser interminable. Ahora no es momento de movilizaciones y algaradas, que puede ser útil para que no quede en el olvido un tema de por sí muy desagradable, cuando está en juego el patrimonio de muchos trabajadores, es el momento de actuar con los medios que un Estado que se dice llamar de Derecho, pone a tu alcance para defenderte de estos ataques y desprecio de un empresario, que además tiene la connivencia del Gobierno para continuar ignorando sus obligaciones como patrón y aparentando ser la víctima sacrificada, en lugar del principal causante de la quiebra y desequilibrio económico de Air COMET.