Murcia, SP.- El pasado martes se debatía bautizar el Aeropuerto de Corvera en Murcia, como «Juan de la Cierva Codorniú». 5 votos a favor de Ciudadanos y PP, por 4 en contra de PSOE y Podemos, hizo que finalmente se aprobará en la Comisión de Política Territorial de la Asamblea de la Región de Murcia. AD ha podido acceder a la argumentación de los grupos que se opusieron a poner dicho nombre al Aeropuerto de Corvera, que aún está en trámite de entrar en funcionamiento por las tan conocidas cuestiones de una gestión e iniciativa bastante más que deficiente. Pero ahí está esperando solventar los últimos escollos para su apertura.
Vaya por delante toda una retaila de argumentos más que sobrados como para poner el nombre de este ilustre componente de la Memoria Aeronáutica y Tecnológica en España, a un aeropuerto en la tierra que le vió nacer. Además de crear dos compañías, una en Gran Bretaña «The Cierva Autogiro Company» y otra en EEUU, «The Pitcarn-Cierva Autorigo Company of América», para el desarrollo del autogiro, dado que en su país como de costumbre las posibilidades eran bastante limitadas, siempre inscribió sus patentes en España. Algo que debe considerarse. En 1929 atravesaría el Canal de la Mancha, por vez primera en la historia con una aeronave de alas giratorias, en una travesía Londres-París. El reconocimiento mundial también lo tuvo en España nombrándole Ingeniero Aeronáutico Honoris Causa y el de la Fundación Duque de Alba de la Academia de las Ciencias.
Pero a nivel internacional, ensalzando la Marca España en los años 20-30, contó con el Trofeo Coller de la National Association Aeronautic de EEUU y la Medalla de Oro Guggenheim por «la mayor contribución de la época a la seguridad del vuelo en aeroplano», en la Exposición Internacional de Chicago en 1932, ante 10.000 ingenieros de todo el Mundo.
Expedición al Polo Sur en un autogiro en 1934 acompañando al vicealmirante R.E.Bird, o en 1935 por vez primera también en la historia un aeronave de alas giratorias aterrizaba y despegaba de la azotea de un edificio, del Post Office Building en Philadelphia, mejorando además la comunicación del correo postal hasta el puerto y aeropuerto locales. Nada menos que Thomas A. Edison en 1930 diría de él que «el autogiro constituye, después del primer vuelo de los Hermanos Wright, el mayor progreso aeronáutico alcanzado por el hombre». Con todo esto, que es un resumen, creo que se justifica el reconocimiento como ingeniero y tecnólogo en el lugar que le vió nacer, poniéndole el nombre al aeropuerto.
Y algo que quizás no se conoce, es que la Sentencia Lane de los EEUU reconoce que al menos había 20 puntos de la patente del helicóptero de Sikorsky que violaban las patentes del autogiro de De la Cierva.
Spain is different
Pues bien como señalábamos PSOE y Podemos se oponían el pasado martes a la denominación como «Juan de la Cierva Codorniú» al Aeropuerto Internacional de Corvera en Murcia, a pesar de lo ilustre de su figura reconocida mundialmente. Salieron los fantasmas, como el de la participación en la contratación del Dragón Rapid que trasladaba a Franco de Canarias a Africa al inicio de la Guerra Civil.
Es cogérsela con papel de fumar. Vamos a poner un sencillo ejemplo pero bastante gráfico de lo que queremos decir:
01-11-1933. Largo Caballero, Discursos a los trabajadores, Barcelona,
“Si no nos permiten conquistar el poder con arreglo a la Constitución… tendremos que conquistarlo de otra manera”
Desde Sevilla a Badajoz, pasando por Toledo y Las Palmas podemos encontrar hoy calles dedicadas a Largo Caballero, alguien que entre otras lindezas soltaba como si tal cosa una frase como esa. Pero como todo en Historia, ha de someterse al análisis del momento y el contexto en el que se produce.
En esos mismos años en los que Juan de la Cierva Codorniú se dedicaba a pasear el nombre de su país por todo el mundo a través del autogiro. Y esto también hay que analizarlo en el contexto en el que se produce. Evidentemente, desde el punto de vista de hoy, no tiene color alguno uno y otro contexto. Evidentemente la trascendencia que tiene la figura de Juan de la Cierva Codorniú como tecnólogo en su momento, es incomparable a la de Largo Caballero, como «político» en el suyo. Pero ambas figuras convivían en ese momento preciso, y ambas son parte de nuestra Historia. Ambas figuras absolutamente, o diametralmente opuestas, en lugares diferentes desde un punto de vista cultural, social, y espacial incluso.
El que suscribe asistió como hecho histórico al regreso a España, por las calles de Madrid, de los restos de Largo Caballero en 1978, como ahora asistimos emocionados al proyecto de puesta en vuelo de un C30 por iniciativa e impulso de la bisnieta de De la Cierva, Laura… Y exactamente con todo esto es con lo que hemos de convivir, y de lo que hemos de disfrutar incluso, como ciudadanos. Con nuestra propia Historia, con sus claros y sombras, como Nación. Ahí está la gracia de la vida precisamente. Y más aún cuando de lo que hablamos, exclusivamente de lo que hablamos es de la Memoria Aeronáutica o Tecnológica en España, algo que es necesario reivindicar, precisamente para poner o sobreponer este aspecto, como se sobrepone a artistas o científícos, independientemente de su libre y particular posicionamiento político en la vida. Ese es el punto… Un punto de encuentro siempre. Es como si elimináramos a Wagner de nuestra vida porque Hitler lo escuchaba, o a Herrera, sin ir más lejos en el campo aeronáutico en España, porque aunque fue presidente de la República en el exilio, se declaraba Monárquico y Católico. Por cierto, en cuyo túnel aerodinámico probó su C30 De la Cierva, y que desgraciadamente hemos perdido, quizás porque somos poco prácticos a la hora de preservar precisamente esa Memoria Aeronáutica en España. De la Cierva y Herrera sufrieron precisamente ambos pérdidas durante esa Guerra Civil en ciernes.
Y por eso nos parece interesante el argumentario empleado por el Diputado Regional de Ciudadanos Miguel López Morell, frente al diputado del PSOE López Pagán (heredero de la tradición de Largo Caballero, si nos ponemos espléndidos y puristas) que señalaba que «nosotros tenemos un problema de conciencia ética…» con el nombramiento de De la Cierva para bautizar el aeropuerto, por el asunto del Dragón Rapide, y añade «para nosotros es un problema ético, independientemente de que nosotros no vamos a considerar sus logros como ingeniero, pero nosotros no vamos a ensalzar a una persona que tiene en su biografía…» y que a pesar de reconocer los éxitos como ingeniero señala que eso (lo del Dragón Rapide) «es un error, y para nosotros es moral y éticamente inviable apoyar que esta figura sea ensalzada…»
La diputada Giménez de Podemos señala que aparte de estar de acuerdo con el planteamiento del PP en ensalzar la figura de De la Cierva al argumentar su voto favorable, «y que estamos de acuerdo con ella», pero añade «pero es cierto que tiene las connotaciones que se han dicho aquí…», de nuevo lo del Dragón Rapide, y la solución es buscar un proceso participativo para elegir el nombre, y el tan manido recurso de poner el nombre de una mujer. Vale, ahí queda eso.
Pero lo que a nosotros positivamente nos ha llamado la atención, por su nivel y razonamiento lógico, finalmente, es la intervención del diputado de Ciudadanos López Morell. Se nota su formación como historiador. De hecho al final de su intervención desvela algo tan demoledor como que De la Cierva, que además fallecía en accidente aéreo en Gran Bretaña en diciembre de 1936 no habría visto la Guerra Civil…
INTERVENCION DE LÓPEZ MORELL (según una transcripción no oficial):
Muchas gracias, señora presidenta.
Laura de la Cierva, posa junto a una fotografía de su bisabuelo, en el Aeropuerto Internacional de Corvera, ahora denominado «Juan de la Cierva Codorniú»
Como ya expresé en mi primera intervención, es para mí una satisfacción poder presentar esta moción conjunta, y lamento mucho la postura expresada, tanto por el Partido Socialista como por Podemos a este respecto, y me gustaría rebatir los argumentos que han expresado para votar en contra.
Entiendo de que el hecho de que el aeropuerto esté cerrado, yo creo que es una cuestión que no viene al caso. Simplemente estamos diseñando el nombre de una instalación, que esperemos que lo antes posible sea abierta, que estamos pagando todos los murcianos, y que en el momento en el que se reciba el aval pertenece a todos y cada uno de nosotros, y evidentemente, por la misma razón que se le pone a un barco su nombre antes de botarlo, estamos básicamente expresando la oportunidad de establecer un nombre.
No estamos en contra, desde luego, de que existan consensos sociales, pero los procesos participativos, con los que nunca hemos estado de acuerdo, porque entendemos que la nuestra es una democracia delegada, entendemos que solo pueden establecerse en contextos muy claros, y en este caso no tenemos muy claro que hubiese sido un final feliz o deseable en este caso.
Le pongo un ejemplo muy sencillo conocido por todos. Hace pocos años, el Diario la Verdad estableció un debate abierto y una especie de plebiscito, también, participativo, teniendo en cuenta que tiene el 80% de la cuota de mercado de periódicos escritos en la Región, que se suponía que tenía que ser lo suficientemente significativo. Pues sabrán ustedes, o recordarán ustedes que en ese proceso participativo, merced a la movilización de determinados grupos, en este caso cantonalistas, o digamos localistas, de la ciudad de Cartagena, salió elegida una persona que probablemente no conoce el 98% de los murcianos, que fue el antiguo alcalde Torres, con todos los respetos que su figura histórica puede suponer para la Región de Murcia. Entendemos que puede ocurrir lo mismo, y entendemos que es responsabilidad nuestra participar, como es responsabilidad nuestra y de cualquiera de los grupos presentar cualquiera de las enmiendas. ¿Desde cuando las propuestas que se presentan en esta Asamblea, sean propuestas de ley o sea cualquier tipo de enmienda, perdón, cualquier tipo de moción, tienen que presentarse, o hablarse o discutirse previamente con los demás partidos políticos? ¿Acaso no puede haber una idea? ¿Acaso no pueden ustedes plantear aquí una moción alternativa? No lo han hecho, ni su grupo, el Partido Socialista, ni el grupo Podemos. No lo han hecho aquí.
Me parece, por otra parte, que no tienen por qué descartarse otras posturas, otras posibilidades. Verbigracia: la diputada de Podemos nos habla de la posibilidad de que fuera una mujer; me parece encantador, estupendo. El nombre de la mujer, la figura de la mujer, evidentemente, hay que ensalzarla, y podemos encontrarnos en la necesidad de recuperar ejemplos históricos importantes. Desgraciadamente, en el mundo de la técnica, en el mundo de la ciencia no tenemos una Marie Curie en nuestra Región, pero sí tuvimos una María Moliner, la primera mujer que dio clases en la Universidad de Murcia, y una de las literatas más importante y psicóloga más importante de este país, así reconocida por todos, por todos. Su nombre aparece en la portada de la Biblioteca General de la Universidad de Murcia, pocas veces recordada; y en esta misma sala, en esta misma casa, existe una Sala Carmen Conde, y entiendo que es algo por lo que debemos de felicitarnos todos. Pero obviamente, si María Moliner es un nombre altamente recomendable para una biblioteca, Juan de la Cierva Codorníu no puede ser mejorado de ninguna de las maneras en nuestro país, y me refiero a nuestro país en su conjunto, si estuviéramos en Murcia o si estuviéramos en Valladolid, para dar nombre a un aeropuerto, porque, insisto, y como aquí se ha demostrado, estamos hablando de la mayor figura de la aeronáutica que ha habido nunca en España y difícilmente habrá.
Si en algo hemos destacado en el mundo de la aeronáutica, en ese campo de la ciencia, relacionado precisamente con el mundo aeroportuario, es precisamente con Juan de la Cierva Cordorníu y sus avances en la teoría del rotor y el desarrollo del autogiro. En ese sentido, entiendo que no puede ser discutible.
Insisto, estamos aquí, y parece que no se ha entendido nuestra propuesta, para honrar a un ingeniero, en su faceta de ingeniero; por supuesto que no aludo a una faceta política. Todos tenemos derecho a tener nuestra faceta política en este caso. En el caso de Juan de la Cierva Codorníu, y vamos a ser rigurosos, ya que me lo ha dicho el señor López, su faceta política fue mínima, incomparable a la de su padre, Juan de la Cierva y Peñafiel. Aquí no se está poniendo el nombre de su padre, se está hablando del hijo, que por tradición familiar fue diputado de la CEDA, y punto. Y lo único que hizo, que parece ser que tenemos que condenarlo por la historia, y dar de lado a su figura desde el punto de vista de la tecnología, porque encargó una avión para recoger a un militar.
Usted ya ha sacado la conclusión, dejándose llevar, por cierto, por la historiografía franquista, empezando precisamente por Ricardo de la Cierva, que es la persona que más escribió sobre este tema, biógrafo de Franco, y le da una importancia desmesurada a un hecho que es, empezando porque el general Franco no estaba llamado a dirigir nada, era parte de un golpe de Estado orquestado, y donde participaban muchos generales. Y por cierto, la persona principal de ese alzamiento, o golpe de Estado llámelo usted, se llamaba Sanjurjo, José Sanjurjo, y murió el 20 de julio de 1936, precisamente en un avión. Y todo estaba preparado para que dirigiera ese golpe de Estado, que desgraciadamente desembocó en una guerra civil.
Si en algún momento podemos enjuiciar la vida y los méritos personales de un tecnólogo, de un ingeniero que dio su vida por trabajar para desarrollar y avanzar la innovación en este país, tenemos que juzgarla porque encargó un avión, como que yo pido un taxi a usted, al salir de esta sala, de esta Asamblea, pues entendemos que tenemos mucha cortedad de miras.
Les recuerdo que el aeropuerto Adolfo Suárez renombra a una persona que fue secretario general del Movimiento, y muchas personas tampoco estarían de acuerdo en que Lorca tuviera el nombre del aeropuerto de Granada, pero da la casualidad de que Lorca lo admiramos, no por su filiación política, sino por sus dotes como poeta y como literato, y evidentemente no es discutible, y evidentemente, insisto, y termino, estamos honrando a un tecnólogo y no a un político, que nunca ejerció como tal, y que, por cierto, no vio la Guerra Civil, murió tres meses después.
Por todo esto finalmente nos debemos quedar con la iniciativa loable de Laura de la Cierva, para recuperar en vuelo el C30 de su bisabuelo «Juanito», y esto es lo que al final queda realmente… ¡Cómo no se va a recordar la figura de Juan de la Cierva en el lugar que le vió nacer…! ¿Estamos locos?
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies