Todos los dedos señalan la falta de implicación de la Autoridad Aeronáutica española en velar y supervisar la seguridad operacional de los helicópteros. "Es la hora definitiva de parar esta intolerable dejación de funciones por parte de los tecnocratillas asalariados de los ciudadanos" señala un fuente indignada a AD. Los pilotos se muestran "desesperados", y el siguiente paso será la "paralización total" del sector con los fríos datos estadísticos en la mano como palmario argumento. Los datos son "brutales", brutales e intolerables. "Ayer fueron Miguel Blanco, José Fernández y su pasajero, pero habrá más si no paramos esta sangría en seco" nos indica nuestra fuente.
Así, ha mostrado la "desesperación" del sector de pilotos de helicópteros por "la falta de explicación de las autoridades en relación a la seguridad aérea de estos aparatos". "Estamos dejado de la mano de Dios", ha afirmado.
EUROPA PRESS.-Además, el portavoz del Sepla ha recordado que desde hace diez años "vienen denunciando la falta de seguridad, pero las autoridades competentes no hacen anda al respecto, lo que provoca que las empresas del sector campen a sus anchas". Aunque ha reconocido que hay empresas que "intentan hacerlo bien en seguridad, otras piensa que esto es 'el lejano oeste'".
Según datos de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac), los trabajos aéreos en helicópteros reflejan una media de accidentalidad de 7,36 accidentes por año, tomando como referencia los datos desde el año 2010 hasta septiembre de este año 2011.
Así, el portavoz de Sepla y piloto de helicóptero ha asegurado que "el sector de helicópteros es el que tiene más porcentaje de accidentalidad" y ha precisado que el 68 por ciento del total de accidentes de helicópteros se producen en extinción de incendios, búsqueda, salvamento y rescate. En este sentido, ha indicado que si se extrapola la mortandad laboral de los pilotos de helicópteros a la Policía Nacional, serían cada año 294 efectivos los que fallecerían en acto de servicio".
16 FALLECIDOS EN 2011
Además, ha lamentado que en lo se lleva de 2011 van 16 fallecidos y siete heridos graves, englobando las tres últimas muertes como consecuencia del accidente que se produjo este lunes en Granada. Al hilo de esto, ha concretado que este 2011 han fallecido cinco pilotos, y desde el 2000, son 65 personas las fallecidas en accidentes de este tipo, lo que refleja una media de 5,41 muertos por años y un total de 39 tripulantes de un total de 525.
"España es el país de Europa con mayor accidentalidad en helicópteros", ha manifestado, criticando que están "desamparados", incluso después de haber informado de la situación del sector a los distintos grupos políticos en el Congreso de los Diputados y de haber presentado denuncias. "Padecemos la ineficiencia, la connivencia y dejación de funciones de la Autoridad Aeronáutica Española", ha confesado.
Por otro lado, ha resaltado que "no se sienten protegidos en la Constitución en lo que a libertad de expresión se refiere". Asimismo, ha criticado el "monopolio" en el mercado, "tolerado por las administraciones públicas".
De nuevo, el portavoz del Sepla ha reiterado, en declaraciones a Europa Press, que la principal reivindicación del colectivo ante el último número de accidentes es "la falta de implicación de la Autoridad Aeronáutica Española en velar y supervisar la seguridad operacional; y la falta de normativa operacional para realizar operaciones de trabajo aéreas". En esta línea, ha explicado que la normativa europea contempla los vuelos de pasajeros y las operaciones de emergencias médicas con helicópteros, pero el resto "compete a los países, y en España las inspecciones de seguridad son papel mojado", ha advertido.
Asimismo, ha calificado de "papel mojado" los certificados de aeronavegabilidad. Por otro lado, ha indicado la falta de descanso en los pilotos de helicópteros con un máximo de jornada laboral de 2.000 horas al año, cuando un trabajador normal tiene 1.850 horas". En esta línea, los pilotos en trabajos de incendios forestales "tienen que soportar doce horas diarias y hasta 22 días seguidos de trabajo, con excepciones de hasta 44 días seguidos".
El portavoz de la organización sindical ha advertido que "la mayoría de las "helisuperficies" son ilegales y no cumplen con la normativa nacional ni internacional.
"FALTA DE INDEPENDENCIA"
En referencia a las causas del accidente de este lunes en Granada, el piloto de helicóptero ha lamentado que éstas se conocerán "dentro de un año y si vienen bien explicadas", criticando la falta de independencia de la Ciaiac, que al igual que Aviación Civil y la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA), pertenece al Ministerio de Fomento, por lo que la connivencia está clara".
NP SEPLA.- Madrid, 20 de septiembre de 2011.- Tras el accidente de helicóptero ocurrido ayer en Granada, en el que fallecieron tres personas, son ya 16 las muertes producidas en accidentes de helicópteros ocurridos en España en lo que va de año. Una cifra alarmante, según SEPLA, "que confirma la incapacidad de Fomento y de la autoridad aeronáutica para poner freno a un índice de siniestrlidad que supera, con mucho la media europea".
De acuerdo con un estudio realizado por SEPLA, en el periodo 2000-2010 murieron 49 personas – de las que 34 eran tripulantes- en los 81 accidentes de helicóptero registrados, con una media de 4,45 muertos por año. "En los nueve primeros meses de 2011 -explica un portavoz de SEPLA- hemos superado alarmantemente esta media macabra, con 16 muertos y 7 heridos graves en los 8 accidentes registrados, en los que han fallecido 5 pilotos". Una cifra que sitúa a la profesión de piloto de helicóptero entre las más peligrosas "ya que desde el año 2000 hasta hoy han muerto 39 pilotos de un colectivo de 525, cifra que representa un 7,42 por ciento del total de pilotos".
Según el estudio, el 68 por ciento de los accidentes se produjeron en trabajos aéreos y, dentro de éstos, el 43 por ciento de los accidentes ocurrieron en tareas de extinción de incendios, el 9 por ciento en labores de carga, el 8 por ciento en búsqueda y rescate y el 40 restante en otras actividades. Según SEPLA, "resulta significativo el elevado índice de siniestralidad registrado por la compañía INAER, que entre 2005 y la actualidad ha registrado 19 muertes, de las que 11 corresponden a tripulantes".
Incapacidad de Fomento
Desde hace años SEPLA viene denunciado estos elevadísimos índices de siniestralidad que tienen su origen tanto en la ausencia de una legislación adecuada como en el reiterado incumplimiento de la existente por parte de los operadores, la falta de control de éstos por la autoridad aeronáutica y la deficiencia de las instalaciones. En este punto, Sepla publicó recientemente un estudio que señalaba que el 80 por ciento de los helipuertos españoles incumplen la normativa.
Principales deficiencias
Además de la precariedad laboral, las jornadas extenuantes, las interminables guardias y las bases deficientes, que condicionan el factor humano, el Sepla señala que existen una serie de factores que sumados a aquéllos facilitan este elevado índice de accidentabilidad del sector, especialmente la dejación de funciones por parte de la Administración para hacer cumplir la ley, además de la falta de supervisión de las operaciones y del mantenimiento de las aeronaves.
Según SEPLA, el número de accidentes y de muertes se reduciría drásticamente si la autoridad competente corrigiera una serie de irregularidades sistemáticas, entre las que destaca las siguientes:
Incumplimiento de la norma comunitaria sobre límites de actividad. Tanto la norma europea como su adaptación a la regulación española (mediante el real decreto 294/2004), limitan a 2.000 horas el máximo anual de actividad de trabajo para las tripulaciones de trabajos aéreos. Sin embargo, nuestro decreto deja abierta la puerta a que este límite pueda ser interpretado por las empresas, al definir como tiempo de trabajo aquél en que el tripulante se encuentre "en ejercicio de su actividad o de sus funciones". El caso de INAER, que controla cerca del 70% de las operaciones de trabajos aéreos en España, su Convenio, de cuya negociación SEPLA fue excluido, eleva a 2.250 horas el cómputo anual, a lo que se puede sumar otras 190 horas en conceptos como formación o desplazamientos. En total, 2.440 horas anuales, 640 más que lo permitido para las tripulaciones de aviación comercial y 615 más de lo estipulado en el Estatuto de los Trabajadores.
Helipuertos ilegales. Casi el 80% de las helisuperficies en España no cumplen con la normativa vigente adaptada del Anexo 14 de OACI sobre aeropuertos y helipuertos. SEPLA tiene constancia de 458 helipuertos en nuestro país, de los cuales tan sólo 115 cuentan con información en el Servicio de Información Aeronáutica o en la Publicación de Información Aeronáutica. Además, únicamente 46 de ellas ostentan el código de identificación de OACI. Parte de este descontrol nace de la titularidad de las instalaciones, que se mueve desde la Administración central hasta la autonómica e incluso local.
Vacío legal en las operaciones de rescate y salvamento y de extinción de incendios. En España, los servicios de extinción de incendios y de salvamento marítimo no cuentan con un procedimiento operacional cuando son llevados a cabo por operadores civiles, como es en la mayor parte de los casos. La normativa europea JAR-OPS 3, que regula las operaciones de helicópteros y trabajos aéreos, no incluye estas operaciones entre su ámbito de aplicación, y tampoco las autoridades españolas han redactado una normativa en ese sentido.
Este vacío legal ha sido denunciado por SEPLA desde hace años, a pesar de lo cual la Administración no ha querido o no ha sabido responder. Sin unas normas operacionales claras, los operadores tienen las manos libres para llevar a cabo estos servicios sin ataduras legales ni límites específicos, lo que deja a los pilotos en una posición absoluta de indefensión.
Falta de supervisión de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. En su acta de constitución, la AESA proclamó la "ordenación, supervisión e inspección de seguridad del transporte aéreo" como una de sus funciones primordiales, pero sigue sin existir una supervisión real del cumplimiento de los pliegos de condiciones técnicas que las empresas adjudicatarias de los servicios de helicópteros firman con la Administración que las contrata. Ello permite que, en la práctica, el operador efectúe menos entrenamientos a las tripulaciones de los establecidos en el pliego, o que provea de menos personal del requerido para mantener y operar un helicóptero cuando está en la base.