El jueves por la mañana se les hizo llegar por distintas vías a los controladores el siguiente mensaje: "Si no deponeis vuestra actitud, mañana el Gobierno aprobará en Consejo de Ministros un Real Decreto para volver a modificar vuestros descansos y actividades". La respuesta de los controladores no se hizo esperar, esa misma tarde: "la gente está muy caliente y no respondemos de las consecuencias que pueda tener esta nueva provocación".
El jueves por la noche, todos los controladores estaban al corriente del nuevo órdago del Gobierno, y como si fuera una convocatoria de botellón al estilo Twitter, los controladores al unísono se pusieron virtualmente de acuerdo: !Una provocación más, y nos desconectamos!. Lo que no es virtual, es que el mensaje llegó correctamente a la cúpula de AENA, a través de Juan Chozas Pedero que actúa como abogado de AENA e interlocutor de Fomento. El viernes por la mañana, como si fuera una campaña de Marketing Viral, todo el mundo del sector sabía lo que iba a suceder por la tarde. Incluido el Ministro de Fomento, el Presidente de Aena la responsable de Navegación Aérea y la Directora General de AESA.
Mientras, la cúpula del USCA escuchaba de los asesores jurídicos las posibles consecuencias nefastas que podía tener para el colectivo un paro generalizado e ilegal, y que habían sido trasmitidas a través del abogado Juan Chozas, los controladores convocaban una rueda de Prensa el viernes a las cinco de la tarde, denunciando que AENA había hecho nuevamente mal los deberes, ya que no había calculado la jornada laboral de los controladores para el 2010 correctamente, por lo que el Gobierno había tenido que recurrir nuevamente a publicar un nuevo Real Decreto (y van tres), llamando a la calma al colectivo ante esta nueva provocación. Evidentemente nadie hizo ni caso.
Todo el mundo lo sabía lo que se cocía y lo que iba a pasar, salvo los pasajeros…, incluida la oposición a través del bien informado senador del Partido Popular Ignacio Burgos, ya que llevaba toda la semana recopilando información para meter leña al Gobierno por los cierres del control de Santiago y la falta de previsión de AENA. Además estaba en contacto, al igual que otros portavoces de la comisión de Fomento, con César A. Cabo, portavoz del Sindicato USCA que les puso al día de la situación que se estaba viviendo, de forma directa.
Nadie previno las consecuencias correctamente…, excepto Rubalcaba
El Plan de Crisis filtrado por AENA a los medios de comunicación, contemplaba como probabilidad «escasa» que se diera esta situación ya que «la mayoría de los controladores perderían sus privilegios…..»; y aquí esta una de las claves de esta falta de previsión: nadie se esperaba que un colectivo con un perfil académico alto y un sueldo seguro, muy por encima de la media y avisados de las consecuencias que tendrían sus acciones, incluida la militarización de la Navegación Aérea, decidieran quemar las naves.
Por otro lado, a los controladores no creo que se les pasará por la cabeza que el Estado fuera capaz de declarar el Estado de Alarma, por primera vez en la historia de nuestra democracia, y como dice el diario El País, "conseguir doblegarles gracias a los tanques y a la militarización del espacio aéreo". No se si doblegar o no, pero a ver quien coño se enfrenta al Sargento Primero Barroso (nombre ficticio, no se porqué, pero todos los que hemos hecho la mili pensamos que había un sargento primero que se llamaba Barroso…hagan la prueba) pistola en mano.
Sin embargo Rubalcaba, que es de todo menos gilipollas, tenía todo calculado. Como en sus buenos tiempos de la guerra sucia contra ETA, saltándose el Estado de Derecho por el forro de lo que se imaginan, ha visto una buena oportunidad para que durante muchos días no se hable de otro cosa de lo malos que son los controladores y no de la crisis, ni de la «marcha verde» de los marroquíes a Ceuta y Melilla. De paso, el listo de la clase, Rubalcaba, ha enviado a Pepiño, Lema y Carmen Librero al final de la clase, mandando a Europa un mensaje de firmeza y a los empleados de AENA que habían anunciado movilizaciones en Navidad contra la privatización del ENTE, que cuidadín con lo que hacen. La única diferencia estará, en que si la movilización es de izquierdas se considerara como un acto revolucionario, al igual que la invasión de pistas de los empleados de tierra en el aeropuerto del Prat.
Rubalcaba en su salsa, no ha dudado un solo minuto en enviar a la Guardia Civil, a la Policía Nacional e incluso a los «inspectores de AESA» para hostigar a los controladores y se ha corrido de gusto con la oportunidad de militarizar el espacio aéreo, sacar los tanques y poner a los militares a vigilar "a punta de pistola" a los controladores; por cierto esto le va a venir bien para quitarse la imagen de ONG a nuestro ejército.
Es de intuir que Rubalcaba habrá utilizado todos los recursos del Estado, incluido el CNI para controlar a los máximos responsables del USCA ya que hay algunos hechos de la madrugada del sábado entre las 05:00 y las 07:00 de la mañana que hacen sospechar de que los Spanish James Bonds se dedicaban a coaccionar a los familiares de algunos dirigentes del sindicato.
AESA desaparecida
La Agencia Estatal de Seguridad Aérea no ha abierto la boca, y eso que según todos los expertos, indican que los niveles de seguridad en el sistema de Navegación Aérea se ha reducido notablemente, ya que afecta los sistemas de gestión de la seguridad establecidos, y no contemplan el desempeño de la actividad de control, bajo un mando militar así como las condiciones en los lugares de trabajo con porras, tanques y pistolas.
¿A qué espera AESA para tomar medidas que mitiguen los nuevos riesgos que conllevan al situación actual? ¿Va a esperar a ver si ocurre un accidente o incidente como siempre?
No se si lo que cuentan es verdad, pero dicen que los controladores con ese humor característico que empleamos los españoles ante las situaciones críticas, están realizando los cambios de turno al son del himno nacional que llevan en sus teléfonos móviles, al estilo del cambio de la guardia del Palacio de Oriente. La única diferencia es que hoy no es 20 de noviembre, y hoy todos somos menos libres.