Florencia Amat / Aviación Digital, Sp. – Correos Cargo se creó con el objetivo de fortalecer las conexiones entre Europa, Latinoamérica y Asia en materia de transporte de mercancías. El Airbus A330 «Milana Bonita» se estrenó el año pasado transportando más de 40 toneladas de ayuda humanitaria a Ucrania. Meses más tarde, la ruta Madrid-Hong Kong se hizo 100% operativa y se llegó a plantear el llegar a tres aeronaves para 2024. Ahora, la mirada de Correos va hacia el sur de América, donde pretende operar a medio plazo. La viabilidad de estos planes, sin embargo, no está del todo asegurada.
Según Europa Press, esta información viene a propósito de una pregunta a través del Congreso de los Diputados en la que se pedía una rendición de cuentas de la rama cargo de la empresa postal, especificando los gastos e ingresos de los aviones dedicados a dicha función.
El porqué de la preocupación de varios partidos políticos viene de las pérdidas registradas por Correos Cargo quien, muy lejos de facturar beneficios, tuvo que hacer frente a unas pérdidas de 25 millones de euros, según desvela el diario ABC. ABC añade también que Correos «está analizando todos los contratos del año 2022» con Iberojet, quien no asume la responsabilidad de dichas pérdidas.
Latinoamérica
En agosto del año pasado, Correos y la Unión Postal de las Américas, España y Portugal (UPAEP) firmaron un acuerdo de colaboración destinado a fortalecer sinergias en América Latina. En el mismo se hablaba de un «impulso de la paquetería internacional y el desarrollo del comercio electrónico en la región, con la posibilidad de aprovechar las soluciones de transporte aéreo que ofrece Correos a través de su línea de negocio de Correos Cargo«.
En esta línea, Correos Cargo quiere llevar el servicio que ofrecía hacia Hong Kong a Latinoamérica y prevé comenzar por Argentina, Chile y México; países con los que ya está comenzando a trazar la primera fase del proyecto. Según Europa Press, el representante de Correos aseguró en el Congreso que «Correos ya está transformando sus procesos y adecuando sus recursos para atender los cambios que se producen tanto en el ámbito de la exportación como de la importación».
La compañía aérea está por determinar
Iberojet fue la aerolínea de Ávoris con la que se inició esta «joint venture» y la encargada de destinar dos de sus Airbus A330 para el funcionamiento de Correos Cargo. Como ya explicamos en Aviación Digital, Correos se ocuparía de la gestión aduanera de los envíos, así como de las soluciones logísticas y comerciales para la captación de los flujos de paquetería; mientras que a cargo de Iberojet correría la organización de todos los medios materiales para llevar a cabo la operación y realización de los vuelos.
No obstante, parece que se ha dado un giro de 180º. El diario Vozpópuli adelantó a principios de este mes que «Correos envió el pasado diciembre un burofax a Iberojet comunicando que cerraban la operación, una vez cumplido el año de su proyecto piloto». Tras poco más de un año del principio de la misma, parece que la alianza entre Iberojet y Correos llega a su fin.
Correos Cargo debería haber comenzado operaciones el 1 de enero de 2022. Sin embargo, no fue hasta el 4 de mayo de dicho año cuando «Milana Bonita» empezó a funcionar. La licencia especial de esta aeronave, no preparada para carga, tenía una fecha de extinción fijada en el 31 de julio de 2022. Una vez que esta expiró, la aeronave fue sustituida por otro A330, el cual no podía operar más del 60% de su capacidad de carga por problemas con las licencias.
Tras 77 frecuencias entre Madrid y Hong Kong, la ruta dejó de producirse gracias al cese del contrato entre Correos e Iberojet. Cada ruta registró una pérdida de 200.000 euros, llegando junto con el balance de otras operaciones a la suma adelantada por el diario ABC de 25 millones de euros.
Además, la contratación de los A330 no se hizo en base a lo mencionado por la Ley de Contratos del Sector Público. El contrato con Iberojet se celebró sin un pliego de contratación y sin un concurso que tuviera en cuenta aspectos como el precio del combustible o las posibles penalizaciones por el retraso de las aeronaves – situación que ocurrió cuando Correos estuvo meses esperando la aprobación de los permisos de la primera aeronave.
Desde diciembre -fecha en la que se disolvió el servicio- Correos e Iberojet luchan por ver quién ganará la batalla legal y administrativa en cuanto a la responsabilidad del mal funcionamiento del servicio. De momento, lo que se sabe es que Correos Cargo no ha confirmado con quién operará sus próximos servicios a Latinoamérica, si es que al final el plan sigue adelante.