Madrid, SP.- Un análisis cronológico sobre la gestión de equipos en los últimos años nos demuestra, sin duda alguna, que el CRM como tal ha muerto y, en su lugar, se ha producido una evolución que incorpora el análisis global de muchos y diferentes factores. Antes analizábamos el error o fallo humano y la causa efectiva del accidente de una forma individualizada y, casi siempre, centrando la observación en la última ficha “caída” por el efecto dominó, descartando y sin prestar atención a la primera y más importante de las fichas.
Teniendo en cuenta que las organizaciones como las brigadas militares o equipos de emergencia tienen un carácter multidisciplinar es imprescindible que, de manera rigurosa y sistematizada, la propia organización realice un análisis global en el que se incluya toda la cadena de engranaje que hace posible que una operación sea llevada a cabo. De esta forma, entre los factores a tener en cuenta, el más importante a la hora de aplicar la nueva generación de CRM, consiste en tener una visión individualizada de cada organización y sus empleados, poniendo especial atención a sus peculiaridades individuales, diversidad cultural, experiencia previa y rangos de edades.
Un ejemplo lo encontramos en la Prevención y Gestión de Incendios Forestales. Donde todos los grupos anteriormente citados se unen en uno sólo. Es por ello que poner una formación en común no solamente es recomendable, sino que es una acuciante necesidad. Donde los diferentes actores tienen un papel determinante y decisivo a la hora de poder resolver con éxito una emergencia, que en muchos casos puede derivar en pérdida de vidas. En un coste ecológico la mayoría de las veces irreparable y de un consumo desorbitado de recursos económicos.
Este último año ha sido noticia por el elevado número de incendios que ha afectado a España y Portugal.
Asimismo debemos centrarnos en encajar a cada individuo, a pesar de sus diferentes circunstancias, en el equipo que no grupo, con el objetivo de obtener un buen entendimiento y coordinación para alcanzar de esta forma los objetivos de seguridad marcados al grupo evitando así posibles incidentes o accidentes que puedan costar vidas. Cobra aquí gran relevancia que los gestores de estos equipos deben tener dotes y formación en liderazgo.
La comunicación es otra asignatura pendiente. Bajo mi punto de vista un lenguaje común de todos los intervinientes, independientemente de la comunidad de procedencia o país, es básico para mantener unos mínimos márgenes de seguridad. La formación en la utilización de una fraseología estandarizada para medios aéreos, terrestres y militares, haría que la sinergia entre los diferentes actores fuera mucho más eficaz. Además, todo ello derivaría en el consiguiente ahorro en recursos económicos.
Tampoco podemos olvidar las circunstancias actuales del mercado, con un incremento significativo de la competencia y recorte de márgenes. Esto supone que muchas empresas optan por fijar como principal objetivo el beneficio empresarial sobre la seguridad y salud en el trabajo. De este modo, el mayor enemigo del CRM consiste en relegar del primer puesto a la seguridad dentro de la organización.
Fijarse como objetivo único la obtención de beneficios supone, en muchas ocasiones, recortar inversión relacionada con seguridad y por consiguiente mayor probabilidad de producirse un accidente.
Las empresas deben ser conscientes que una baja inversión o nula importancia en la formación de su personal (que no gasto, como es entendido por muchos) en seguridad a largo o medio plazo puede salir muy costosa. Grandes pensadores nos han enseñado a lo largo de la historia que los errores deben corregirse y que la seguridad debe ser siempre nuestro referente, si crees que la seguridad o gasto en formación es caro espera a que sufrir un accidente. El recorte de inversión en seguridad es un error del que nos advierte hasta el célebre pensador chino Confucio, “el hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor”.
Rosalía Rodríguez es Directora Gerente de Crew Total Training y Experta en CRM