Madrid, SP, 10 de febrero de 2014.- Basta la pregunta de un Senador electo, en este caso al que apodamos "Azote", Narvay Quintero, para que de nuevo tengamos la cada vez más intensa sospecha de que la gestión en el organismo que debería velar por la seguridad aérea en España, AESA, no sólo adolece de enormes agujeros negros en su principal cometido (véase el Informe del accidente aéreo de Cork), sino que su gestión económica está además en tiempos de crisis, hurtándole recursos a su imprescindible labor. Esta historia comenzaba en julio de 2011 cuando se decidía el traslado de AESA de la sede del Ministerio de Fomento en el Pº de la Castellana 67, de Madrid, al Centro Comercial Moda Shopping, en la calle General Perón. El 19 de noviembre de 2013, dos años y medio después, Narvay Quintero lanzaba una batería de preguntas al Gobierno sobre este traslado. El Gobierno de la "Transparencia", con el PP ya, respondía con evasivas, resistiéndose a poner números a los 3,7 millones que le cuesta al contribuyente sólo el alquiler de la nueva sede.
Quintero quería saber las razones del traslado, el coste anual de dichas oficinas y su adecuación, así como si existe una previsión de nuevo traslado, !3 años después!, de nuevo a la sede del Ministerio en el Paseo de la Castellana.
"La creación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (en adelante, AESA) determinó la necesidad de trasladar sus oficinas a una nueva ubicación ante la creciente dotación de recursos humanos y la conveniencia de contar con espacios acordes con su nuevo régimen de actividad.
El coste anual del arrendamiento al que hace frente AESA se corresponde con el que refleja su presupuesto de gastos en cada uno de los ejercicios presupuestarios.
La localización óptima de las oficinas de AESA y de todos los organismos y dependencias adscritos al Ministerio de Fomento es uno de los objetivos que persigue el Departamento para consolidar un modelo de gestión orientado hacia la racionalización del gasto. Con ese fin se desarrolla un continuo análisis de necesidades y oportunidades para la reubicación de aquellas unidades en las que pueda conciliarse el pleno desempeño de sus competencias con un enfoque más eficiente de su ejercicio; un análisis del que debe resultar en cada momento la mejor ubicación de la sede de la citada Agencia."
Es decir sin aportar ningún dato económico, en aras a esa tan cacareada "transparencia" sobre los usos y costumbres del dinero público.
Ana Pastor, Ministra de Fomento, recibía el 17 de julio del 2012, una carta de la Asociación del Cuerpo de Ingenieros Aeronáuticos del Estado, en la que le solicitaban, "contra los derroches", la vuelta al Ministerio de Fomento de las oficinas de AESA.
En las cuentas anuales de la propia AESA, está más o menos enmarañadas las cifras de los gastos de la Agencia.
Pero profundizando y escarbando en esta cifras, se va entendiendo y vislumbrando lo que es una gestión a todas luces más que deficiente, de esos siempre esgrimidos "escasos recursos", que por ejemplo se argumentaban en el retraso de las inspecciones para la renovación del Certificado de Aeronavegabilidad del JK5022, que se vió "reprorrogado", hasta dos días después del trágico accidente. La insolvencia de los recursos necesarios, era el argumento para esa prórroga de 12+1 meses.
Pues bien con otro Gobierno, no diremos que de otro color político, pues el color político está quedando demostrado que no implica cambio en esta Agencia, de ningún tipo -siguen los mismos actores pululando por el Centro Comercial Moda Shopping, como antes lo hacían por Castellana 67- incluso en sonoros casos siendo ascendidos por unos méritos que nadie es capaz de argumentar, a día de hoy se destinan casi 4 millones de euros en el alguiler anual de unas oficinas a una empresa privada, cuando es de sobra conocido que existen numerosos edificios públicos capaces de albergar a AESA. De esta forma se liberarían casi 4 millones de euros anualmente, que podrían destinarse a personal para solventar esa supervisión puesta en entredicho, tanto en el accidente del JK5022, como en el más reciente informe de la UIAA irlandesa sobre Cork.
Por otro lado AESA, al crearse heredaba personal de la DGAC. Dicho personal desde el primer momento se consideraba insuficiente para dotar de recursos humanos suficientes a la Agencia. El incremento de personal fundamentalmente se articulo en lo que se denominan "Asistencias Técnicas", mientras el personal funcionario se incrementaba pauperrimamente con algunas escasas ofertas de empleo público. El personal laboral no se ha incrementado practicamente en estos 5 años.
Cuando en 2010 la AESA ocupaba el espacio antes asignado a la DGAC en Castellana, el Ministerio aceptaba dotar de las adecuadas instalaciones a los funcionarios y contratados laborales, pero no al personal de "Asistencias". Este personal de Asistencias Técnicas, trabaja a diario "empotrado", codo a codo, con el personal funcionario y laboral, lo que además induce a pensar que podríamos estar ante el supuesto de cesión ilegal de trabajadores. Pero esto es otra cuestión.
El personal funcionario y laboral lo componen unos 350 trabajadores-la cifra tambien aparece de forma difusa- y unos 220 de "Asistencias Técnicas". Con estos datos se decidía el traslado a la calle General Perón, al Centro Comercial Moda Shopping.
Economicamente esto ha supuesto hasta el año 2013:
El nuevo edificio no se ocuparía hasta julio de 2011, pues requería una adaptación a sus nuevas funciones eliminando tabiques y adecuar las posiciones de trabajo para que cupiesen en principio esos 570 trabajadores, públicos y privados, cuyo montante se desconoce a día de hoy. El Senador Quintero tampoco ha obtenido la cifra concreta.
AD ha podido saber que a día de hoy en las instalaciones de Moda Shopping, trabajan 392 empleados públicos y 272 "Asistencias Técnicas", éstos últimos son empleados de SENASA, de donde tambien proviene la actual Directora de AESA, que era una Alta Directiva de esa Sociedad Estatal.
Pero la cantidad de 2013, esos casi 4 millones de euros, serán aumentados hasta los 9,5 millones de euros en 2014, dada la previsión de aumento de las "Asistencias Técnicas", lo que supondría incrementar en 150 trabajadores la plantilla este personal de SENASA. Pese a que en los Presupuestos de 2014 hay una asignación de 2 millones para empleados públicos, en principio no parece que se vaya a asignar a una Oferta de Empleo Público para cubrir con laborales estos puestos, y muy probablemente reviertan en las arcas del Estado sin ser utilizados.
Ante este enorme y desproporcionado incremento del gasto surge la pregunta de ¿porqué no se ahora en el alquiler anual?, cuya cifra coincide en lo destinado al incremento presupuestario de la Agencia, y Fomento en algún momento parece que habría escuchado este grito en defensa de una gestión lógica de los recursos públicos, valorando la reubicación de AESA.
Pero el problema del personal a incrementar surge cuando éste debería ceñirse a lo que marca la normativa laboral vigente, es decir la Reforma Laboral, cosa que no sucede con el personal de "Asistencia Técnica", de SENASA, que trabaja para AESA.
Es decir Fomento está barajando de nuevo el traslado de AESA al extinto edificio del inexistente hoy Ministerio de la Vivienda, pero no cabrían en dicho edificio los trabajadores contratados como Asistencia Técnica de SENASA actualmente, y mucho menos con las 150 nuevas incorporaciones previstas. Por esto el traslado resulta actualmente inviable al edificio de Vivienda. La cuestión está derivada de la cerrazón de la dirección de AESA a adaptar a la legalidad sus relaciones laborales con las Asistencias Técnicas, que según la normativa laboral en vigor, deberían prescindir de éstas como "empotradas" en el cuerpo de funcionarios y laborales contratados en AESA, y modificar la estructura de trabajo en la que dichas "Asistencias" sean usadas como indica la Ley; es decir que sean contratadas para trabajos concretos y que su trabajo se dirija desde su estructura empresarial propia, por parte de SENASA en su caso, dotándoles de organización, gestión, edificios y medios propios e independientes de los de AESA.
En definitiva la imposibilidad de traslado de AESA a un edificio del Patrimonio del Estado, que ahorraría esos 4 millones de euros al año, está derivada de la no aplicación estrica de la normativa vigente, y de tener que soportar la carga externa que supone el personal de SENASA.
Mientras los trabajadores de AESA funcionarios y laborales ven como los recortes hacen mella en sus nóminas, y los dispendios por la falta de austeridad y lógica en los usos del dinero público hacen que se limite la optimización y eficiencia de la propia Agencia. ¿Cúantas supervisiones e inspecciones se podrían hacer más con esos 4 millones de ahorro anual?. Que se lo digan a los que han sufrido en sus carnes esa limitación de recursos e inspecciones. Por ejemplo familiares y víctimas de accidentes aéreos. Y que lo valoren.
Finalmente en esta tabla exponemos las cifras que no se le han aportado al Senador Quintero en forma, para aclarar esta situación: