Alba Sanz / Aviación Digital, -La guerra en Ucrania y el consiguiente cierre del espacio aéreo de Rusia ha traído consigo la crisis de varias compañías aéreas, sobre todo en aquellos países vecinos de Rusia.
Es el caso de la compañía finlandesa Finnair, quien ha anunciado el despido de 200 trabajadores como medida de su nuevo plan estratégico que consistirá en “reorganizar” y “restaurar” el orden de la empresa ante la incipiente crisis. Y es que los vuelos hacia Siberia eran una de las principales claves de su negocio, lo que ha afectado negativamente al desarrollo económico de la compañía tras el aislamiento que se está ejerciendo a Rusia después de que Moscú iniciara su invasión sobre Ucrania.
En esta línea, la compañía aérea operará con una capacidad menor que antes de la pandemia de la COVID-19 en un momento en el que la compañía ha iniciado una serie de negociaciones que afectarán a unos 770 empleados que desempeñan funciones ejecutivas, de gestión y de expertos, excluyendo así a la tripulación y a otro tipo de empleados operativos. Actualmente, la compañía finesa cuenta con 5.300 empleados en todo el mundo.
En esta línea, el CEO de Finnair, Topi Manner, aseguró que “la invasión de Ucrania por parte de Rusia y el cierre del espacio aéreo ruso han tenido un impacto significativo en nuestro negocio. Por lo tanto, además de otras acciones para restaurar la rentabilidad de Finnair, tenemos que discutir medidas que, lamentablemente, son las más dolorosas para nuestros empleados”.
En dichas negociaciones, que comenzarán a discutirse a principios de octubre, se debatirá sobre un nuevo programa de apoyo social destinado a aquellos trabajadores que podrían perder su trabajo para ayudarles a conseguir un nuevo empleo tal y como se llegó a realizar en el año 2020, cuando muchos de ellos se quedaron sin sus puestos de trabajo tras el desarrollo de la pandemia.
Actualmente, Finnair se encuentra discutiendo con todas las partes interesadas sobre los posibles cambios necesarios que aseguran que ayudarán a la rentabilidad de la compañía, incluyendo a sus empleados sobre los posibles cambios en los empleos, algo que, según defienden, “ayudará a reducir los costes unitarios”.