José Blanco, ministro de Fomento, está preparando un adelgazamiento de puestos directivos en todas las empresas públicas que están adscritas al departamento que dirige, según ha explicado en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados. La medida es consecuencia del plan de austeridad adoptado por el Gobierno para todos los ministerios y que supone la reducción de partidas presupuestarias en capítulos como las transferencias a empresas del sector público.
De momento, sólo las empresas públicas (aquellas creadas por Fomento o en las que posee participación mayoritaria), como AENA, Renfe o Senasa, verán reducido su número de directivos, lo que permitirá ahorrarse sus sueldos y cotizaciones sociales.
La idea que persigue Blanco es mantener el volumen de 30.000 millones de euros de inversión que Fomento tiene previsto desembolsar en obras públicas licitadas para ejecutarlas los próximos años. Eliminando ejecutivos, el ministro de Fomento quiere reducir el pago de salarios y otros costes asociados a estos puestos, como desplazamientos.
Los planes de José Blanco son importantes en la medida en que su ministerio ha sido uno de los más afectados por el recorte presupuestario de 3.500 millones de euros que ha llevado a cabo el Gobierno para 2010. De Fomento dependen infraestructuras tan importantes para los ciudadanos como las líneas ferroviarias de alta velocidad (AVE), las carreteras o los aeropuertos.
Inversión público privada
Sin embargo, el ministerio no pondrá tal cantidad de fondos sobre la mesa, sino que cerca de la mitad será aportada por varias entidades de crédito y el sector privado. Así, Blanco ha explicado que en marzo presentará un plan extraordinario de inversión de 15.000 millones de euros para los próximos años con colaboración privada.
Está previsto que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) contribuya con el 50% de los fondos, el 20% correrá a cargo del ICO y el 30% restante será desembolsado entre las diversas constructoras y la banca comercial.
Por otro lado, algunas empresas públicas del grupo Fomento ya predican con el ejemplo de prescindir de ejecutivos en sus puestos más altos. Renfe ha aprobado la alliminación de 29 directivos de primer nivel, con lo que pasa a tener 11 ejecutivos de este tipo en su plantilla.