La Agencia Estatal de Seguridad Aérea española (AESA) ha concedido la primera certificación de aeronavegabilidad a un sistema aéreo no tripulado (UAV), afirmó Luis Rodríguez Gil, director de este organismo, lo que constituye un paso adelante hacia la regulación y certificacion de estos sistemas para volar en espacio aéreos no segregados. Por ahora, la certificación, concedida el pasado 19 de febrero, es experimental y para vuelos de pruebas de UAV.
Un hito que constituye el "pistoletazo de salida" en materia de regulación, según informó Luis Rodríguez Gil, director de Seguridad de Aeronaves de la mencionada AESA, durante la última jornada de la conferencia y exposición sobre sistemas no tripulados UNVEX'10.
Esta agencia está adscrita al Ministerio de Fomento a través de la Dirección General de Aviación Civil y le compete el ejercicio de inspección y sanción en materia de aviación civil, la iniciativa para la aprobación de la normativa reguladora en los ámbitos de la seguridad aérea y la protección del usuario del transporte aéreo.
El siguiente paso, según explicó Rodríguez Gil, es la certificación especial-restringido para poder continuar con las actividades que tengan que desarrollar con la aeronave hasta tener, finalmente, el Certificado de Tipo.
Por su parte, Cristina Cuerno, del departamento de Vehículos Aeroespaciales de la Universidad Politécnica de Madrid insistía en el hecho de que el panorama del desarrollo de las tecnologías en materia de UAS "ha crecido muy rápido y las regulaciones no". Por el momento, "no existe un código de certificación de célula de vuelo" y para que exista hay que garantizar que el "UAV tenga una seguridad equivalente o superior a una aeronave tripulada, que no aumente los riesgos, pueda regirse por las mismas normas y ser visto por los controladores aéreos", explicó Cuerno.
"Necesitamos para la aeronavegabilidad intrínseca o potencial de los UAS unos códigos estándares mínimos de seguridad y poder pasar al siguiente paso que es la aeronavegabilidad real", continuó. Existen iniciativas en Estados Unidos, Europa y a nivel OTAN, pero la realidad "es que no hay códigos civiles para la certificación completa, sí en el ámbito militar", apostilló Cristina Cuerno.
Una de estas iniciativas es el proyecto JARUS (Joint Authorities for Rulemaking on Unmanned Systems) una asociación de las autoridades civiles de 14 países que sin ser una agencia oficial pretenden aportar su grano de arena a la consecución de la regulación de los sistemas no tripulados en espacios aéreos civiles.
Ron van de Leijgraaf, especialista en Aviónica explicó en UNVEX'10 que "estamos abiertos sólo a autoridades civiles para crecer en el ámbito privado". No obstante, "toda la información está disponible públicamente, no hay nada secreto".
Desde 2005, Europa cuenta con la EASA (European Aviation Safety Agency), pero no incluye a los sistemas aéreos no tripulados. JARUS nace de la necesidad de trabajar conjuntamente, "no cada nación con su propia regulación, así hay más posibilidades de aplicaciones". "Hasta ahora no había nada para UAS, tenemos que hacerlo todo", comentó Van de Leijgraaf.
Por el momento, JARUS se ha centrado en la base de certificación de rotores de menos de 50 kilos, siguiendo las líneas marcadas por la EASA en aviones tripulados. JARUS lleva trabajando dos años, "este mes casi tenemos finalizado el sistema de rotor no ligero, falta acuerdo sobre datalink y estaciones de Tierra", según el especialista.
La propia EASA ha mostrado interés en los trabajos de JARUS "y estamos dispuestos a compartir nuestra experiencia, proporcionamos material a las autoridades, la industria también lo apoya".