La declaración del conflicto entre Iberia y sus trabajadores, ya enterrado por la firma de ambas partes del acuerdo de mediación elaborado por Gregorio Tudela, supuso mucho más que una huelga. La situación desembocó en la unión de todos los trabajadores en la misma lucha, sin importar antigüedad, sueldos y escalafones.
Por primera vez todos los trabajadores tuvieron voz sobre este conflicto ante los medios de comunicación y eso creó un clima de esperanza único. Tuvieron voz pero no voto. De eso nos habla CNT, uno de los sindicatos que se ha opuesto al documento de mediación y que ha mostrado su intención de seguir reivindicando un plan de futuro para su compañía con la convocatoria de huelga de los días 25, 26 y 27 de marzo, junto con CESHA.Mañana durante la reunión de la «mesa por la unidad» tratarán la adhesión a esta convocatoria de paros de otros sindicatos.
Pascual González y Chema Lorenzo, portavoces de la sección sindical de CNT en Iberia nos cuenta esa carrera contra la cultura del miedo que imponen los sindicatos mayoritarios a sus afiliados con la «única intención de salvar su estructura», una «estructura que solo se salva a base de dinero».