Los informes sobre los controladores de tráfico aéreo que se quedan dormidos en el trabajo, lo que ponen de manifiesto es un riesgo bien conocido, aunque a menudo ignorado: los trabajadores en los turnos nocturnos pueden tener problemas para concentrarse e incluso para mantenerse despiertos. (Randolph E.Schmid/EL NUEVO HERALD)
"Las autoridades no han reconocido que la gente rutinariamente se queda dormida por la noche durante el turno nocturno", dijo el doctor Charles Czeisler, director de medicina del sueño del Hospital Brigham and Women de Boston.
Según Czeisler, los estudios demuestran que del 30 al 50 por ciento de los tabajdores en el turno nocturno, éstos admiten haberse quedado dormidos al menos una vez por semana de empleo.
Por eso, la noción de que sólo ha ocurrido unas pocas veces entre los miles de controladores aéreos "resulta absurda", comentó en una entrevista telefónica.
El peligro potencial no está limitado a los controladores del tráfico aéreo, agregó, sino tambien puede aplicarse a chóferes de camiones y aytobuses, pilotos de aviación y barco. ¿Quién más? Obreros de fábricas, policías, bomberos, trabajadores de emergencia, enfeermeras y médicos, cocineros, empleados de hotelería, periodistas y otros.
"Vivimos en una sociedad muy privada de sueño" agregó Czeisler. Dijo que hace medio siglo, apenas el 2 por ciento de la gente dormía seis horas o menos por noche; actualmente es el 28 por ciento.
El doctor William Fishbein, neurólogo en la City University of New York, afirmó que cuando la gente trabaja en turnos exóticos "altera sus ritmos biológicos".
Las hormonas están sincronizadas con el ciclo de sueño y vigilia. Cuando la gente cambia de turno, el cerebro nunca sabe cuándo se supone que está durmiendo, por lo que afecta su funcionamiento.
Los trabajadores que cambian de turno cada pocos días tienen todo tipo de problemas relacionados con la memoria y el aprendizaje, dijo Fishbein. Este tipo de horario afecta especialmente la memoria relacional, que involucra la capacidad de comprender cómo una cosa está relacionada con la otra.
Además de somnolencia y dificultad para concentrarse, la gente que trabaja en turnos nocturnos está más sujeta a enfermedades intestinales y cardíacas crónicas, y se ha demostrado que tienen una mayor incidencia de algunos tipos de cáncer. La Organización Mundial de la Salud ha clasificado el trabajo nocturno como probable factor cancerígeno.
"Tenemos 500 canales de cable, nos llevamos trabajo a casa en nuestros BlackBerry y computadoras, hay opciones de trabajo y de entretenimiento 24 horas al día, siete días por semana, y en nuestros hogares por la noche hay mucha más exposición a la luz brillante, lo que afecta las hormonas involucradas en el sueño", dijo Czeisler. "Y de todos modos seguimos tratando de levantarnos con los gallos porque cada vez nuestra jornada laboral empieza más temprano".
Los controladores aéreos estadounidenses son los que están ahora en el centro de la polémica debido a informes recientes de que varios aviones no pudieron contactar a las torres de los aeropuertos para que les asistieran en el aterrizaje. Los legisladores responden a la preocupación pública, algunos controladores han sido suspendidos y el titular del sistema de tráfico aéreo de EE.UU. ha renunciado.
Una vieja solución que vuelven a esgrimir los medios es permitir que los trabajadores nocturnos duerman una siesta.
"Debería haber siestas aprobadas dentro del turno. Esa es la manera de manejar el turno nocturno", afirmó Gregory Belenky, experto en sueño en la Universidad Estatal de Washington en Spokane.
Los controladores suelen tener una semana de turnos a medianoche seguida de una semana de turno matutino y después una semana de turnos variables. Según los expertos, esta pauta interrumpe los ciclos naturales del sueño.