Madrid-Las Palmas.- 9 años con sus noches eternas (3.285 días, 78.840 horas, 4.730.400 minutos o 283.824.000 segundos) han pasado desde que el 20 de agosto de 2008 el JK5022 sumiera en un mal sueño la vida de todas las personas que viajaban con los 154 fallecidos y 18 supervivientes del MD en el momento en el que impactaba contra el terreno entre las dos pistas de Madrid-Barajas a las 14:24LT… 9 años después, los familiares, amigos y sociedad civil, aún no han dado por finalizado ese duelo. La Verdad, al menos para la Sociedad Civil, aún no se ha esclarecido, y por ese motivo los allegados aún no han tenido el consuelo previo al menos a pasar definitivamente esa página. El tiempo sigue parado en ese instante trágico, como si se tratara de una imagen congelada en medio de la violencia trágica en forma de accidente aéreo, el fuego, la destrucción y las vidas que se escaparon.
Es conveniente poder parar la imagen para intentar acercarse algo a la realidad de lo sucedido, puesto que mientras no se finalice un análisis riguroso, independiente y aséptico, no se podrá avanzar hacia el futuro, con al menos el consuelo de que todo lo humanamente posible se ha hecho en estos años para que algo parecido no vuelva a producirse, al menos, en circunstancias similares.
La imagen sigue quieta en la memoria de los directamente afectados, y de todos aquellos que sabemos que la Verdad aún no se ha hecho pública, y que por lo tanto la Opinión Pública sigue simplificando los hechos siguiendo sin hacerse preguntas sobre una versión oficial que en poco tiene que ver con la realidad de lo sucedido. Los sucesos de esta naturaleza desgraciadamente no son tan sencillos como quieren que parezcan a la hora de explicarse.
El ANTES, DURANTE (ese momento congelado) y el DESPUES de la Tragedia, siguen sin tener decenas de respuestas posibles aún sin concretar. Desde las cuestiones relacionadas con el AOC de la aeronave, su Supervisión, hasta la «solución» técnica de la señal errónea de la Sonda RAT, el disyuntor, el TOWS que no alertó, y el embudo de los servicios de emergencia que pudimos comprobar in situ como hasta los 40 minutos después del accidente aún no llegaban a socorrer a las víctimas… 9 años después aún se esperan respuestas veraces a las cuestiones técnicas que aunque apuntadas se obviaban como nudos causales en el Informe de ese organismo que teóricamente debe evitar con su riguroso análisis futuros accidentes. La CIAIAC.
Se hace necesaria una Comisión de Investigación, nueva, rigurosa, independiente, técnicamente aséptica, que con el paso de estos años quizás se acerque algo a la auténtica Verdad de lo sucedido, y sobre todo, responda a la pregunta de porqué técnicamente ha sido posible que sucediera. Las barreras que no funcionaron, los agujeros reasonianos que se alinearon, la vorágine de una operación salvajemente mediatizada por la premura del tiempo, la compañía, las Instituciones (entonces no existía aún AESA), etc, etc… Todo en una milésima de segundo para que esa imagen no fuera posible pararla en el preciso instante en el que se acercaba al desastre.
9 años después, 9 aniversarios después, aún esperan, aún luchan por la Verdad como paso previo a una Justicia que no sólo no ha llegado, sino que sienten les ha dado con la balanza de la igualdad en las narices durante todos estos años…
Lo único que les queda a esos familiares, amigos, compañeros, allegados, es que al menos la Sociedad Civil, que tanto y tan eficazmente se moviliza ante sucesos trágicos como los recientemente vividos en estos días, les acompañe de una vez de forma masiva, de forma unánime, de forma totalmente convencida, hasta que la Verdad impere… ¿Es mucho pedir con todo lo que nos han dado en estos 9 años?…
PROGRAMA 9º ANIVERSARIO