SUMARIO
Carta del Presidente
Mundo aeronáutico
Abertis vuela a por Barajas y El Prat
La OCU denuncia a varias aerolíneas por cláusulas abusivas
Dos accidentes de helicóptero en menos de 24 horas
Qantas se hace asiática
Mundo sindical
Spanair y sus pilotos llegan a un acuerdo
Nuevas caras en SEPLA – Air Nostrum
Los pilotos de Air Europa van a la huelga
Técnica
Los aviones, cada vez más cerca
11-S, 10 años de cambio en seguridad aeroportuaria
El servicio de plataformas
En Portada: tercer aniversario del JKK5022
Preguntas sin responder
Lo que el informe esconde
Entrevista a Pilar Vera
Legislativo
Financiero: PIAS y además, ahorras
Laboral: La protección del piloto por el ejercicio de sus facultades
SEPLA – Ayuda
La importancia y necesidad de la cooperación
El Personaje
Antonio de Ulibarri
Eventos Bautismo de vuelo en Ocaña
SRS El SRS sigue creciendo
Arte Elena Asins
Libros
Exposición en el aire
Música Tender Melodies
Televisión
El otro día (III)
Deportes
Ganar, participar
HUELGA
Como la autoridad competente se muestra orgullosa de sus orígenes, nos sorprenden ciertos comportamientos que niegan su procedencia, además de reafirmar su desacierto y subrayar la sinrazón de sus acciones.
Así, debería extrañarnos, a pesar de su habitualidad, el cambio de actitud de aquellas manos que aplaudían los silentes filmes soviéticos que se proyectaban de tapadillo, durante la última época del franquismo.
Manos que aplaudían, e incluso secaban alguna lágrima provocada por la emoción rendida y engatusada por el montaje de atracciones, cuando la pantalla se llenaba de obreros que tomaban las fábricas y se enfrentaban a los patrones.
Palmas que echaban humo cuando se producía el triunfo de la huelga general.
Hoy en plena democracia, aquellas mismas manos, incapaces de haber redactado una ley de huelga, se agitan en reprobatorio aspaviento cuando un colectivo, ninguneado en sus derechos, como último recurso lanza su desesperado grito de atención a la sociedad, lamento inmediatamente enmudecido por decretos más propios de pasadas dictaduras que de las democracias del siglo XXI.
Probablemente las mismas manos que escriben circulares que nunca van a pasar a limpio en decretos que tengan rango de ley. Tal vez las mismas que escriben sobre la investigación de accidentes, las mismas que firman prórrogas de los plazos que la seguridad exige sean improrrogables.
Lástima que perdieran el pulso de tanto aplaudir a Eisenstein.
Lástima.