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abril, viernes 19, 2024

Una empresa ofrece 7,8 millones por llevar los bares en el nuevo Lavacolla

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¿Cuánto ingresa una cantina de aeropuerto: lo justico para ir tirando o una burrada?». Ante una hipotética encuesta a pasajeros formulada en tales términos no haría falta llamarse Eduard Punset para adivinar por cuál de ambas opciones se decantarían, si no todos, la mayoría de los consultados. Artículo completo en LA VOZ DE GALICIA

A finales de julio, el gestor de la red aeroportuaria española había incoado seis procesos para adjudicar a firmas privadas la explotación temporal de sendas líneas de negocio dentro del Lavacolla del futuro: cuatro tiendas, el sistema de restauración y el embalaje de maletas. Dos de esos procedimientos, los correspondientes a una boutique de ropa, bisutería y complementos (120 metros cuadrados) y a otra de artesanía y platería gallegas (60), acaba de cerrarlos declarándolos desiertos. ¿La razón? Nadie se postuló para aprovechar esos espacios. Sus permisos de control serán «en breve» sacados a subasta otra vez, si bien «bajo unas condiciones económicas que se están revisando», según una fuente oficial. No en vano, las cláusulas del fallido concurso original advertían a los interesados en los establecimientos de que, por muy mal que las cosas les marcharan luego, los ganadores de la puja tendrían que transferir a la Administración cada mes un promedio superior a 3.292 y 1.646 euros, respectivamente.

Lucha en otros tres frentes

Antes de relanzar las contrataciones frustradas, no obstante, Aena se volcará en decidir quiénes van a controlar los restantes negocios habilitados dentro de la nueva terminal, cuya puesta en funcionamiento el ministerio de Fomento ha adelantado del tercer al primer trimestre del año que viene. Para asignar el quiosco de prensa, artículos de regalo y similares (110 metros cuadrados) maneja una propuesta de la Sociedad General Española de Librería, que ha prometido entregarle a lo largo de un sexenio al menos 788.515 euros, y otra de 480.000 planteada por el megagrupo Areas. Este último también pelea por hacerse con el despacho de comida típica (60 metros), por cuyo aprovechamiento hasta el 2016 está dispuesto a desembolsar 178.500 euros, 500 más que su rival en este frente, Despensa Selecta. Entretanto, la lucha por asumir el centro de embalado de equipajes se dirime entre Safe Bag España (154.325 euros por lustro), International Packing Services (117.500), Sinapsis Trading (167.000) y Técnicas Precintado Monteagudo (136.000).

Aunque la batalla más atractiva se libra en el campo de la gastronomía. Quien venza ahí se va a garantizar durante nueve ejercicios la exclusiva hostelera del aeropuerto: una cafetería de 428 metros cuadrados, otra de 270, un comedor para empleados de 286 y un restaurante de 763 con capacidad para 252 comensales. Miden fuerzas una filial de Airfoods creada este marzo en Arganda del Rey, la coruñesa Galicia Vella de Inversiones y Logística y, de nuevo, Areas. En función de cuál se lleve el gato al agua, hasta comienzos del 2020 el Estado percibirá, respectivamente, 6,84, 6,88 o 7,76 millones a modo de canon fijo más variables equivalentes, según el caso, a entre un 3 y 45% de la caja.

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