Es decir, UPyD, pide responsabilidades a Rato. Así lo hacía Alvaro Anchuelo, responsable económico de la formación magenta, refiriéndose a la situación de Bankia. Este, ahora banco, antes caja, es el mayor accionista de la compañía Iberia, perteneciente al grupo mayoritariamente británico, IAG. El Consejero Delegado de Iberia, proviene de Caja Madrid/Bankia, y según fuentes bien informadas Vázquez (actual presidente) y Sánchez-Lozano, son personas de confianza del dimitido Rato y antes de Blesa. Rato, que no ha realizado un sólo comentario público sobre la crisis de la compañía otrora española, ha ignorado su papel como accionista de la compañía o al menos no ha dado explicación alguna al respecto. Pero la filosofía de la exigencia de responsabilidades a los malos gestores bancarios del político de UPyD, debería comenzar a plantearse sobre los directivos de compañías aéreas, cuando se conduce a la empresa a una situación límite, y éste abismo se produce directamente por una nefasta gestión empresarial. ¿No es este el caso de la compañía del grupo inglés llamada Iberia? o por formular la cuestión de otra forma ¿está ahora más saneada la compañía Iberia, o lo estaba antes de la absorción por parte de IAG?…
MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) –
El portavoz económico de UPyD en el Congreso, Álvaro Anchuelo, ha reclamado que, si finalmente se inyecta dinero público a Bankia, el Gobierno debe exigir responsabilidades a sus gestores y asegurar que la entidad devuelve en el futuro las ayudas públicas que reciba.
Así se ha expresado el diputado mediante un comunicado tras conocer las declaraciones del presidente, Mariano Rajoy, reconociendo que inyectará dinero público en algunas entidades financieras para sanearlas si es necesario, y tras publicarse la dimisión del hasta ahora presidente de Bankia, Rodrigo Rato.
Anchuelo ha reiterado el compromiso de su partido con la exigencia de responsabilidades a "quienes han llevado a las entidades hasta esta situación" y ha reclamado al Gobierno que aplique estas responsabilidades en los bancos en los que finalmente se inyecte dinero público, reclamando además que "en el futuro se devuelva hasta el último euro".
"Si la inyección de dinero público a entidades con problemas es imprescindible, debe conllevar a cambio la exigencia de responsabilidades a los malos gestores y la devolución en el futuro de las ayudas públicas. Los ciudadanos no deben pagar con sus impuestos los desmanes de unos y otros al frente de las cajas", ha hecho hincapié.LA REFORMA NO ES SUFICIENTE
Por otra parte, el diputado ha acusado al Gobierno de "no querer reconocer la situación real que atravesaba el sector financiero y tratar de sanear agujeros mucho más pequeños de los que en realidad existían", lo que ha conducido finalmente al "enésimo rescate".
"El tiempo da la razón a quienes denunciamos que las reformas financieras previas no eran suficientes. UPyD lleva meses advirtiendo de que el rescate financiero aprobado por PP y PSOE estaba mal diseñado", ha reprochado a renglón seguido, exigiendo a Rajoy que "aprenda de sus errores y deje de huir de la realidad, como hacía (el expresidente José Luis Rodríguez) Zapatero".
El futuro de Bankia, más en el aire que nunca tras la marcha de Rodrigo Rato 07/05/2012 EFE
Mario Betancort
Madrid, 7 may (EFECOM).- Rodrigo Rato ha decidido soltar el timón de Bankia después de varios meses en los que se ha insistido en distintos círculos financieros en que la salida de la entidad era su absorción por un grupo de mayor tamaño, idea que él rechazaba.
En un primer momento se pensó que BBVA podría hacerse cargo de Bankia, aunque luego el Gobierno veía a La Caixa como la mejor pareja.
A finales de 2011, la posibilidad de una fusión entre Bankia y La Caixa ganaba fuerza si no hubiera sido porque los números alertaban de que se crearía un gigante con un excedente enorme de plantilla y sucursales. Se hablaba de que sobraban más de 12.000 empleos.
Por eso Bankia, pilotada por Rato, se centró en su saneamiento para cumplir en solitario las nuevas exigencias del Gobierno y sin descartar la opción de crear una sociedad inmobiliaria para aislar de su riesgo al sector, próximo a los 37.500 millones de euros.
De hecho, cuando el Gobierno reconoció que buscaba la fórmula para que las entidades pudieran sacar de su balance su riesgo inmobiliaria parecía allanarse el terreno para Bankia.
No obstante, Rato no lanzaba las campanas al vuelo y se esforzaba en reiterar públicamente que Bankia sanearía este mismo año su riesgo inmobiliario sin ayudas públicas y barajaba hacerlo incluso antes del verano, manteniéndose en beneficios.
Según los últimos planes del equipo de Rato, Bankia pretendía culminar su saneamiento inmobiliario seis meses antes, sin esperar al cierre del año, aunque para ello fuera necesario vender participaciones no estratégicas.
Pero el Gobierno seguía temiendo que fuera demasiado tarde y le preocupaba la advertencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) de que era necesario acelerar el saneamiento de la banca española.
Una tesis apoyada por el Banco Central Europeo (BCE) y por algunos de los principales competidores de Bankia, que sirvieron para que el Gobierno de Mariano Rajoy reaccionara.
Sin embargo, el Ejecutivo seguía reacio a aportar más fondos públicos o a crear un banco malo y defendía su reforma financiera, aunque Rato le advertía de que era insuficiente para recuperar la confianza en España y mucho menos para que el crédito fluyera.
Ahora, sin embargo, cuando el Ejecutivo parece dispuesto a conceder más ayudas públicas para acelerar el saneamiento de Bankia, Rato presenta por sorpresa su dimisión.
Fuentes financieras creen que Rajoy aprobará el próximo viernes que las entidades puedan recibir ayudas sin necesidad de que acometan nuevas fusiones, lo que podría traducirse en un futuro próximo en una inyección para Bankia próxima a los 7.000 millones. En el sector se baraja una horquilla desde 5.000 a 10.000 millones.
Con esa cantidad, el grupo encabezado por Caja Madrid y Bancaja sanearía de un plumazo sus activos inmobiliarios problemáticos, pero las mismas fuentes explican que a Rato no le gusta esa opción y ha apostado hasta el último momento por su plan de saneamiento.
Además, el exvicepresidente económico podría ser consciente de que las nuevas ayudas, a devolver con un interés próximo al 8 %, al igual que los 4.465 millones que ya recibió, podrían llevar a Bankia a caer en manos de uno de sus grandes competidores.
Por eso, por el momento, tras la marcha de Rato, se puede decir que el futuro de Bankia está más en el aire que nunca, aunque el vicepresidente durante la época de mayor prosperidad de España se vaya convencido de que deja la entidad en las mejores manos, las de su amigo José Ignacio Goirigolzarri, el exnúmero dos del BBVA.
Rato ha asegurado que abandona su cargo porque es lo más conveniente para el grupo en estos momentos y lo hace después de que Bankia haya protagonizado la mayor salida a bolsa de un banco en 2011 y haya acometido la mayor reestructuración del sector.