Madrid, SP, 22 de mayo de 2014.-La repugnancia del ciudadano parece que no tiene límite en los tiempos que corren. Cuando se aproximan las Elecciones al Parlamento Europeo 2014, y cuando a las mismas concurre como número 10 de la lista del Partido Socialista Obrero Español, José Blanco, como si tal cosa. 17.000EUR durante 5 años, sí parece un privilegio con su trayectoria como gestor. Pero en la memoria colectiva afortunadamente para él sólo hay dos imágenes que perduran en la ciudadanía de aquel día 3 (dos Jeeps de la UME en la T2 de Barajas, cuyo cometido era repartir mantas- y miles de pasajeros en los aeropuertos varados), como único testimonio gráfico de lo que aconteció realmente aquel luctuoso día para las libertades públicas en España. ¿Extraño? Mucho más que eso. Imaginen la fuerza que habría tenido una sóla imagen que reflejara con precisión el hecho de someter al amparo de un discutible Estado de Alarma, aún no fallado en su legalidad en el T.Supremo, "por las armas"=militarizados, a ciudadanos, en este caso controladores aéreos, en su puesto de trabajo. Imaginen la sombra de una metralleta reflejándose en la consola frente a la cual se vislumbra la silueta de un controlador aéreo operando vuelos. ¿Qué imagen tendría en su memoria colectiva el pueblo soberano que votará el próximo día 25 de mayo?.
El logotipo del 23F mostraba a Tejero pistola en mano subido al púlpito del Congreso. Todo un logotipo golpista. El 3 de diciembre de 2010 la imagen de la violencia que se ejerce con la simple presencia de las armas en fanales y
centros de control le fue hurtada al pueblo con el único fin de que en su memoria colectiva jamás apareciera esa imagen-logo relacionándola con el partido gobernante. Partido teoricamente progresista, teoricamente luchador por las libertades civiles en un país llamado España. En el pasado… La imagen existió. Imagen que persiste entre estos profesionales. Vamos a intentar describir lo que aquella noche se vivió DENTRO, siguiendo los testimonios de policías, guardias civiles y militares que tuvieron que cumplir las órdenes de los políticos, nos consta, muy a su pesar en aquella ocasión.
Vaya por delante que esta desproporcionada medida, y sobre todo, el empleo del Ejército cuyo cometido constitucional está claro en nuestra Carta Magna, sino un "Golpe de Estado", como apuntó certera e involuntariamente el Sr.Hidalgo, no sólo no será olvidado por los protagonistas invitados a la ignominia-los ATCs- sino por cualquier ciudadano que siga creyendo en las libertades civiles, e incluso en el supuesto Estado Democrático de Derecho, y que vaya a depositar su voto a un Europarlamento que permaneció mudo aquel día tambien. Vergonzosamente mudo. Da que pensar.
Dentro de los 229 folios del Recurso del letrado Choclán ante al Auto de Juez Tejeiro del JI Nº3 de Madrid, se transcriben las declaraciones de los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que intervinieron en la noche de autos. Tambien de la superioridad militar.
Una de las frases transcritas recuerda tristemente en la forma, por supuesto no en el fondo, a lo que se escuchó aquel 23F en el Congreso de los Diputados del capitán Muñecas, el primero que se dirigió a los Diputados aquel nefasto día de 1981, anunciando la "próxima llegada de la autoridad militar, por supuesto…", algo parecido se dijo aquel 3D2010… ya entrada la noche de autos.
Este documento demuestra la situación de insportable estrés en la que se encontraban el 4 de diciembre los controladores aéreos españoles. Nótese como se hace referencia a que había armas en la Sala en ese momento. Describe una situación de violencia en lo que debería ser un templo de la seguridad en el espacio aéreo.
Como apuntábamos más arriba la imagen que se le hurtó de aquella triste noche del 3 de diciembre de 2010 es la de la irrupción siguiendo órdenes del Gobierno de la Nación de policías, incluyendo antidisturbios equipados, guardias civiles y militares a las dependencias del control aéreo español. Pero vamos a ceñirnos a las declaraciones de policías, guardias civiles y militares transcritas en el Recurso presentado por el Letrado Choclán. Son ellos mismos los que hablan.
Por ejemplo el testimonio del Teniente Coronel Vicente Albert Gil, que recibió la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Civil en marzo de 2011, de manos del Secretario de Transportes de Fomento entonces, Isaías Táboas, "por su papel en la Comisión de Análisis de Incidentes de Tránsito Aéreo y en la Comisión Interministerial entre Defensa y Fomento". Entonces Táboas destacaba su "competencia profesional,…, así como en los análisis de espacio aéreo para el TMA de Madrid en la ampliación a cuatro pistas del aeropuerto de Barajas". Luego de esas declaraciones se puede deducir tambien que las realizadas ante el Juez por este militar se deben tomar como autorizadas desde el punto de vista técnico, y desde el punto de vista como militar. Es un militar con reputación profesional reconocida por el propio Táboas.
En sede judicial declara el Tte.Coronel Albert sobre los comentarios de los CTAs aquel día señalaba: "La sensación que me quedó, que puede no reflejar lo que decían, pero es la que yo saco, es que se sentían y se habían visto abocados a esas situación, que era algo a lo que habían llegado pero no de manera voluntaria, o por decisión propia, sino forzados por las circunstancias. Y sobre todo miedo, quizás no miedo, rectifico, preocupación ante lo desconocido. Una situación que no tenían ni idea de cómo podía evolucionar. En cualquier caso captaban que era muy grave pero que no sabían como se iban a desarrollar los acontecimientos y adónde podría llegar. Clarisimamente mi impresión de todo ese conjunto de impresiones fue desconcierto, una clarísima preocupación, y la sensación, no sé si por todos pero sí por la mayoría, que era algo a lo que se les había empujado. Y desde luego no era algo que ellos no deseaban y buscaban. Me dió la impresión de que se encontraban en una situación que no querían y que les asustaba, sobre todo por el desconocimiento de cómo podrían evolucionar las cosas y por la sensación de que era evidente que era algo grave e inusual. Es mi impresión". Gracias al testimonio del Coronel en el ACC de Torrejón la TWR de Barajas, de servicio aquella noche, podemos tener una primera pincelada del ambiente y de sus impresiones sobre el estado de los controladores de servicio.
A continuación señala: "Me encontré con controladores en ambas dependencias. Todavía no se había establecido la cadena militar cuando llego. No aprecié ningún rechazo, incluso en la torre donde les conocía menos. Estaban con ganas de explicar cómo se sentían. Alguien con quien desahogarse y manifestarle cómo se encontraban ahí incluso para su sorpresa. Luego me llamaron las personas que se hicieron cargo para manifestarme, que eran encantadores y no habían tenido ningún problema". Este testimonio apoya la misma impresión que los controladores nos han declarado en alguna ocasión a AD sobre el trato con el estamento militar aquella noche. Incluso meses o años después nos señalan que supuso un cierto alivio ante las presiones de los meses anteriores. Una cierta sensanción de orden. Orden por la fuerza de las armas en las dependencias.
Sobre la declaración del militar Patricio Peláez éste señalaba que cuando habla con el capitán Gago, y con sus oficiales, nadie le comenta que los controladores hayan dejado de atender algún tráfico aéreo, o que se hubiese dejado de prestar servicio, o haya habido alguna situación de riesgo. Nadie le comenta que se hubiese dejado desatendido ningún avión. Esa era la situación real. Y este testimonio corrobora la falsedad repetida tantas veces del supuesto "abandono" masivo y/o concertado. Dificilmente, a no ser por la obediencia debida del estamento militar, se podría entender con qué motivo entonces se utilizaron las Fuerzas Armadas Españolas el 3D2010.
EL LINCHAMIENTO DEL 3D PASA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION A LA REALIDAD
Pero la tensión contra el colectivo de control, además de la mediática, se libraba por ejemplo en el Hotel Auditorium de Madrid, donde se encontraban aquella tarde-noche reunidos en Asamblea los controladores aéreos. Por cierto todos ellos fuera de servicio. La situación de miedo allí sí era real, y esto impidió a alguno de los controladores acudir a sus puestos, aconsejados en gran medida por la propia Policía Nacional. Así el PN 87524 declaraba: "Les expliqué que la situación era un poco tensa en tanto en cuanto justamente cuatro metros detrás de la puerta, en el hall principal del hotel, había concentradas unas cien personas que practicamente pedían su cabeza porque les hacían responsables de la pérdida y tal, que por favor les rogaba que no salieran de la sala". Esto demuestra que el efecto de la campaña ya estaba llegando al plano de lo real, a la población. Uno de los objetivos políticos que perseguía el Ministro, supuestamente, a tenor de la campaña de desprestigio que ya iba para un año… Hemos podido saber que la presencia policial había sido requerida aquella tarde-noche por la dirección del hotel, debido a que se temía por la integridad de los controladores allí reunidos, y se llamó a la policía con el fin de ofrecerles protección debido a como se aprecia en algunas imágenes de televisión, o en el documental "Controlados" algunos pasajeros afectados increpaban a estos profesionales y les insultaban gravemente.
En esta línea declara el Guardia Civil Luís Rodríguez, a pregunta del Juez sobre si estaban buscando a algún delegado sindical o a alguien concreto. El Guardia Civil declara: "No, ellos la única orden que tenían era identificar a los controladores que estuvieran allí reunidos. La controversia surgió claro a la hora de identificar a la gente porque realmente a mí me pidió que si había negativa a identificarse, que yo los tenía que identificar. Yo le comenté, me entrevisté con el Inspector que venía con la Unidad de Intervención policial de policía normal, y le dije que yo no lo veía claro lo de identificar a nadie porque eso era un salón, esa gente lo estaba pagando y eso era una reunión en la que yo no veía ni ilícito penal ni infracción administrativa por lo tanto, y realmente con la legislación aérea en la mano eso no es un centro de trabajo aeronáutico con lo cual la identificación de esas personas no era legal..." Aquí vemos como incluso a nivel de la propia Guardia Civil se atisba la supuesta falta de legalidad de las órdenes recibidas por la propia Policía Nacional.
ACC Madrid-Torrejón de Ardoz
Alguno de los responsables de AENA, como Fernando Martín Felipe declaraba ante el Juez Instructor: "La situación era muy tensa, muy tensa, con los militares allí ya, la policía..." Se describe el ambiente del momento en el ACC de Madrid Torrejón. El mayor centro de control de España.
El mismo día 3 de diciembre, ya cerca de la madrugada del día cuatro, el Coronel Vicente Albert declara que: "Cerca de la medianoche recibo una llamada comunicándole que el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, solicitando mi presencia en su despacho. Me piden una especie de mediación para observar lo que ve y dar impresiones de la situación.
Me dirijo al ACC. Al llegar había Guardia Civil en la puerta, sube a la sala y se encuentra a Policía Nacional vestidos de antidisturbios, con el casco colgado del cinturón, y que sin tener autoridad sobre ellos, les hago saber su opinión de que si podían hacer su cometido fuera de la sala lo hiciesen, que la sala no era el lugar más adecuado para que estuviesen ellos…", aquí vemos cúal fue realmente el cuadro que se encontró la máxima autoridad militar aquella noche en el ACC de Torrejón. "Policía Nacional vestidos de antidisturbios…" !en una Sala de Control Aérea española!. Esta sería informativamente la foto de aquella noche a la que la opinión pública debería haber accedido, y la que la memoria colectiva del pueblo español debería haber retenido. No sólo las imágenes de pasajeros varados por las terminales… como el Gobierno se encargó de facilitar. (Viñeta de CartoonComent.news)
Y continúa Albert: "Charlé con los responsables operativos, Dtor. del ACC, con algunos grupos de controladores que estaban allí. No sé cuanto tiempo. Estuve un rato y me fui a la TWR. Los controladores me transmiten dudas e intranquilidad porque no sabían cómo iban a evolucionar los acontecimientos"
Continúa el Coronel con su declaración: "Había controladores sentados en sus posiciones, otros charlando. Estaban en su posición pero no ejerciendo funciones de control porque estaba el Espacio Aéreo cerrado ya. Cuando yo fuí ya estaba todo el proceso absolutamente en marcha, no estaba empezando. Toda la inoperatividad del ACC ya estaba"
"Cuando yo estuve en el ACC, no había ningún problema con ellos" (se refiere a los controladores aéreos). "La única diferencia con otro día es que había pocas posiciones ocupadas no daba la impresión que estuviesen operativas"
Y vuelve Vicent Albert a describir la situación y el ambiente: ""Estaban allí con una expresión claramente de preocupación. Recuerdo una persona que tenía la cabeza agachada entre las piernas, como la que ponemos cuando vamos a vomitar. Y cuando llegué levantó la cabeza y comenzó a conversar. No era la imagen habitual del ACC".
El Juez pregunta a Albert sobre si el Espacio Aéreo estaba cerrado. El magistrado señala "O sea que aunque estén allí-refiriéndose a los controladores-, no pueden estar operando porque si está cerrado el Espacio Aéreo no hay ninguna función…"
El Coronel Albert responde: "De hecho yo no escuché que hubiera aeronaves llamando. Estaban allí pero tampoco parecía que hubiese trabajo por desarrollar". El Coronel apunta claramente que los ATCs se encontraban en su puesto de trabajo.
A pregunta del letrado Diego Salmerón, sobre si la decisión de cierre del Espacio Aéreo se había tomado al margen de los controladores e incluso al margen de los gestores que había allí, Albert de nuevo es rotundo: "Desde luego de los CTAs sí, de los gestores tengo esa impresión, pero no quiero que se tome como una afirmación rotunda. Digo que no aprecié en las conversaciones que ellos hubieran participado en esas decisiones. Lo que no quiere decir que no ocurriese de esa manera…", está refiriéndose a los gestores.
El capitán Gago vuelve en su declaración a detallar como estaban siendo las cosas aquella noche: "Yo era la máxima autoridad pero era un títere. Yo no era capaz de poner a los aviones a volar. Y se lo pregunto por la noche al teniente coronel Albert, para que me dé instrucciones de qué hacer, y no las recibí. Me dice que hiciese lo que yo decidiese". Gago declara que simplemente estaba allí, pero sin tomar decisiones. Habla de los famosos impresos 34.4 que duda si se entregaron antes o después de las 8 de la mañana. Señala que en esos impresos sólo instaba a algunos de los controladores a ir al médico. Tampoco da instrucciones para relevar a los que están, "porque los que hay son los que están en la Sala". "No tomo medidas porque no hay más controladores y porque no hay aviones".
Es muy importante, por la secuencia de los RD de declaración del Estado de Alarma señalar que según declara llega sobre las 23:30 horas, se dirige al despacho del Director y se encuentra con Gabriel Novelles, Antonio Almodóvar y Mónica Palacios. Señala que sobre las 00:30 es cuando llega un fax diciendo que se hacen cargo como autoridad de la situación los militares.
Gago declara que es Antonio Almodóvar el que se dirige con un teniente, la policía y él mismo a la Sala de Control, en la que estaba todo parado, y les señala a los controladores que Gago es la autoridad militar.
El capitán Gago señala que él no dió ninguna orden, pues pensaba que no servía para nada. Le fueron entregando los 34.4, fundamentalmente, y esto tambien es relevante "al día siguiente". "Hasta el relevo por la noche, creo que no..." señala.
Hasta las 8 de la mañana del día 4 de diciembre el capitán Gago, máxima autoridad en la Sala, no da según su declaración ninguna orden dado que "No hay incidentes, no hay tráfico aéreo practicamente ninguno".
Pero en su declaración surge la cuestión de que Gago señala que tenía dudas de que como máxima autoridad militar pudiese dar órdenes y tomar medidas con los controladores, y señala "incluso podían no darse por enterados de que estaban militarizados, no se les había comunicado fehacientemente". La chapuza evidentemente estaba servida.
El Policía Nacional PUMA64 entró en la Sala de Control del centro la noche del 3 de diciembre. Tenía orden de entrar e identificar a la gente que allí se encontraba y añade "y ver la actitud que tienen". En su declaración dice: "Yo llego y me entrevisto con el DRNA y me dijo que en un corto espacio de tiempo se iba a hacer cargo de la Sala la autoridad militar". Sus mandos le llamaban y le insistían en que tenía que entrar. Pero señala que hasta que la autoridad militar no se hizo cargo, no se le facilita la entrada en la Sala. Es el Jefe de Sala el que le facilita la lista de los ATCs disponibles. "La determinación de entrar en la Sala se toma cuando toman el mando los militares". A la 1 identifica a los CTAs, señalando que se le facilitó el trabajo dentro y que los controladores estaban sentados cada uno en su puesto.
Es en ese momento cuando recibe los 34.4 que tenían rellenos y en los que se declaraba la incapacidad psicofísica de realizar sus funciones. Señala que fueron cuatro agentes y un oficial los que entraron en la Sala. Una imagen insólita debió ser aquella.
El PN86880 estuvo en el ACC la noche del día 3. Señala que ya sobre las 23:30 se fueron hacia Torrejón de Ardoz, es importante la hora, y que el subinspector se puso en contacto con la autoridad militar. Su cometido era identificar a los que estaban en la Sala de Control. El servicio requerido por la autoridad judicial, se da por finalizado cuando se termina de identificar a todos.
PN85686 tambien declará que él identificó a los controladores en Sala, 6, dos supervisores y el Jefe de Sala esperando en su despacho. Señala que al principio el Jefe de Sala les denegó la entrada al alegar que "se podría complicar la situación y que era mejor mantenerse fuera". El les facilitaría el listado.
Según el policía Gabriel Novelles (Director de RRHH de NA) dijo, y reiteró en varias ocasiones, que se iba a hacer cargo la autoridad militar en breve, y que había que esperar a que pasara. Lo único que este policía oyó aquella noche como comentario de un ATC es que "en estas condiciones no se puede trabajar", como algo muy natural señala.
Tambien describe la situación que encontró "Estaba todo muy tranquilo, estos señores estaban en sus puestos de trabajo, eso es cierto. Había silencio. La sala estaba en condiciones aparentemente normales, pero sin tráfico".
El letrado Choclán indica en su Recurso al Auto judicial que " el 34.4 se rellena por los CTAs cuando se produce la presencia policial, circunstancia objetiva que explica sin mucho esfuerzo la situación de ansiedad generada, no siendo el mejor escenario para ejercer, con seguridad, las funciones de control aéreo". Señala que "el Derecho penal no puede erigirse en el instrumento judicial para ofrecer una cobertura ex post a la discutible decisión gubernamental del estado de alarma por RD 1673/2010 de 4 de diciembre".
Por otra parte tambien señala que en contra de lo que sostiene el Auto del Juez al indicar que "y consiguiente movilización de un determinado número de controladores militares a fin de suplir su ausencia..." que "ningún controlador civil fue sustituído por ningún controlador militar"
Si a esta situación añadimos por ejemplo la confirmada sospecha de que sus conversaciones se grababan, aunque la propia AENA reconoce que es imposible averiguar su autoría. Esto quizás a cualquier ciudadano le puede producir alguna sensación parecida a la ansiedad.
Esta es la imagen más popular de la ocupación militar de las instalaciones aeroportuarias en España durante los sucesos del 3-4 de diciembre de 2010. La UME fue movilizada para el raparto de mantas y agua a los pasajeros varados en la terminal. Esta es la imagen que queda en la memoria colectiva del pueblo español de aquellos días
A pesar de la situación provocada por la declaración de RATE 0, el Capitán Jefe Accidental Gago indicó que a pesar de haber firmado los controladores el 34.4 en el que relataban su situación, éstos "todos ellos estaban dispuestos a prestar servicio de Control de Tránsito Aéreo a los Vuelos a controlar según el Convenio de Chicago". Según el Capitán éstos serían: Militares Operacionales y Aviación Militar General, Vuelos de Estado, Ambulancias, Evacuaciones, Sobrevuelos oceánicos y Vuelos oceánicos con destino a nuestro FIR.
Estas premisas son erróneas dado que el Convenio OACI aludido según Choclán "se ocupa precisamente de la aviación civil, de modo que quien se acoge al mismo, lo que asume es la posibilidad de controlar vuelos comerciales sean o no oceánicos, junto a los demás descritos". Como vemos incluso esa alusión al Convenio de Chicago resultaba erróneamente interpretada aquella noche.
Según los testimonios AENA estaba tomando ya desde por la mañana medidas preventivas. Así lo declaraba Novelles, así lo confirmaba C.Librero al indicar que pese a que los relevos se habían producido al mediodía del 3 de diciembre con normalidad "empezaran a plantear medidas operativas y medidas sobre recursos humanos y de gestión para los posibles impactos QUE PODRÍA HABER...". Lo que resulta incomprensible es toda la previsión que se hace, y cómo, a pesar de que los distintos testimonios, incluso los de los responsables de NA señalan, como de normalidad, se toma la decisión de declarar el estado de alarma y militarización de los controladores civiles.
LAS CONSECUENCIAS PSICOFISICAS, más psíquicas que fisicas…
Esta situación evidentemente no fue normal. En primera instancia los ATCs sufrieron las consecuencias de este empleo o uso del poder/fuerza de una manera, según se deduce de todos los testimonios, absolutamente desproporcionada e injustificada. Además de suponer aparentemente este estrés causado una seria amenaza para la seguridad con la que se estaba trabajando en las Salas, y choca sobremanera como en una situación como esa no se produjo ninguna intervención preventiva de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Si en lugar de movilizar a los militares, se hubiera movilizado a AESA para supervisar todo lo que estaba sucediendo, ejerciendo la autoridad que estaba obligada de oficio a ejercer, todo hubiera transcurrido de otra manera.
Pero el objetivo no debió ser ese. El objetivo era doblegar física y mentalmente a estos profesionales, según se desprende de los hechos que se deducen de las declaraciones antes señaladas. Militarizar supone exactamente eso. Pasar a la jurisdicción militar a unos ciudadanos civiles significa exactamente eso, doblegar los derechos civiles de los ciudadanos a los del ámbito militar. Y eso es lo que se hizo. Y eso es profundamente serio, cuestionable, y a falta del pronunciamento del Supremo tiene serios indicios de ilegalidad. Si fue así, el Gobierno de la Nación actuó supuestamente de forma ilegal. Desde el presidente, pasando por el Ministro hoy eurocandidato de apellido Blanco. Nada más lejos de la oscuridad de aquel año.
Presumir como hace el Juzgado en su Auto, y como señala Choclán, que ante semejante situación los ATCs que rellenaron lo que es obligatorio rellenar, su declaración del formulario 34.4 según la normativa, es ir bastante lejos al deducir de esa presunción que estos estaban finjiendo la incapacidad.
Choclán pone ejemplos documentados del estado médico de los controladores. Desde Valium, pasando por Patoprazol y Sedotime, con cuadros de ansiedad, Diazepam, o síntomas como vómitos, incluso acrecentando estados depresivos anteriores, diagnosticado trastorno adaptativo con alteración mixta de emociones y comportamiento, bien condimentado en algunos casos con Orfidal,etc, etc…
Incluso la noche del 3 de diciembre se acredita que el propio Supervisor del Centro de Control cumplió con las directrices e instrucciones del capitán Gago, pero ante su estado lógico de ansiedad, éste firmó pese a no ser necesario dada su condición de supervisor, el formulario de declaración de disminución de capacidad psicofísica.
El Recurso de Choclán es absolutamente contundente en lo que se refiere a los resultados de esa declaración de Estado de Alarma y la militarización de este colectivo. Podríamos relatarles casos concretos, casos que le encantarían a la prensa amarillista o sensacionalista para ilustrar estos resultados. No lo haremos. Nos fijaremos en los aspectos aún más turbios que quedan por desvelar, desde el punto de vista de la legalidad y los derechos ciudadanos que consecuentemente se podrían haber violado supuestamente. Pero esto ha de ser tratado especificamente en un artículo aparte en el que estamos trabajando. De momento, vaya por delante este impresionante extracto de documento aclaratorio, preocupante para el ciudadano:
Estos hechos merecen un artículo aparte. Estos hechos sobre la posible ilegalidad en el fondo y las formas administrativas de la declaración del Estado de Alarma se encuentran contenidos en un documento judicial al que AD ha tenido acceso. En estos días, muy probablemente según algunas fuentes previsiblemente se puede producir el fallo. Hasta entonces sólo dejaremos dos cuestiones básicas en el aire, como son las siguientes:
-¿Fué legal la declaración del Estado de Alarma y la militarización de los controladores aéreos españoles?
-¿Firmó de su puño y letra el Rey de España, D.Juan Carlos I, el RD de Declaración del Estado de Alarma? teniendo en cuenta que se encontraba fuera de España en esas horas.
Y si lo que piensan es que lo relatado es facilmente trasladable a una novela, les adelantaré confidencialmente que se está trabajando en ello. Incluso en forma de trilogía novelística, eso sí basándose en toda una serie de documentos que habilmente se han ido seleccionando por su autor en estos años. Se podría titular "Orígenes del aerogolpe del 3D2010" o "Del fango al fanal, historia democrática en el control aéreo español.." o "El vuelo del bumerán" como aparece en la portada de este artículo, intentando describir en dicha novela el retorno y el efecto del comportamiento de los dos grandes partidos, PPSOE, durante los gravísimos acontecimientos del 3-4 de diciembre de 2010. Ya que si la declaración del Estado de Alarma, la militarización de los controladores, etc… no fueron un acto legítimo y/o legal… estaríamos ante un escenario absolutamente grave, y con responsables por acción (el Gobierno) u omisión (la Oposición).