Guadalajara, SP, 8 de julio de 2013.– Según fuentes consultadas por AD de la Junta de Castilla-La Mancha en Guadalajara, el aterrizaje de emergencia del helicóptero del operador cordobés FAASA pudo ser debido a un "arco" tecnicamente denominado arco eléctrico o arco voltaíco, de una línea eléctrica atravesada por una columna de humo con vapor del agua de la descarga. Curioso es que la fuente local nos ha indicado que "la enorme pericia o habilidad del piloto habría evitado que la aeronave se estrellara, dejando el accidente en aterrizaje de emergencia", y dicho arco habría fundido como se aprecia en la foto de detalle de una de las palas, un buen porcentaje de material sustentador, pese a lo cual "se evitó que se estrellara contra el suelo". Esta fuente, política que no técnica, no repara sin embargo, en que la perfecta autorrotación de la aeronave fue posible, además de por la pericia, a buen seguro por un concienzudo entrenamiento, contínuo, al que se ven sometidos los pilotos ante estas situaciones de emergencia en el caso de empresas "serias"… "La simple pericia, sin entrenamiento no es garantía de éxito en una situación crítica como esta" nos ha indicado un piloto de amplia experiencia en el sector de extinción de incendios.
Por otra parte, la ausencia de cualquier tipo de información oficial de la CIAIAC, ha desatado todo lo que se evita, comunicando oficialmente, la información factual del accidente por parte de este organismo oficial. O en su defecto, la AESA. En ambos casos, lo más inaudito es que en pleno siglo XXI, estos dos organismos no dispongan ni tan siquiera de un departamento de comunicación, y remitan constantemente al propio Ministerio de Fomento, cualquier tipo de contraste informativo.