Alba Sanz/Aviación Digital, Sp.- La invasión de Rusia sobre Ucrania cambió las normas del juego. Al menos del status quo de lo que entendemos hoy en día como Defensa. Hace más de un año, cuando Rusia decidió lanzar las primeras bombas sobre Kiev, la Alianza Atlántica, liderada por Estados Unidos, dejaba un mensaje claro: los valores occidentales que conocemos hoy en día están amenazados y, con ellos, su sociedad.
La industria de la Defensa ha vivido durante algo más de un año una revolución auspiciada por las necesidades de defender las democracias liberales que podían estar amenazadas por el régimen ruso de Vladimir Putin. En España, el presupuesto que se invertía en defensa hasta un día antes de la invasión superaba tímidamente el 1%, solo por encima de Luxemburgo. Sin embargo, ante la necesidad de volver a una carrera armamentística que recuerda a las primeras etapas de la Guerra Fría, el Gobierno de Pedro Sánchez anunció una subida presupuestaria que alcanzaría el 2%, algo que todavía no ha ocurrido.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, argumentaba ante esta subida que “frente a aquellos que ignoraban que los valores de libertad, paz y seguridad podían estar amenazados, la guerra de Putin ha puesto de relieve la necesidad de que seamos conscientes de que hay que defenderlos”.
La IA automatiza las guerras
Y es que los escenarios de tierra, mar y aire ya no son los únicos que han entrado en escena. El ciberespacio y el espacio exterior es ya un nuevo contexto en el que se libra la batalla multidominio que plantea grandes retos a los Ejércitos en el momento de proteger a sus tropas, a la población y a la seguridad nacional.
Una escenificación clara de esta reciente situación es la nueva edición de la Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España (FEINDEF) que ha puesto de relieve cómo ha afectado esta guerra a las futuras decisiones en materia de armamento y, por supuesto, a la implementación de la Inteligencia Artificial en el campo de batalla como herramienta clave.
Desde FEINDEF reiteran en la necesidad de mejorar el entrenamiento y el equipamiento de las fuerzas armadas a través de las múltiples posibilidades que ofrecen la inteligencia artificial (IA), la robótica y los sistemas operativos de red, aunque la infantería sigue siendo la base de la guerra.
Identificación del enemigo pero ¿a qué precio?
Empresas como Palantir, en el lenguaje del Señor de los Anillos, «el que ve de lejos», han ofrecido a propio Gobierno de Estados Unidos un software, conocido como Gotham, que permite la identificación de millones de personas. Esta herramienta es clave para identificar a los enemigos en el campo de batalla pero también supone una violencia directa a la privacidad ya que es capaz de obtener datos muy íntimos como el número de DNI o el nombre de tus familiares más cercanos.
Concretamente, en la guerra, el software que han implementado es el Palantir Artificial Intelligence (AIP), un software que, según explica la propia empresa, permite ejecutar grandes modelos lingüísticos (LLM, por sus siglas en inglés) como GPT-4 en el campo de batalla.
La principal consecuencia de esta acción es que la IA se convierte en un consejero y casi en un actor de la guerra. Para escenificar su modo de actuación y entender su funcionamiento, Palantir mostró cómo un alto cargo militar pedía a la IA del software imágenes nítidas de un territorio en el que había sospechas sobre la presencia de tropas enemigas.
Este entendió las órdenes de inmediato y mandó una serie de drones capaces de tomar las fotos requeridas. Una vez identifica al enemigo, el Palantir proporciona al usuario una serie de opciones para combatirlos, incluyendo atacar la zona con un F16. Apretando una serie de botones, el ataque se ejecuta de inmediato, demostrando así que la guerra se puede automatizar.
Palantir como actor en Ucrania
El fundador y CEO de Palantir Technologies (empresa que facilitó la captura de Bin Laden), Alex Carp, ha declarado en FEINDEF que «las grandes lecciones que estamos viviendo en la industria de defensa son el software y la implementación de la IA en el campo de batalla (…) si quieres defender los valores occidentales en el campo de batalla es es muy importante ofrecer este tipo de herramienta. Lo que ahora está determinando la victoria en el campo de batalla es hacer operaciones de inteligencia vía software y Palantir ha sido el protagonista en muchas de estas acciones «.
«La sociedad occidental cree que la ausencia de armamentos generará paz pero este es un pensamiento que no es nada lógico y es completamente erróneo ya que la fuerza militar es la que está detrás del mantenimiento de la paz», afirma.
En cuanto a los riesgos que supone la implementación de la IA en el campo de batalla, Carp admite que «la IA es potencialmente muy peligrosa y tiene múltiples riesgos. Si no tuviéramos estos adversarios (refiriéndose a los rusos), que tienen un punto de vista muy diferentes a los nuestros, viviríamos con sus valores y su visión del mundo. Debemos invertir en IA para frenar a los adversarios y desde ahí llegaremos un acuerdo basado en las leyes».