Aviaciondigital, Sp.-A la Qatar Airways últimamente le siguen creciendo los enanos. Si no tenía suficiente con toda la polémica generada por los defectos detectados en el fuselaje del Airbus A350, Reuters ha vuelto a hacerse eco del problema que la compañía viene arrastrando desde incluso antes de la pandemia, y es el efecto nocivo de la fatiga sobre los pilotos.
Por lo visto, los pilotos de la compañía qatarí vienen trabajando largas jornadas sin el descanso legalmente requerido, lo que está provocando que muchas de sus tripulaciones se enfrenten a serios problemas de fatiga que podrían a su vez, derivar en consecuencias fatales. Algo que además se sigue repitiendo desde la pandemia, cuando el Departamento de Seguridad de la propia compañía publicara una «encuesta de fatiga» donde se reflejaba que un 93% de los pilotos alegaban no atreverse a escribir un informe de fatiga por miedo a perder su puesto de trabajo, siendo casi un 80% de los pilotos afectados por las listas de turnos y el estrés, y otro 60% por problemas a la hora de dormir.
La realidad es que mientras muchos de los pilotos se sienten impotentes frente a esta situación, ya que el mercado de empleo es escaso, y temen que al reportar informes de fatiga no puedan conservar sus trabajos, en la Qatar Airways han ignorado las terribles consecuencias que un descanso inadecuado provoca en la salud del piloto en particular, y en la seguridad tanto de aeronaves como del pasaje en general, por la posibilidad de producirse un error de consecuencias fatales.
las normas que regulan los tiempos de trabajo de las tripulaciones han de ser revisadas y adaptadas a un descanso adecuado
Los pilotos se debaten entre los efectos derivados de la pandemia (el hecho de los miles de empleados que han sido despedidos durante ella) y la sobrecarga de trabajo asumida porque simplemente no quieran que un informe de fatiga los ponga en el centro de atención o punto de mira, y el potencial riesgo que se les viene encima cuando en cuestión de meses, Qatar se convierta en la sede de la Copa Mundial de la FIFA, siendo Qatar Airways además, el patrocinador principal del evento, y lo que pondría en cierto riesgo a una gran cifra de fanáticos de la Copa del Mundo, debido a los largos vuelos que están siendo operados por personal agotado y tripulaciones, que llegan arrastrando unas condiciones de fatiga y presión, que se suman a las ya empeoradas por el impacto del Covid-19.
Las normas que regulan los tiempos de trabajo de los pilotos y su tripulación deben de ser revisadas y adaptadas para que permitan un descanso adecuado, sin operar con déficit de personal y contando con financiación suficiente.
A esto se añade que, en parte, muchos sistemas de vuelo empiezan a estar siendo automatizados, siendo compatibles con otras tecnologías y que tratan de facilitar el trabajo de volar un avión comercial. Pero esto no debería reducir la importancia de la figura del piloto. Las empresas cada vez invierten menos en sus empleados, y no tienen en cuenta ni en la experiencia ni el conocimiento que aportan a su puesto. Los salarios son inevitablemente bajos, las horas se administran de manera dudosa y los líderes de la industria afirman que no hay suficientes candidatos cualificados, lo cual no es cierto, ya que más bien son los puestos a los que muchos aspiran, los que tienen tintes de explotación.
las empresas cada vez invierten menos en sus empleados y no tienen en cuenta su experiencia ni conocimiento
Quizás nos debamos preguntar por si la razón por la que no tenemos suficientes pilotos no es porque cada vez menos personas elijan el vuelo comercial como carrera, sino porque quizás hayan descubierto la cruda realidad del tipo de servidumbre que ofrecen algunas aerolíneas con deplorables condiciones de trabajo.
Paradójicamente no parece que la fatiga que afecta a los pilotos y que luchan por mantener sus ojos abiertos sea un problema de seguridad y que, sin embargo, los defectos de pintura de los A350 sean lo suficientemente graves como para dejar en tierra a una gran parte de la flota (así lo ha declarado Airbus, aunque haya muchas otras compañías que sigan volando sus A350).
En cuanto a la Autoridad de Aviación Civil de Qatar diremos, que todas las aerolíneas son vulnerables de ignorar la ciencia del sueño. El problema es que trabajo es trabajo. Y los pilotos son seres humanos. Pueden estar legalmente restringidos a semanas laborales de 40 horas, pero nada limita la cantidad de trabajo que pueden acumular en esas 40 horas, y por tanto hay que tener en cuenta la cantidad de esfuerzo, el estrés de mantenerse al día y la necesidad de cumplir con sus objetivos. La naturaleza y la cantidad de trabajo posible ha cambiado drásticamente y mientras no se regule, el tema de la fatiga en los pilotos seguirá siendo un problema que afecta a la gran mayoría de ellos.
Recordemos un dato, un 90% de los pilotos encuestados no ha presentado informe de fatiga en los últimos años por la preocupación de perder sus empleos. Pero para ser justos, deberán ser las compañías las que pongan voz a su versión y de paso, den también a sus pilotos el merecido descanso.