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marzo, martes 19, 2024

La llave del ingreso de Suecia en la OTAN está en manos de los F-16

Biden ha mantenido una llamada telefónica con Erdogan en la que han hablado sobre una posible venta de 40 nuevos F-16 Block 70 y 80 kits de modernización a cambio de que Turquía levante el veto de ingreso de Suecia en la OTAN

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Alba Sanz/Aviación Digital, Sp.- La adquisición de una nueva flota de F-16 a Estados Unidos por parte de Turquía podría estar cerca, aunque esta transacción requeriría de una «compensación» a cambio. Así lo ha declarado el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, tras haber mantenido una llamada telefónica con el presidente de Turquía, Reccip Tayyip Erdogan, en la que, además de haberle felicitado por su nuevo nombramiento como presidente, han tratado un tema clave – y sensible – para el futuro de las fuerzas aéreas turcas: la posible compra de nuevos F-16.

Sin embargo, la adquisición de estos cazas no sería una simple operación. Biden ha pedido a Erdogan que, a cambio de la compra de 40 nuevos F-16 Block 70 y 80 kits de modernización que servirán para adecuar los F-16 del bloque anterior al estándar Viper, Turquía tendría que levantar el veto de ingreso de Suecia a la OTAN, al igual que realizó anteriormente con Finlandia.

«Hablé con Erdogan. Le he felicitado. Sigue queriendo trabajar en el tema de los F-16. Le dije que queríamos un acuerdo con Suecia, así que vamos a conseguirlo. Volveremos a estar en contacto», declaró Biden a los periodistas antes de abandonar la Casa Blanca rumbo a Delaware.

Expulsión del programa de los F-35

El conflicto entre Turquía y Estados Unidos por la adquisición de los F-16 se remonta al año 2019 cuando Washington prohibió a Ankara formar parte del programa del F-35 tras haberse reunido con Moscú para la compra del sistema antimisiles ruso S-400 en lugar de adquirir los sistemas estadounidenses Patriot.

En este contexto, para Turquía los F-16 suponen la columna vertebral de sus fuerzas aéreas pero en la actualidad el país no dispone de la capacidad suficiente para modernizarlos, lo que rebajaría de forma muy significativa las competencias aéreas del país turco. De darse la posible compra de los 40 F-16 Block 70 y 80 kits de modernización, Turquía volvería a disponer de una flota que, aunque sea inferior respecto a la de los países aliados de la OTAN, daría al país turco cierta ventaja militar en comparación con sus países fronterizos.

Fabricación del TF-X turco

Además, desde el año 2019, Turquía, al verse aislada en cuanto a la compra de cazas occidentales, comenzó una suerte de carrera armamentística con el fin de desarrollar su avión de combate local que espera poder ver la luz este año. Conocido como Turquish Force Experimental ( TAI TF-X), este avión es, según Erdogan, «la mejor respuesta con los que amenazan poner fin a la participación de Turquía en el programa de F-35».

Con los TF-X Turquía pretende sustituir su actual flota de F-16 tras haberse quedado obsoleta. En palabras del jefe de la Dirección de Industria de Defensa de Turquía (SSB), Ismail Demir, «será un avión polivalente, diseñado principalmente para funciones aire-aire teniendo en cuenta también las funciones aire-superficie. Tras el análisis de ingeniería, los cálculos preliminares, basados en la información recibida de los proveedores de motores candidatos, se decide que el avión TF-X tiene una configuración bimotor».

Y no solo eso. Según el fabricante, los cazas turcos incorporarán bahías de armas internas, sistemas de de inteligencia artificial y redes neuronales. Por otra parte, se prevé que este aparato se mantenga operativo hasta la década de 2070 y tiene la capacidad de ser interoperable con otros activos de las fuerzas aéreas turcas o incluso con los F-35.

A pesar de esto, el TF-X aun no ha entrado en funcionamiento y los F-16 siguen siendo los cazas más relevante dentro de sus fuerzas aéreas. Eso sí, Ankara requiere de su modernización ya que, de no darse, los F-16 apenas tendrían ventaja competitiva frente al resto de países de la región o de la propia OTAN. Más aun cuando se espera que el F-35 Lighting II comience a operar en el año 2025.

Y es que, Turquía carece de cazas de cuarta y quinta generación, necesarios para mantener una fuerza aérea que sea avanzada tecnológicamente durante el resto de esta década lo que explica la insistencia de Ankara para que Estados Unidos le venda F-16 y los kits necesarios para actualizar muchos de sus cazas actuales.

La ampliación de la OTAN: en manos de Turquía

Tras la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid en el año 2022, coincidiendo con la invasión sobre Ucrania por parte de Turquía, Suecia y Finlandia decidieron acaban con su política de no alineación y solicitar su ingreso formal a la Alianza Atlántica.

Para los dos países nórdicos este camino no ha sido fácil. Turquía se opuso de forma reiterada al ingreso de estos dos países tras acusarles de ser un nido de «terroristas» por acoger a refugiados kurdos. A pesar de que Ankara levantó su veto a Finlandia después de que Helsinki levantara sus restricciones a la venta de armas impuestas a Turquía tras su papel en la guerra civil en Siria, Suecia continúa con el «no» turco que le impide formar parte de la Alianza ya que para formar parte de la Alianza se necesita conseguir la unanimidad por parte de todos los países miembros.

Las razones de la negativa de Turquía vendrían derivadas a que el país sueco no habría cumplido, según Erdogan, con sus promesas de expulsar a ciudadanos kurdos de sus fronteras. Además, la quema de un Corán ante la embajada turca con la protección de la policía sueca el pasado mes de enero por parte del ultraderechista sueco-danés Rasmus Paludan, sirvió a Turquía como precepto para insistir en su negativa.

Esta acción fue tildada por Erdogan en un discurso televisivo como «una traición, una vulgaridad, una canallada y un deshonor. Los causantes de que se haya vivido tal ignominia frente a nuestra embajada no pueden esperar ninguna buena disposición  de nuestra parte en su solicitud de adherirse a la OTAN».

Con la reciente llamada de Biden esta cuestión podría zanjarse si eso implica la adquisición de los F-16 y de los kits de modernización requeridos por Turquía. En un momento en el que Washington y Ankara se encuentran en el camino de la construcción de unas relaciones más sólidas, la llave de la ampliación de la OTAN podría estar en el futuro de los cazas de combate F-16.

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