Las limitaciones del F-35

Alba Sanz/ Aviación Digital, Sp.- En un momento en el que cada vez es más latente la posibilidad de que el caza de quinta generación F-35 forme parte del Ejército del Aire español, diferentes investigaciones apuntan a varios fallos en esta aeronave, considerada como la más cara a nivel mundial.

Uno de los principales componentes que más errores ha presentado son sus asientos eyectables. Y es que, en el caso de los F-35 vendidos a Israel, la Fuerza Aérea del país tuvo que inmovilizar su flota debido a un fallo en el sistema de eyección que impedía al piloto poder salir de la aeronave con seguridad.

Fallos en los CAD

El fallo venía derivado de los «cartuchos», conocidos como Dispositivos Accionados por Cartuchos de Asientos (CAD), que facilitan la propulsión de los asientos eyectables para ayudar a impulsar hacia el exterior de la cabina el asiento de los pilotos. Según llegó a comunicar la Fuerza Aérea, varios de estos lotes de producción sido identificados por la empresa como «peligrosos», por lo que tuvieron que frenar el entrenamiento de los pilotos en estos cazas.

Según confirmó la portavoz del combate del Mando Aéreo, Alexi Worley, a Breaking Defense, «por precaución, las unidades del ACC ejecutaron una parada para acelerar el proceso de inspección. Sobre la base de los datos recogidos en esas inspecciones, el ACC tomará la decisión de reanudar las operaciones”.

Radar limitado para misiones en alta mar

Además de estos fallos en los CAD, que también dejaron en tierra a varios F-35 de la flota estadounidense, estos cazas también han presentado limitaciones en el ángulo del radar frontal, que limita las misiones en el mar, lo que hace que sea una posible barrera para poder ser usada en el buque Juan Carlos I, ya que no dispone de mucha capacidad para detectar objetivos en el mar, uno de las principales misiones del buque.

En esta línea, el radar de los F-35 solo pueden detectar lo que se encuentra frente a la aeronave, sin posibilidad de poder ampliar el radio de acción, lo que limita las misiones de manera considerable.

Problemas en la cabina y a bajas temperaturas

Por otra parte, y a pesar de que Lockheed Martin ya ha declarado que se ha solucionado el problema, varios pilotos han denunciado haber sufrido fuertes dolores de cabeza, incluso sinusitis, después de que la cabina haya sufrido varios picos de presión. A esto se le une, además, resplandores verdes que se reflejan en los cascos de los pilotos y que afectan directamente a su visibilidad para poder maniobrar.

A esto cabe sumarle que los F-35 se están viendo gravemente afectados por las bajas temperaturas y el frío. En las bases desplegadas por la OTAN en Alaska o en Noruega ( a menos de 30 grados en algunos periodos), las condiciones climáticas han afectado a la tecnología de estos cazas, especialmente en las baterías.