Madrid, SP, 15 de abril de 2013.-Hoy concluye el plazo de un mes fijado por el catedrático Gregorio Tudela, mediador en el conflicto de Iberia y sus trabajadores, para llegar a un acuerdo sobre las medidas de mejora de la productividad con la plantillas de tierra y tripulantes de cabina, quedando los pilotos fuera de esta negociación al no haber firmado la mediación.
Ante esta cita, fuentes sindicales exponen la dificultad de lograr un acuerdo con los empleados de tierra, colectivo muy heterogéneo que integra trabajadores con funciones variadas, y la postura de acercamiento de los tripulantes de cabina.
Si finalmente hoy no se plantea un acuerdo en firme, las rebajas salariales se incrementarán en 4 puntos porcentuales a los recortes salariales ya establecidas con la mediación.
Por su parte, el sindicato de técnicos de mantenimiento ya apuntaba «no ver intención de acuerdo de la compañía» en la reunión del pasado martes en la que se dieron cita los representantes de los colectivos de los trabajadores para denunciar la situación a la que se está llevando a Iberia y a la economía española calificándola como un «desmantelamiento de la sociedad y del sector aéreo español».
En torno a una mesa redonda organizada por el partido político Unión Progreso y Democracia (UpyD), representantes de Asetma, Stavla y Sepla pusieron color y datos al vaciamiento al que se está viendo abocada la compañía.
El futuro y la viabilidad de Iberia
Según apunta Miguel Ángel Jiménez, representante de la Asociación Española de Técnicos de Mantenimiento de Aeronaves (Asetma), colectivo adherido al acuerdo de mediación, esta operación «no contempla el futuro de la compañía». Jiménez ha explicado la intención de sus compañeros al firmar, apostando por «evitar que más de 4000 personas fueran a la calle e intentando seguir defendiendo Iberia durante la tregua de 6 meses», aún cuando ha afirmado que el «tema de la viabilidad de Iberia no se ha podido solventar» y que apoyan al Sepla «en la parte de llegar a acuerdos razonables que acuerden soluciones» en este sentido.
Por su parte, Ricardo Álvarez, representante del sindicato de pilotos, ha expuesto el verdadero problema de la crisis de Iberia. Según Álvarez «estamos ante una multinacional gestionada por financieros» que están «desmantelando Iberia desviando la atención para centrarla en los empleados», cuando lo verdaderamente relevante es que desde 2004, donde Iberia contaba con una flota de 156 aviones para 26.500 empleados, por lo que había 169 trabajadores por avión; hasta el día de hoy, en el que la ecuación ha bajado a 19.500 trabajadores para 68 aviones, con lo que corresponden a 238 empleados por aeronave, se ha tratado de «encarecer al personal» para negociar el ERE con una cifra récord de empleados por avión.
Según Álvarez el acuerdo de mediación traerá otro ERE «antes de finales de este año» puesto que «no podemos funcionar con 238 empleados por avión», hecho aún más grave si tenemos en cuenta el aumento de productividad puesto que «si además damos más productividad, sobramos más» apunta.
«El gobierno debe obligar a Iberia a cambiar la gestión»
Este es el grito de todos los colectivos de trabajadores. Una petición conjunta al Gobierno, responsable del 15% de las acciones de IAG, a través del 12% de Bankia y del 3% de SEPI, de todos los empleados de la compañía que prevén la desaparición de Iberia si no se produce una intervención que salvaguarde las garantías de la compañía española y que sea capaz de «convertir este hub de Madrid y Barcelona en conexión con Asia y Latinoamérica», puesto que si no, como apunta el representante de los TMA «esos beneficios van a ir a parar a otras compañías».
"La reestructuración de Iberia pasa por sus directivos"
Tal y como informaba el representante de Stavla, Andrés Corredera, Iberia cuenta con 1024 gestores y 119 directivos de los que, según fuentes extraoficiales, el plan de transformación sólo afectaba a 3.
Corredera destacaba el desmedido organigrama con 387 direcciones y subdirecciones para solo 68 aviones y secundaba que "no se puede permitir que personas como Rafael Sánchez Lozano, reciente ex consejero delegado, haya cobrado 5,3 millones de euros por 44 meses de trabajo, tras los cuales una compañía saneada y con beneficios desde su privatización arroja las mayores pérdidas de su historia".
«British Airways vuela con averías»
Según ha afirmado Miguel Ángel Jiménez el 80 % de las averías publicadas por British Airways son apuntadas «en el último vuelo del día». «Estadística clara» que muestra que «la compañía británica está volando con averías».
Según Jiménez, «Ryanair e Easyjet solo apuntan un 3% de las averías», Iberia Express y Vueling un 5% e Iberia del 10 al 15%».
Iberia podría haber comprado a British Airways
El año en el que se produce la fusión Iberia contaba con 1.570 millones de euros de patrimonio real frente a los 111 millones de British Airways. La compañía española multiplicaba por 15 el valor patrimonial de la británica.
"Iberia tenía una caja de 3.000 millones de euros cuando British valía 2.700 euros». Con estos datos, según punta Álvarez, Iberia podría haberse hecho con la totalidad de BA. El representante de los pilotos expone la pregunta del millón ¿qué hubiera pasado si el desmantelamiento de Iberia se hubiera hecho al revés? «No lo permitirían porque la única garantía segura de tener un transporte digno es tener una compañía fuerte» concluye.
Juan Rubio, moderador del encuentro, cerraba el debate enviando una petición a Ana Pastor, ministra de Fomento, para que explique "por qué seguimos con los ratios más altos de incidencia en el espacio aéreo español y se sigue sin hacer nada. Aesa hace una labor más bien nefasta".
Según Rubio estamos asistiendo al "desmantelamiento de la sociedad española y del estado de derecho, que se materializó el 5 de febrero de 2010 con un decretazo que se fundió un convenio colectivo, el primero, el de los primeros privilegiados. Después vinieron los privilegiados de los pilotos, los privilegiados de los médicos… los privilegiados de los mileuristas, ya son privilegiados. Ahora solamente nos falta defender a los 6 millones de no privilegiados frente a los privilegiados con mayúsculas."