Madrid, SP, 6 de mayo de 2015.– Rosana Pérez del BNG, diputada electa del Reino de España, cuestiona la mayor en una pregunta al Gobierno sobre la decisión de ENAIRE de sancionar a 61 controladores aéreos españoles, por los luctuosos sucesos, más propios de un país de los denominados «bananeros», sucedido el 3D2010, y que tras más de cuatro años, el actual Ministerio de Fomento habría avalado con los hechos, que es lo que en política cuenta, a pesar de que según la diputada «no se ajusta a derecho«, con lo que la posibilidad de presunta prevaricación en el expediente sancionador va tomando cuerpo solidamente, al sancionar a estos 61 profesionales. La contradicción entre la declaración de teórica «paz social» de la propia Ministra, Ana Pastor, el 24 de diciembre de 2014, no hace sino sembrar la duda por la desautorización de hecho que los directivos actuales de ENAIRE han tenido la deferencia de «regalar» a la titular del Ministerio de Fomento. Pastor está en un callejón con cada vez menos salidas. Quizás mal asesorada desde la lúgubre sombra de algún despacho del 67 del Paseo de la Castellana, quizás simplemente equivocada…
Pero quizás lo más grave de todo sea la falta de acatamiento de lo que los tribunales de justicia han señalado en 20 ocasiones, y quizás sean los tics que lastran ENAIRE, tics autoritarios que inducen a pensar que lo que los Tribunales fallan es facilmente soslayable por otro medios administrativos, los que hacen que sean capaces de obviar la voz de la Justicia, y pretender tomársela por su mano, arrastrando a la propia Ministra, como un peón sin mando alguno, a una contradictoria posición respecto a esta herencia del euroaforado y bachiller José Blanco, cuyo fantasma sigue recorriendo el Paseo de la Castellana 67, y cuyos colaboradores más directamente implicados en estos sucesos del 3D2010, hoy ocupan más altas responsabilidades directamente derivadas de los nombramientos de Ana Pastor.
Y en la parte de la safety la diputada señala como AESA ha sido notificada de la relación de estrés de los profesionales en Barcelona ultimamente, y los incidentes aéreos. No basta con obviar estas notificaciones para no señalar como extremadamente preocupante la situación provocada por la decisión de ENAIRE en un momento tan inoportuno como falto de justificación legal alguna, según se deduce de lo que la diputada señala en su pregunta.