Santa Cruz de Tenerife, SP, 29 de junio de 2015.- ¿Y a qué viene esto? Esto viene a que en nuestro país ocurren cosas bastante extrañas y aunque mis amigos me dan pistas y claves, no soy capaz de descifrarlas. Trataré de explicarme, comenzando por repasar algunos de nuestros récords:
- La crisis aún presente (aunque unos la negaron y otros dicen que es ya agua pasada), nos ha machacado y nos sigue machacando bastante más fuerte que a nuestros vecinos nórdicos.
- Los índices de paro en nuestro país, superan con creces la media de nuestros vecinos asentados por encima de nuestra latitud.
- El informe PISA, en castellano, Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, se empeña en humillarnos y colocarnos una y otra vez a la cola de nuestros vecinos anteriores.
- La corrupción organizada, ha arraigado con fuerza en nuestras instituciones. Y esto no es una opinión o percepción mía, que no tendría ningún valor, sino que así lo manifiestan nuestros órganos judiciales.
- No voy a enumerar el derroche de recursos públicos empleados en construcciones faraónicas de todo tipo sin ningún uso práctico, porque no acabaría nunca.
- Nadie quiere corrupción, pero se sigue votando a los corruptos.
¿Qué nos pasa? ¿Realmente es que no tenemos arreglo?
Me van a permitir que mencione solamente uno más de estos tremendos desaguisados ya casi olvidado pero no por eso menos importante.
Año 2.010, durante el mandato del Sr. Ministro de Fomento de aquel entonces, no se escatimaron esfuerzos ni recursos de todo tipo, sobre todo mediáticos, para desprestigiar a un colectivo de trabajadores legales, que tenían y tienen que trabajar días y noches, laborables y festivos, que tenían y tienen una gran responsabilidad porque en sus manos están las vidas de miles y miles de personas y que forman parte importante en la generación de riqueza y por consiguiente de la recuperación y el bienestar de nuestro país.
Pocos fueron los que vieron mal aquel acoso. ¿Por qué?
Porque fue muy bien tramado, se utilizaron la mayoría los recursos a disposición del gobierno para tal propósito y sobretodo se canalizó hacia un sentimiento que en este país, por alguna razón que desconozco, está más desarrollado que entre nuestros vecinos.
No se les podía acusar ni de recibir sobres con dinero en negro, ni de tener cuentas no declaradas en paraísos fiscales, ni de cobrar horas extras no realizadas, ni de cualquier otro tipo de corruptelas tan frecuentes en estas latitudes.
¿Qué argumento se esgrimió entonces?
Solamente había uno que en nuestro querido país no podía fallar. Fomentar la ENVIDIA acusándoles de que ganaban mucho dinero y paralelamente apretar las tuercas con todos los mecanismos gubernamentales (que no son pocos), con decreto tras decreto «ad hoc» hasta lograr el objetivo; que no se hablara en los medios de comunicación de agujeros económicos y otras pifias y lograr doblegarles e imponerles las condiciones laborales unilateralmente al margen de nuestro ordenamiento jurídico laboral, con el objetivo de facilitar un plan «tapagujeros» a través de privatizaciones del patrimonio público.
Conviene recordar que AENA, había sido económicamente antes de esa época una perita en dulce que generaba beneficios, pero en esas fechas gracias a una gestión poco afortunada, por no decir desastrosa, se había generado un agujero de unos 12.000 millones de euros, es decir, una cifra tan monstruosa que supera la aportación de la zona euro al rescate de Chipre en 2.012. De este agujero negro no se hablaba, más bien se trataba de desviar la atención hacia unos malvados que ganaban mucho dinero. Por supuesto ese sueldo no se lo asignaban ellos mismos como otros colectivos, ni tenían exenciones fiscales, ni ninguna prebenda a la hora de jubilarse con menos años de cotización, sino que el convenio se negociaba dentro del marco del Estatuto de los Trabajadores al igual que el resto de los trabajadores.
No está de más aclarar que el dinero de las nóminas de los controladores aéreos no sale de los Presupuestos Generales del Estado, sino que lo pagan los usuarios de ese servicio de transporte al comprar los billetes. Es decir, un nacional o extranjero que compra un billete para viajar en avión de Madrid a Barcelona, está cooperando en sufragar los sueldos de estos señores y el que no utiliza ese medio de transporte, sencillamente, no lo paga.
Ya para terminar, si hubiera alguien que creyera que el sueldo de los controladores tiene la culpa de ese agujero de 12.000 millones, es como si se echara la culpa de la subida de la temperatura y del nivel de los océanos, no al cambio climático, sino a que algunos bañistas se hacen pis cuando se bañan.
Dicho esto, en diciembre de 2.010, como consecuencia del cierre del espacio aéreo en todo el territorio nacional por AENA (que es quien tiene la facultad para declarar el «Rate 0«), se abrieron en distintos juzgados de nuestro territorio, 23 causas judiciales contra un numero importante de controladores por un supuesto «plante«.
De esas 23 causas judiciales, después de aproximadamente cinco años de investigación, los jueces han archivado o sobreseído una tras otra 21 (aún quedan pendientes 2, la de Madrid y la de Palma).
Y digo yo (y supongo que otros muchos ciudadanos).
Si por parte de los controladores aéreos según los jueces, parece que ni hubo un plante organizado, ni abandonaron sus puestos de trabajo masivamente como se argumentaba y si había suficiente numero de ellos en frecuencia (cuando AENA decidió unilateralmente cerrar el espacio aéreo), como para controlar todas las aeronaves bajo su control, dando el servicio que necesitaron bien hasta que salieron del espacio aéreo español las que estaban en tránsito o bien hasta que aterrizaron en los distintos aeropuertos nacionales el resto. La pregunta obvia es: ¿Entonces quién organizó todo ese «cacao» y porqué?
No debería de ser tan difícil. Había solamente dos equipos, por un lado los controladores aéreos (que según los jueces ya hemos visto que después de 5 años de investigación de momento van ganando 21-0, con 2 partidos aún por jugar) y … por el otro lado, la otra parte que todo el mundo sabe quienes eran y el agujero que dejaron.
Para más INRI, por primera vez desde la llegada de la democracia a este país se declaró el Estado de Alarma y se empleó al ejército, no para defender a los ciudadanos de una agresión externa como seria lo normal, sino que en el caso que nos ocupa se usó internamente contra unos trabajadores. Sentando un precedente bastante peligroso, tanto desde el punto de vista de la seguridad aérea como desde el punto de vista de su empleo alegremente en futuros conflictos laborales.
Cinco años después, las secuelas del 3D están aun sin resolver y además de vez en cuando la herida se reabre, sobretodo cuando se echa sal. Da la sensación que la doctora ahora al mando, ha suturado para disminuir la hemorragia económica, pero no ha desinfectado, manteniendo a parte de los patógenos aun dentro y activos.
Aquí tenemos dos instantáneas de uno de los principales actores de este desaguisado del 2.010 en actitud placentera y pensante, que a fuerza de practicar y practicar, es una técnica que como pueden observar se puede llegar a dominar incluso en ambientes de bronca.
De este señor está ya casi todo dicho sobre su formación académica, experiencia profesional, gestión en Fomento, sus viviendas en Las Rozas y Villa PSOE, su afición por las gasolineras, etc. pero no quisiera despedirme sin mencionar el daño innecesario causado al transporte aéreo, a la seguridad y al país.
La gestión de este Sr. no fue precisamente brillante, más bien fue un mal gestor de amplio espectro como no podía ser de otra forma, dada su escasa o nula formación académica, falta de experiencia fuera del ámbito político y carencia de un mínimo nivel de sentido común.
Se jactaba, que hasta los americanos envidiaban nuestra red de alta velocidad. Esto suena a lo de la «Champions League» de su jefe: Hemos pasado a Italia, vamos a pasar a Francia y… al final pasó lo que pasó.
La tan envidiable red de alta velocidad (a todas luces desproporcionada), ahora se está viendo que es un sistema muy deficitario y económicamente no sostenible.
Si se hubiera invertido un poco más racionalmente los recursos disponibles, en hacer lo que había que hacer sin olvidar la seguridad, probablemente el accidente del Avia en Santiago de Compostela no hubiera ocurrido.
España no puede deslumbrar al mundo mundial con la mejor flota de submarinos atómicos o el mejor programa espacial tripulado, porque nuestros recursos son limitados y todo esto es caro de producir y caro de mantener. Si se dedican demasiados recursos a estas cosas es a consta de retraerlos de otras partidas, como sanidad, educación, investigación o seguridad y el sentido común dice que el presupuesto debe de ser equilibrado y estar adecuado a nuestras posibilidades. Nuestro país puede hacer un papel digno en la mayoría de las áreas, pero sin deslumbrar en ninguna porque eso solo se puede llevar a cabo a consta de desvestir a otro santo y a la larga, se acaba pagando.
Tampoco es cuestión de cebarse con este señor. Una operación como la del 3D y una deuda de tal magnitud como la contraída por AENA, no lo cocina una persona solamente. Es probable que una investigación a fondo de la generación de esta descomunal deuda, podría arrojar luz sobre las razones del acoso y el 3D.
Lo hemos visto en otras de las muchas corruptelas descubiertas, que al principio se paso de puntillas sobre ellas, hasta que después de una profunda investigación judicial ha resultado que había bandadas de involucrados, principalmente políticos sin escrúpulos y parásitos.
¿Denominador común de las corruptelas? Mucho dinero involucrado y, en este caso lo había.
Esta larga investigación de lo que ocurrió el 3D, da la sensación que ha sido un poco asimétrica. Se ha empleado mucho tiempo y recursos en tratar de buscar la culpabilidad en un lado solamente, pero ¿qué pasa con el otro lado, se va a poner el mismo empeño en investigarlo?
Cuando hay un accidente aéreo, no solamente hay que investigar al piloto, conviene echar un vistazo también a las otras partes. En algunas ocasiones los accidentes que ocurren a 35.000 pies son provocados desde despachos a nivel del suelo y generalmente por intereses económicos.
Lo del 3D da la impresión que solamente fue fuego de artificio, el chaff para distraer la atención de lo importante, los 12.000 millones, los contratos, las empresas adjudicatarias, los sobrecostes, las conexiones, las posibles comisiones, las prisas por privatizar, etc. etc. porque últimamente se está descubriendo que en este país, donde ha habido movimientos importantes de dinero público, generalmente ha habido saqueo.
Son muchas las instituciones como Ayuntamientos o Cajas de Ahorros, que han sido arruinadas, no por los sueldos elevados de sus trabajadores, sino porque los insaciables gestores de turno y sus compinches se lo llevaron crudo.
Si al final, los controladores aéreos después de tanto tiempo de investigación judicial, no fueron los culpables de tal desaguisado, alguien habrá sido el autor intelectual de semejante despropósito, donde no se escatimaron medios, ejército incluido y donde se tuvieron que dejar muchos rastros.
¿Estamos realmente interesados en llegar al fondo de este caso, apuntando donde estaba el gran agujero que convenía tapar cuanto antes o preferimos el circo mediático arañando solamente en la superficie buscando cabezas de turco?
Sin una investigación seria no seria prudente apuntar a nadie, pero cuando pregunto a otros colegas, quienes sospechan que fueron realmente los responsables, bajan un poco el tono y me responden susurrando: «blanco y en botella«.
J.M.M.C.