Montreal, CAN.- Los controladores de tráfico aéreo de Canadá, Islandia y el Reino Unido han iniciado pruebas, utilizando tecnología de vigilancia vía satélite, para realizar el seguimiento de aeronaves que cruzan el Atlántico Norte. Esta es un área que, en gran parte, no cuenta con cobertura radar convencional.
En las áreas alejadas, fuera del alcance de las estaciones de radar terrestres, el control de los aviones se realiza a partir de los informes de posición que envían los pilotos, generalmente en intervalos de 10 a 14 minutos.
El empleo de la tecnología ADS-B (Automatic Dependent Surveillance Broadcast) garantizará la vigilancia permanente de los vuelos, permitiendo adaptar las rutas para conseguir mayor eficiencia con menor separación entre las aeronaves.
Aireon, proveedor de servicios de ADS-B, ha indicado que su sistema comenzó a funcionar el 2 de abril, después de que en febrero se implementasen las capacidades requeridas, en los últimos seis satélites Iridium Next (66 en total).
En los aviones equipados con ADS-B, el transpondedor transmite la posición, altitud, velocidad y rumbo del vuelo. Los satélites transmiten esa información a las estaciones terrestres inmediatamente.
Aireon describe el sistema como «el primer sistema global de vigilancia del tráfico aéreo en tiempo real», que «optimizará radicalmente la seguridad y eficiencia del vuelo».
Alrededor del 30% del espacio aéreo mundial está cubierto por sistemas de vigilancia terrestres, mientras que el control en el resto de zonas muy alejadas de las costas (regiones oceánicas, polares, etc) se realiza mediante informes de posición.
El Atlántico Norte es el espacio aéreo oceánico más transitado del mundo, con más de 500.000 vuelos al año, según indica Martin Rolfe, director ejecutivo del proveedor de servicios de navegación aérea del Reino Unido NATS; se prevé que el tráfico llegue a 800.000 vuelos al año para 2030.
NATS, Nav Canada e Isavia, gestora de navegación aérea de Islandia, son los primeros proveedores de servicios de navegación que han adoptado el sistema ADS-B como parte de la prueba en el Atlántico Norte.
Aireon asegura que la utilización del ADS-B reducirá los «riesgos generales de seguridad de vuelo» en alrededor del 76% en todo el Atlántico Norte, y además las aerolíneas generarán importantes ahorros de combustible al volar en rutas, velocidades y alturas óptimas.
Más del 95% de los aviones que operan en el Atlántico Norte, están ya equipados con ADS-B. La normativa aérea de E.E.U.U. obligará a todas las aerolíneas a tener instalado el equipo para enero de 2020. Las autoridades europeas obligarán a partir de junio de ese año.