Madrid, SP, 22 de noviembre de 2013.– El Gobierno central, a través de Aena, se ha pronunciado sobre la gestión del aeropuerto barcelonés diciendo que no es posible implantar un modelo de gestión propia, por parte de la Generalitat Catalana, en el aeropuerto de El Prat. Rapidamente, cuestión de horas pasaron y el presidente de Vueling se apresuraba a introducir el conflicto indicando que la privatización del Ente "puede ser una oportunidad para que la aerolínea anglo-catalana se expanda y consiga llenar El Prat", lo que añadió, "es una prioridad". Así lo declaraba en una entrevista ayer jueves en Cataluña Radio.
El Consejo Consultivo de Privatizaciones (CCP) emitió hace unas semanas un informe sobre la privatización de AENA Aeropuertos en el que avala la venta del 60% del capital de la empresa pública. La operación se llevará a cabo a través de la colocación de un 30% de las acciones en un "núcleo estable" de cuatro o cinco accionistas mayoritarios y después otro 30% entre accionistas minoritarios. Desde el Gobierno, en consenso con la dirección de la empresa, se ha fijado el segundo trimestre de 2014 para llevar a cabo esta operación.
Ni la Generalitat, ni el Ayuntamiento de Barcelona tendrán posibilidad de gestionar el aeropuerto de El Prat porque después de años de negociaciones, Aena ha descartado su presencia en los órganos de control. El argumento ha sido la oposición de sus acreedores, la banca a la que la empresa pública adeuda 12.000 millones de euros por las inversiones realizadas en los 46 aeropuertos españoles.
El presidente de Aena, José Manuel Vargas ha afirmado "la gestión del aeropuerto de El Prat, como el resto de aeropuertos de la red, está encomendada a una compañía que ha sido la que ha recabado del mercado la financiación de sus infraestructuras". Vargas, descartó en Barcelona la posibilidad de que se fuera a implantar un modelo de gestión propia en el aeropuerto de El Prat, algo que desde hace tiempo reclaman algunas entidades e instituciones catalanas. Según el presidente de Aena es imposible desde el punto de vista jurídico. Además, calificó de "modélica" la colaboración entre las instituciones catalanas y Aena en lo que respecta al Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas (CDRA). Las administraciones podrán promover El Prat para atraer nuevos enlaces aéreos, pero nada más. No se esperan cambios y mucho menos en una Aena que, además de su alto grado de endeudamiento, se enfrenta a un proceso de privatización parcial.
Vargas también afirmó que la empresa (dependiente del Ministerio de Fomento) no tiene planteado realizar cambios porque "no parece razonable destruir lo que hay para construir no se sabe qué". Esto se puede entender como un espaldarazo del Gobierno a las aspiraciones catalanas de control del aeródromo además de un enfrentamiento directo entre la ministra de Fomento, Ana Pastor y el consejero de Territorio Santi Vila que es el titular catalán de aeropuertos.
La participación en el aeropuerto de El Prat ha sido siempre un objetivo para la Generalitat de Cataluña, tanto es así que han sido numerosas las negociaciones entre la Generalitat y el Gobierno del Estado para participar de la gestión del aeródromo. Se llegaron a alcanzar acuerdos en los que la administración autonómica podría tener un papel no en el consejo de administración, sino en un consejo territorial de nueva creación (que se crearía también para Barajas).
En noviembre de 2011, el Consejo de Ministros aprobó ese órgano que autorizaría los préstamos participativos para la sociedad concesionaria, supervisaría la conservación de la infraestructura o iba a participar en la propuesta de definición de las líneas estratégicas del aeropuerto. Pero eso ya ha quedado atrás, ahora El Prat tendrá que conformarse con el crecimiento que está teniendo Vueling gracias a sus conexiones con casi toda Europa. Tampoco hay que olvidarse de las aerolíneas de bajo coste que como en el caso de Ryan Air, ha revitalizado la antigua Terminal 2, donde casi trabaja en exclusiva.
Lo cierto es que la aspiración de la Generalitat de hacerse con el control del aeropuerto de El Prat, por ahora ha quedado suspendida porque el Gobierno ha movido ficha antes y ha puesto en marcha los mecanismos para que el gobierno autonómico no tenga la capacidad de gestión del aeródromo. En esta ocasión, Mariano Rajoy se ha adelantado a Arthur Más en su particular batalla contra el independentismo.