Samuel Pérez, Aviaciondigital.- A lo largo de su trayectoria, un piloto vivirá infinidad de momentos inolvidables aunque entre todos ellos hay uno que destaca, el primer vuelo solo o como lo llamamos en aviación, «la suelta».
En el día de hoy les contaré mi caso, durante las primeras horas de vuelo, los alumnos practicamos las maniobras básicas, vuelo recto y nivelado, giros, ascensos y descensos, una vez que esas maniobras se dominan es turno de pasar a las perdidas, virajes pronunciados y alguna emergencias en vuelo.
El siguiente objetivo es practicar las tomas y despegues o como algunos instructores las llaman, «tomas y desplomes», para casi todos esta es la parte que mas compleja nos resulta ya que en un corto espacio de tiempo tienes que despegar el avión, configurarlo en posición de crucero, configurarlo para el aterrizaje y aterrizar, además de volar el avión es imprescindible llevar las comunicaciones para saber donde están los demás aviones y que ellos sepan donde estas tu.
Una vez las tomas y despegues están «dominadas» se empieza a practicar las diferentes emergencias en circuito así como fallos de motor para que en caso de que pase en la vida real los alumnos sepamos como reaccionar.
Una vez todo lo anterior está controlado un día te subirás al avión con tu instructor creyendo que será otro vuelo rutinario, tras haber practicado diferentes maniobras el instructor te dirá de volver al aeródromo, momento en el que el se bajará y te tocará ponerte tu solo por primera vez a los mandos del avión…
Para los alumno es una sensación única ya que una vez estás en el aire cuando miras alrededor te das cuenta de que estás llevando tu solo el avión en el que te has entrenado durante 15/20 horas.
Como norma general, la suelta consiste en tres tomas y despegues, una vez en tierra y según de donde seas la celebración puede variar, la tónica general es tirar al alumno un cubo de agua por encima, aunque en algunos lugares se acompaña de un corte de pelo por parte del instructor o los compañeros de promoción.
Como dije al comienzo de este artículo, da igual el número de horas que tenga un piloto, siempre se acordará de su primer vuelo solo.
En el año 1969 había cumplido mis cinco primeras horas del curso y el instructor y me indico que haga mí primer vuelo solo en un Piper PA 11.