Alba Sanz/Aviación Digital, París.- Los primeros visitantes comienzan a llegar al Paris Air Show 23. A pesar de que el cielo en la capital francesa ha amanecido nublado y con amenaza de lluvia, nada impide a los aviones ubicados en el aeropuerto de Le Bourget realizar las primeras demostraciones aéreas del día. De hecho, a los visitantes tampoco parece molestarles las primeras gotas de lluvia de una jornada que, a pesar de la climatología, promete ser reveladora.
Precisamente el día 20 es uno de los días más esperados. Durante esta jornada, España es la protagonista y se viste de gala dando muestra de su potente industria aeronáutica y espacial. De la mano de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa (Tedae), un total de 30 empresas españolas muestran al mundo su últimos desarrollos tecnológicos en los ámbitos más destacados.
Y es que, si por algo está siendo caracterizado el Paris Air Show 2023, es por las continuas demostraciones en el ámbito de Defensa. Y no es para menos. Los cazas franceses Dassault Rafale y Dassault Mirage, las joyas de la corona de su Ejército del Aire, custodian el principio de la entrada del evento. Les siguen decenas de cazas de aviones destinados a la Defensa, desde el Eurofighter pasando por el Dassault Falcon 900 hasta el A400M, revelando así, que la industria internacional aeronáutica está preparada para hacer frente a las actuales amenazas.
Dentro de la industria, España y su «día 20» muestran que su cooperación internacional va más allá de los límites y que, como país, quiere estar a la vanguardia de las últimas innovaciones tecnológicas ya que «no tener superioridad aérea es perder». Las empresas lo saben y el Gobierno español también.
El FCAS y el papel de España
Uno de los proyectos que más relevancia está teniendo tanto en el Salón Aeronáutico como en el desarrollo de las Fuerzas Armadas es el ya conocido como el Futuro Sistema de Combate Aéreo (FCAS), en el que España junto con Francia y Alemania trabajan de forma conjunta para desarrollar «el sistema de sistemas» interconectados que se integrará en un caza de sexta generación para llevar la Defensa aérea al siguiente nivel.
El FCAS es un sistema aéreo de combate para el futuro que pretende conseguir la superioridad aérea a través del control total de los cielos en cualquier momento del conflicto. Este control no se hace solo desde un avión ya que ya se ha demostrado que para tener el control del espacio aéreo puedes necesitar colaborar con una unidad naval, de tierra o de todas las unidades aéreas y esto es precisamente lo que el programa quiere conseguir: la colaboración y la unidad para dominar de forma homogénea el espacio aéreo.
La empresa española Indra es el coordinador nacional del programa en España y ya cuenta con una sede y un centro de trabajo que se ha erigido en exclusiva para el FCAS, generando más de 400 puestos de trabajo nuevos en la propia compañía.
Precisamente, en el Paris Air Show, el director del programa FCAS en Indra, Manuel Rodríguez Cerezo, declara para Aviación Digital que «no es habitual que España decida abordar un programa de gran desarrollo de un nuevo sistema desde el inicio y en igualdad de condiciones que sus otros socios, en este caso Francia y Alemania».
«Es una apuesta bastante importante que decidió abordar el Gobierno español en el año 2019 y que supone un gran impulso para la industria de la Defensa en España», afirma.
De hecho el escenario en el que nos encontramos actualmente tras la invasión de Rusia sobre Ucrania «encuentra un nuevo justificante» para este programa ya que «todo apunta a que se necesitan medios más sofisticados y hacerlo de una manera colaborativa para hacer un concepto más común de la defensa en Europa».
«Es el programa de colaboración más grande y más ambicioso»
BD Dircector y FCAS Sales en Indra, Daniel de Lorenzo
Por su parte, el BD Director y FCAS Sales en Indra, Daniel de Lorenzo, explica a Aviación Digital que el FCAS «es el programa de colaboración europeo más grande y más ambicioso hasta la fecha. Es una apuesta a nivel nacional brutal» ya que «pretende abarcar una capacidad militar que está pensada para que entre en servicio a partir del año 2040. En todo este plazo lo que primero estamos haciendo es la maduración de las tecnologías. Hay que estar en la vanguardia tecnológica con capacidades novedosas, como el combate colaborativo, para poder conseguir la superioridad aérea», indica.
Para la próxima década, afirma, «el reto tecnológico es brutal. Tienes que llevar las tecnologías más allá del estado actual del arte, retando, viendo y teniendo en cuenta los niveles de las tecnologías y de los conceptos».
De hecho, la última edición del Paris Air Show en el año 2019 fue el lugar elegido para escenificar el despegue oficial tanto del FCAS como del Sistema de Armas de Siguiente Generación (NGWS). En un acto oficial, las ministra de Defensa alemana de entonces, Christine Lambrecht, la ministra de Defensa de España, Margarita Robles y su homóloga francesa, Florence Flary, efectuaron la firma que daba inicio al desarrollo del FCAS y del NGWS.
Y es que, de acuerdo con de Lorenzo, el NGWS «es la suma de un avión y de unos operadores remotos, todo ello interconectado y comportándose como una única entidad. Todo esto es el sistema de sistemas».
La colaboración como garante de la superioridad aérea
«Lo que diferencia este programa es que es un sistema de sistemas. El resultado es mucho más que la suma de los elementos individuales ya que el avión se puede conectar en entorno terrestre, naval, ciberespacial y multidominio, que es a donde se tiende», en un momento en el que «las operaciones van a ser totalmente colaborativas y de multidominio» apunta.
Además, tanto Rodríguez como de Lorenzo opinan que «solamente la colaboración de todos es la que te puede garantizar mantener la superioridad aérea y por eso hacia ello es hacia donde van los ejércitos europeos».
«Para España, industrialmente este programa lo es todo. Se aborda como un proyecto de Estado porque tiene objetivos adicionales a las capacidades militares muy relacionados con el sector industrial de defensa. Ayuda a incrementar las capacidades, fortalece a las empresas y hace que se iguale a los competidores», concluyen.