La organización que aglutina "sólo" a 100.000 pilotos en el mundo, en la 7º Conferencia Anual del pasado 7 de mayo en París, concluía, en referencia al accidente de Spanair del vuelo JK5022, en una declaración que el Informe Definitivo de Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), de España resulta erróneo en sus conclusiones. Las similitudes con el accidente de Northwest Airlines, de 1982 en Detroit, además de otros tres casos similares anteriores, y la falta de medidas correctoras tras este, suponen un fracaso del sistema de investigación de accidentes aéreos en España.
La cuestión es que en estos sucesos el intento de despegue con una configuración incorrecta fué, según este organismo que representa a un centenar de miles de pilotos, clave en la consumación del accidente, y otros incidentes relacionados.
La forma en que se llevó a cabo la investigación tras el luctuoso suceso en España, preocupa a IFALPA. Es más, añaden en su circular que la investigación técnica se habría visto obstaculizada por la propiamente judicial y paralela.
Esto contraviene directamente las disposiciones establecidas en el Anexo 13 de OACI, que indica clara y taxativamente que la investigación técnica se lleva a cabo únicamente para determinar las causas de un accidente con el fin de mejorar la seguridad del vuelo o safety.
Estas deficiencias representan una grave amenaza para la seguridad aérea. En consecuencia, IFALPA insta a la CIAIAC de España y su autoridad, para hacer frente a estas deficiencias con prontitud.
En resumen, Ana Pastor debe mover ficha en relación a este organismo, y el Congreso de los Diputados, como se ha venido demandando por los profesionales, debería garantizar ya de una vez por todas, cuando el accidente va a cumplir su 4º Aniversario, la independencia, profesionalidad y eficiencia de la CIAIAC, manejada mayoritariamente por ingenieros aeronáuticos. Ya va siendo hora de empezar a creer en que lo que se debe esclarecer, desde un punto de vista técnico, en primer lugar es la mayor parte posible de la verdad de lo que allí sucedió el 20 de agosto. Sin este esclarecimiento técnico, es imposible determinar, a posteriori por un juez, cúal es la verdad de las responsabilidades.
