Florencia Amat / Aviación Digital, Sp. – La noticia de la ampliación del aeropuerto de Barajas, la cual forma parte del DORA II de AENA, no ha sido plato de buen gusto para los miles de vecinos de las inmediaciones. De hecho, asociaciones como Plataforma contra la ampliación de Barajas o Asociación para la Defensa de Belvis llevan tiempo luchando para advertir sobre las consecuencias de este gran proyecto logístico. Ahora, Ecologistas en Acción se suma a ellos para formar una mesa redonda que esperan que sirva para que tomemos conciencia sobre el asunto.
Según un nuevo informe elaborado por Ecologistas en Acción, «en total se registraron 189 superaciones de dicho umbral (el máximo legal de emisiones), 59 en la red municipal de Madrid, 110 en la red de la Comunidad de Madrid y 20 en las estaciones de AENA en torno al aeropuerto de Barajas«. Por eso, consideran «inaceptable que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid sigan careciendo de planes eficaces sobre el transporte terrestre y aéreo y sobre la industria que reduzcan los elevados niveles de ozono».
Frente a los incipientes peligros de la contaminación extra acarreada por la ampliación de Barajas, estas organizaciones formarán una mesa redonda la tarde del 5 de octubre (19 horas) en el Centro social y cultural Miguel Hernández, ubicado en Paracuellos de Jarama.
Además de presentar un informe de Ecologistas en Acción que mostraría el impacto medioambiental de estas ampliaciones, se hará un llamamiento al Mitma para que considere los peligros e inconveniencias que supondría el aumento del tráfico aéreo para los vecinos de los barrios y pueblos colindantes – quienes consideran que el plan no cuenta con medidas suficientes para paliar los problemas de las obras de AENA.
La contaminación no solo incluye los niveles de CO2 emitidos a la atmósfera, sino que también abarca la llamada contaminación acústica, la cual muchas veces es relegada a un segundo plato pero que a efectos prácticos tiene tanta importancia como su compañera. Así pues, los vecinos reivindicarán sus derechos ante unos barrios más limpios, tranquilos, y medioambientalmente más sostenibles.