Madrid, SP, 25 de junio de 2014.- "Los españoles no se van a beneficiar de la privatización parcial de AENA". 2010 la situación era distinta, apunta el tal Simancas. Por eso concluye que no es necesaria ahora la privatización de AENA, y lanza su "profunda" pregunta de cara a la opinión pública de ¿A qué empresario quiere beneficiar privatizando los transportes?. Ver para creer, y ser amnésico para no volverse loco ante semejante doble rasero. Aunque más bien le deberían preguntar a él y de paso al privilegiado Blanco, que ¿a quién benefició exacta y precisamente llevar a la ruina al Ente público AENA? Es facilmente intuible que un agujero de 15.000 millones, fundamentalmente destinados al ladrillo y el hormigón armado, en algún porcentaje, evidentemente benefició a algunos empresarios en detrimento del beneficio del servicio público aeroportuario. Esta es la bala en la recámara que alucinantemente la ministra Pastor no se atreve a disparar. La pregunta básica es ¿porqué?